Un diputado de Vox se da por aludido en una mención del 'Mein Kampf' y su enfado es tremendo
El vicepresidente primero ha tenido que pedir a Figaredo que se sentase hasta en cinco ocasiones.
En plena polémica política por la decisión del Tribunal Constitucional de paralizar una votación en el Parlamento, se masca la tensión entre los miembros del Congreso. En este caso, al parlamentario de Vox José María Figaredo le han tenido que llamar la atención hasta en cinco ocasiones para que se sentase en un sitio y guardase silencio.
Según el diputado, María Carvalho Dantas, política de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), ha aludido directamente a Vox señalando que los de su grupo “utilizan el Mein Kampf como manual de teoría política”.
Al tratarse de un antiguo manifiesto del Partido Nazi de Adolf Hitler, la referencia ha ofendido a Figaredo, que ha pedido la palabra para quejarse del suceso a la Presidencia de la Cámara.
No obstante, el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), le ha explicado que, como no ha hecho una mención explícita al partido, la queja no podía formalizarse: “Si me permiten el símil futbolístico, he acudido al VAR y, comprobando lo que ha dicho la señora Carvalho, no hace ninguna alusión directa ni a ustedes ni a ningún grupo parlamentario ni a ningún miembro de la Cámara, por lo que continuamos con la sesión”.
A pesar de la insistencia de Figaredo, que seguía quejándose de las declaraciones de la de ERC, Gómez de Celis se ha mantenido firme en su decisión alegando que, en este caso, las normas del Congreso lo dejan claro: “Es así, señoría”.
Entre los aplausos de algunos diputados tras la intervención del vicepresidente primero, el de Vox ha seguido erre que erre en su postura, una actitud que ha obligado a Gómez de Celis a reiterar lo dicho: “Continuamos, señorías. Insisto, no hay alusión a ningún grupo de la Cámara ni a ningún miembro de ella. Muchas gracias”.
Por más que ha intentado seguir “con el orden del día”, Figaredo ha continuado ‘en sus trece’, lo que ha provocado que el responsable haya tenido que utilizar un tono mucho más serio y enfadado para pedir al de Vox, hasta en cinco ocasiones, que ocupase su asiento: “Señoría, siéntese. Siéntese, por favor. Siéntese, por favor, no tiene la palabra, siéntese. Siéntese”.
Finalmente, ha tenido que ceder a la petición de la Presidencia del Congreso y, aunque molesto, se ha acomodado de nuevo en su escaño.