Un historiador zanja toda la polémica con Guernica con una sola palabra
Más claro imposible.
Lourenzo Fernández Prieto, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela, ha zanjado de una forma breve y concisa toda la polémica generada alrededor del bombardeo de Guernica después de la alusión que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, hizo en el Congreso a esos sucesos.
En una entrevista en La Noche en 24 horas, el presentador, Xabier Fortes, ha preguntado a Fernández: “El episodio de Guernica, tal como lo conocemos, ¿puede ser puesto hoy en discusión?”. La respuesta del historiador no ha podido ser más rotunda: “No”.
“Solo puede ser negado desde una posición que es conocida en toda Europa y que se llama negacionismo y que no es extraordinaria al amparo de la libertad de expresión”, ha asegurado Fernández.
En su opinión, la democracia permite la libertad de expresión y hay que defenderla, pero ha subrayado que “eso no significa que haya que aceptar que los negacionistas campen con un discurso que es absolutamente reprochable, criticable y al que no se puede quedar impasible”.
“Los crímenes del nazismo, del fascismo, del franquismo, son negadores en Italia, Alemania, España o Reino Unido, pero eso no quiere decir que tengamos que aceptar esas negaciones. Todo lo contrario, lo que nos dedicamos a estos, investigamos el pasado y dedicamos nuestra deontología profesional a comprender, entender y explicar tiempos distintos, no podemos aceptar que se niegue Guernica”, ha afirmado.
Todo ello después de que el presidente de Vox, Santiago Abascal, afirmase que habría sido más acertado que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, al comparar la guerra desatada por Rusia en su territorio con la guerra civil española, hubiera utilizado el símil de los fusilamientos de Paracuellos en lugar del bombardeo de Guernica.
En una serie de mensajes en la red social Twitter, Abascal asume que Zelenski “no tiene el deber de conocer” la historia española, “pero puestos a establecer comparaciones, quizá habría sido más acertado hablar de Paracuellos, donde los predecesores de Putin ensayaron el genocidio”.
E incluso le pone otros posibles ejemplos más adecuados, como “la invasión napoleónica, donde el pueblo español derrotó al agresor externo, o la persecución asesina de españoles en tierra vasca durante décadas”, en referencia al terrorismo de ETA.