Un gran científico español avisa: si ves esto en una tienda, mejor no entres porque hay riesgo
"Lo veo en muchos sitios", advierte.
El científico español José Luis Jiménez, profesor de la universidad de Colorado (Estados Unidos) y uno de los grandes expertos mundiales en la transmisión por aerosoles, ha advertido de un detalle en tiendas o en taxis que nos debe poner en alerta: que las persona que esté dentro no lleve puesta la mascarilla cuando está sola dentro del local o del coche.
En una entrevista en Radio Cut, el periodista ha descrito una escena que, según ha asegurado, ve en muchos locales, al menos en Argentina: “Locales, comercios, que están cerrados y entras y te dice el cartelito: por favor, entra con tapabocas. Y tú dices: está bien. Pero si quien está vendiendo, por ejemplo, tiene coronavirus y tú respiras el aire durante un cierto tiempo, ¿eso es igual de peligroso que aunque no tuvieran tapabocas?”
Ante esa pregunta, Jiménez ha precisado que hay un detalle que se ve en “muchos sitios”: “A lo mejor están en una tienda o en un taxi y se ponen el tapabocas cuando tú entras. Cuando no hay nadie, no. Entonces, están ahí respirando el mismo aire”.
“Entonces, si esta persona está infectada, está echando virus al aire y solo deja de echarlos o echa menos cuando tú entras, pero ese aire está lleno de virus y si tu tapabocas no es muy bueno pues entonces te puedes infectar”, ha alertado el científico.
“Entonces el consejo es: si vas a entrar en un local que está cerrado y que encima quien está dentro tiene el barbijo abajo, no entres aunque se lo ponga luego”, ha querido aclarar el periodista, ante lo que Jiménez ha confirmado entre risas que “es peligroso”: “Váyase corriendo de allí”.
Hace unas semanas, Jiménez explicó en Nius Diario que él ya ha empezado a usar las mascarillas elastoméricas, que ha calificado como “un gran avance”.
El experto subrayaba que la gran ventaja de ese cubrebocas es que “lleva un molde de silicona que se te adapta perfectamente”. Jiménez apunta que las FFP2 se inventaron en 1990 y se suelen elegir porque “filtran muy bien y el material es bueno”, pero lamenta que “no es el mejor para sellar”.
“La idea de elastoméricas es que lo que sella es silicona y sella muy bien. Te la atas por detrás de la cabeza y sella perfectamente”, explicaba antes de admitir que se compró una a modo de prueba y le gustó mucho.
“El problema es que es muy cara. Me costó unos 70 dólares. Pero a mí parecen más cómodas, además. Incluso puedes hablar mejor que con las otras”, añadía.