Un experto militar tiene clara la próxima maniobra de Putin: cree que no le queda otra
El almirante retirado Juan Rodríguez Garat apunta, además, que la supuesta toma de Soledar "no cambia en nada la fotografía de la guerra".
Rusia saca pecho de su última conquista. Las tropas mercenarias del Grupo Wagner han entrado en la ciudad ucraniana de Soledar, lo que ha llevado a Moscú a reclamar su victoria en un enclave deseado en la pelea por el Donbás. Ucrania, sin embargo, aún no da por perdida esta pequeña localidad.
Soledar es el paso previo a Bajmut y una vía necesaria para intentar asaltar feudos ucranianos como Sloviansk o Kramatorsk. Sin embargo, su supuesta conquista “no es la llave de nada, no cambia en nada la fotografía de la guerra” y “no tiene más valor que el simbólico” como reconoce el almirante retirado Juan Rodríguez Garat.
Eso sí, este analista y ex alto mando militar español asegura que ve “probable” que ya sea, de facto un territorio controlado por Putin, porque “en la guerra se tarda tiempo en admitir las derrotas”, como ha detallado en una entrevista con el Canal 24 Horas.
Por ello, cree que a Putin no le queda otra que repetir un paso que actualmente niega pero que vuelve a sonar: movilizar masivamente a parte de su población. “Putin dice que no, pero ya dijo que no antes y acabó llamando a filas a 300.000 personas”. “Es probable que necesite muchas más si quiere mantener esta guerra durante años; esa es la única forma en la que puede llevar a cabo las operaciones, porque no tiene la capacidad de dar un golpe definitivo”, ha proseguido Rodríguez Garat.
“Cuándo no se sabe, pero que habrá otra movilización es prácticamente seguro”, ha añadido, dibujando el escenario futuro de un conflicto que, cree, “puede durar varios años”.
Principalmente porque entre Rusia y Ucrania “no hay ventajas decisivas ni capacidades militares para dar un golpe definitivo”. Así, solo queda ver “quién aguanta más”, ha añadido al 24 Horas.
En esto influirá que “los países occidentales ya han pagado la mayor parte del precio por su apoyo a Ucrania con una inflación que está empezando a controlarse” y con la necesidad de buscar fuentes alternativas de energía que ya han encontrado”.
Ambos factores, unidos al previsible “retraso tecnológico de Rusia por su aislamiento internacional”, hace que Rodríguez Garat decante su pronóstico: “A largo plazo sigue siendo favorable a Ucrania”.