Una madre y sus seis hijos se dejan crecer el pelo para cortárselo y donarlo juntos
Y ya están calculando cuándo podrán hacerlo otra vez.
El último corte de pelo de Phoebe Kannisto y sus seis hijos fue todo un evento familiar y un acto de solidaridad, ya que habían decidido dejárselo crecer para luego cortárselo todos juntos y donarlo.
La familia está compuesta por Phoebe, Andre (su hijo mayor, que tiene 10 años), los gemelos (que se llaman Silas y Emerson y tienen 8 años), los trillizos Herbie, Reed y Dexter (que tienen 5 años) y Marah Taylor, de dos años.
El pasado lunes, Phoebe y sus hijos fueron a la peluquería. En total, se deshicieron de más de 5 metros de pelo, que donaron a Children with Hair Loss, una asociación que ayuda a los niños que, por cuestiones médicas, pierden el cabello.
Según cuenta Phoebe al HuffPost, la familia tenía motivos personales para cortarse el pelo y donarlo.
"Hace tres años, una amiga mía perdió a su hijo por culpa del cáncer", explica. "El niño tenía un hermano gemelo y de la misma edad que mis gemelos. En el primer aniversario de su muerte, mis tres hijos mayores donaron el pelo en su memoria. Desde que lo donaron hace dos años, el cáncer ha estado presente en nuestra vida. Está en todas partes. Mis hijos quieren ayudar y lo hacen donando cabello".
Phoebe, que vive en Nueva York con su familia, lleva donando pelo desde la adolescencia. Realizó su última donación antes de esta última visita a la peluquería en 2014. Sus tres hijos mayores lo donaron por primera vez en 2015. Y sus trillizos lo hicieron hace unos días. Según explica Phoebe al HuffPost, esperó a que todos alcanzaran la longitud mínima para donar y poder hacer la visita a la peluquería.
"Evidentemente, a cada uno le crece el pelo a un ritmo diferente", comenta. "Así que tardamos un tiempo en estar todos listos para donar".
Andre se dejó crecer el pelo durante un año, los gemelos estuvieron sin cortárselo dos años y los trillizos se dejaron crecer la melena durante cinco años. Como la hija pequeña también quiere participar, ya están planeando su próxima donación. Marah Taylor no tenía el pelo lo suficientemente largo como para donar en esta ocasión, pero acompañó a su familia a la peluquería.
"La pequeña miraba con admiración", recuerda Phoebe. "Sus hermanos son todo un ejemplo a seguir".
En palabras de Phoebe, la peluquería a la que acudieron, Hizair Hair Salon, se negó a cobrar a la familia por cortarles el pelo. "Insistieron en donar su tiempo porque nosotros íbamos a donar nuestro pelo", añade.
También recuerda que se han metido mucho con sus hijos por llevar el pelo largo desde que decidieron dejárselo crecer para donarlo. "Con uno se han metido más que con los demás", cuenta. "He tenido muchas conversaciones con él entre lágrimas a lo largo de los meses. Él explicaba a sus compañeros el proceso que hay que pasar para donar pelo, pero algunos no lo entendían".
Por suerte, sus hijos han desarrollado la capacidad de ignorar las críticas, porque saben que están ayudando a personas que lo necesitan. Phoebe está orgullosa de los niños y de la misión que están llevando a cabo.
"Me encanta que quieran ayudar a otros", cuenta al HuffPost. "Siempre están haciendo cálculos para ver cuánto tardarán en volver a poder cortarse el pelo para donarlo".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.