Ucrania informa de ataques rusos "masivos" en seis provincias
Las nuevas acciones bélicas se producen en medio de las tensiones por la reanudación de las exportaciones de trigo y la reducción del flujo de gas a Europa.
Los constantes cortes de gas y la reanudación de las exportaciones de cereal ucraniano han copado las principales portadas europeas y mundiales desde hace semanas. Pero el conflicto armado continúa. Ucrania ha denunciado este miércoles ataques “masivos” por parte de las fuerzas armadas rusas en seis provincias, especialmente intensas en la de Járkov, donde se han registrado 6 heridos, según información recogida por EFE.
Una lluvia de misiles ha golpeado la zona industrial de esa ciudad, dañando su infraestructura, al tiempo que se han registrado intensos bombardeos en otras zonas donde han ardido viviendas, de acuerdo al portal de información Ukrinform.
El tronar de las bombas se ha dejado sentir en todo el frente de batalla. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés), un think tank estadounidense que se encarga de monitorizar diariamente el conflicto desde su inicio el pasado 24 de febrero, las tropas rusas han aumentado la presión en las líneas del frente establecidas en Donetsk, concretamente en la zona de Izyum.
En su empuje, los rusos también habrían conseguido ligeros avances en la localidad de Bajmut, donde los combates continúan. Por otro lado, también se registró un aumento de la presión de las tropas del Kremlin al suroeste de la ciudad de Donetsk, en dirección a la provincia de Zaporiya.
En esa línea, el Ministerio de Defensa ruso ha informado este miércoles que un ataque llevado a cabo por la Fuerza Aeroespacial ha acabado con un almacen con más de 100 misiles HIMARS, según informa la agencia EFE. Los HIMARS son un moderno sistema de lanzamiento de cohetes entregado por EEUU a Ucrania en las últimas semanas. Ucrania no ha confirmado el ataque.
Ucrania: resistencia en el norte, contraataques en el sur
Kiev trata de mantener sus posiciones en Járkov, provincia en la que ya asestó un golpe a los rusos en mayo, al tiempo que continúa cediendo terreno, muy poco a poco, en el este. Es en ese lugar donde Moscú concentra la mayor parte de sus esfuerzos ofensivos con el fin de conquistar lo que resta de la provincia de Donetsk que aún sigue bajo control ucraniano.
En el sur, sin embargo, Ucrania mantiene la presión y continúa golpeando las líneas de suministro y avituallamiento de las tropas rusas, lo que según el ISW daña la logística del Kremlin. Este miércoles, los ucranianos habrían conseguido inutilizar un puente considerado clave para la logística de los suministros rusos al sur de Jersón, según informa EFE. Estos movimientos y contraataques se enmarcan en el contexto de los intentos ucranianos de avanzar sobre esa provincia y entorpecer la logística de las tropas de Moscú.
La respuesta rusa a estos ataques se materializó este martes con el lanzamiento de 13 misiles sobre zonas industriales de la provincia de Mykolaiv y otras zonas de la región de Odesa.
El mundo y Europa, pendientes del cereal y el gas
Lejos del frente de batalla, la Unión Europea y medio mundo siguen pendientes de la reanudación de los envíos de cereal pactados entre Rusia y Ucrania con la mediación de Turquía. Se prevé la reanudación de las exportaciones esta semana, sin embargo, un día después del acuerdo Rusia bombardeó el puerto de Odesa, principal núcleo desde el que partirá el cereal, lo que incrementa aún más si cabe la tensión.
Esa tensión se traduce en hambre. La seguridad alimentaria mundial se ha visto seriamente deteriorada desde que comenzó el conflicto, lo que ha motivado críticas desde Europa y otros países, que acusan a Vladimir Putin de usar el hambre como arma de guerra.
La energía es otra de las bazas que Putin utiliza para “chantajear” a la UE, como lo definió la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. Europa ha acordado una reducción del consumo del 15% de gas para librarse de la dependencia energética que la ata a Rusia, aunque con algunas excepciones para aquellos países menos dependientes, como España.
Este miércoles, Alemania denunció la nueva vuelta de tuerca de la “estrategia de guerra” que Rusia ejerce con el gas, después de que la Federación haya reducido nuevamente al 20% el suministro que envía al país germano este miércoles.
No se prevé, por parte ni de Rusia ni de Ucrania, que pueda haber negociaciones que encaucen la situación hacia un acuerdo de paz por la vía diplomática. Ni siquiera un alto el fuego. Rusia ya anunció la semana pasada que sus aspiraciones van “más allá” del Donbás. La guerra continúa.