Una procesión de dudas por el coronavirus: la Semana Santa, a la espera
"Si hubiera que adoptar algún cambio lo aplicaríamos sin vacilar", explican desde la Hermandad de La Macarena. Las cofradías son claras: "Todo puede cambiar en un día".
“De momento, todo sigue igual”. “Seguimos esperando”. Y más frases por el estilo. La Semana Santa afronta la amenaza del coronavirus a menos de un mes del Domingo de Resurrección pendiente “de lo que digan las autoridades sanitarias”. Las distintas cofradías intentan transmitir calma, pero sus prisas, sus incertidumbres, denotan una procesión de dudas ante la expansión de un virus que sigue sin freno. Hablan de “hoy”, porque “todo puede cambiar de un día para otro”.
De momento, Gobiernos como el de Castilla y León ya han advertido: es “bastante probable” que no haya Semana Santa. Otras localidades se han atrevido a cancelar sus actos religiosos. En Valladolid ha sido el propio arzobispado el que ha recomendado suprimir las procesiones... y, mientras, la Junta de Andalucía, a lo suyo. El vicepresidente Juan Marín ha explicado que no se va a suspender “porque ya tiene una fecha”. Ninguna certeza, pero sí un horizonte cada vez menos claro en plena oleada de cancelaciones de eventos públicos, cierre de centros escolares y confinamientos de poblaciones. España está, desde esté sábado, en Estado de Alarma. La presión social empuja para que se suspendan cultos y estaciones de penitencia, “un foco de posibles contagios”, como asumen muchos ciudadanos.
La Hermandad de La Macarena de Sevilla, quizás la imagen más icónica de “La Madrugá” (la noche entre el Jueves y el Viernes Santo) y de toda la Semana Santa, está “constantemente pendiente de posibles indicaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud andaluza”. “Son los únicos organismos que entendemos competentes para tomar decisiones”, reconoce su responsable de comunicación, Alejandro López. El portavoz no vacila al responder que “si hubiera que adoptar algún cambio, lo aplicaríamos sin vacilar”.
Mientras en Sevilla ya han comenzado a instalarse las sillas en el recorrido oficial de los diferentes pasos, La Macarena ha tomado medidas especiales este mismo viernes: suspender todos los actos no cultuales y reuniones de colectivos previstos en el periodo estipulado por las autoridades competentes. Esta decisión, señalan desde la Hermandad, “responde a la responsabilidad social que debemos ejercer en estas circunstancias tan extraordinarias”. Apenas un par de días antes esas medidas no se contemplaban.
“Nosotros, confiesa el mayordomo capataz del Cristo de los Alabarderos de Madrid, Antonio Calahorro, mantenemos sin ninguna variación tanto la procesión –Viernes Santo– como el traslado de la imagen tres días antes”. “Todo lo que estamos aplicando son las medidas preventivas que señala la Catedral de las Fuerzas Armadas, donde se encuentra el paso” –uno de los más célebres de la capital–. “El besapies lo prohibió el arzobispo y las misas se hacen sin darse la paz y comulgando en la mano. Más allá de eso no hemos tomado ninguna porque sería alarmar”, apunta.
Esa misma palabra –alarma– la utiliza el hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Jaén, popularmente conocido como El Abuelo, otra de las más reconocidas imágenes andaluzas y de todo el país. Ricardo Cobo, médico de profesión, considera que “este histerismo no es bueno, aunque debemos estar vigilantes”. “Nos mantenemos a la espera de las posibles indicaciones de la autoridad sanitaria, que es ley en esta materia”.
El responsable de la hermandad que procesiona en “La Madrugá” jiennense explica que “todas las medidas de prevención en actos como los besapies, el uso de elementos higienizadores... las deberíamos tener siempre”. “Este virus está afectando más porque no tenemos memoria inmunológica en nuestro organismo, pero quién sabe si el año que viene no tenemos otro rotavirus o cualquier otro cuadro infeccioso”. Pocas horas más tarde de hablar con el hermano mayor, la propia cofradía emitía una nueva directiva: ya no se puede besar la imagen “para evitar posibles contagios”.
En Lorca (Murcia), cada Viernes Santo se celebra uno de los eventos más peculiares en la llamada Semana de Pasión. El desfile del Paso Azul y el Paso Blanco, con su recreación de escenas bíblicas, llena de turistas la localidad. Sin embargo –“y a día de hoy”– parece no verse afectado por el virus: “No hemos tomado ninguna restricción porque las autoridades no nos han señalado nada en ese sentido”, explica Lázaro Soto, presidente del Paso Blanco. “La situación se mantiene con normalidad. Nosotros recibimos visitas y vendemos sillas a todo el mundo, no hemos notado un descenso en la afluencia”.
“Entiendo que todo puede cambiar de un día para otro, pero hoy la situación es esta”, remata el representante del madrileño Cristo de los Alabarderos. Las dudas siguen a falta de casi un mes y van a más, como los casos de contagio. Este año, la principal amenaza de la Semana Santa no va a ser la lluvia.