Trump habla por primera vez sobre las carcajadas que provocó en la ONU
Y como es habitual, su visión difiere de la del resto del mundo.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha hablado por primera vez de lo que ocurrió durante su primera intervención en la Asamblea General de la ONU de este año, cuando su soberbia provocó una carcajada unánime de los líderes internacionales presentes.
La frase que provocó la hilaridad general fue que su Administración había hecho más que ninguna otra en la historia de EEUU. Se produjo un momento de silencio y luego risas por toda la habitación, que el magnate se tomó con ironía, diciendo que no era la reacción que esperaba.
Los medios de todo el mundo contaron lo que vieron, que los líderes mundiales se rieron del presidente estadounidense. Pero Trump parece verlo de otra manera, ya que ha negado que las carcajadas fueran de burla, al asegurar que los diplomáticos se estaban riendo y divirtiendo junto a él.
"No se reían de mí, se reían conmigo. Nos lo pasamos bien", ha asegurado Trump durante una conferencia de prensa en Nueva York al término de sus actividades en la Asamblea General de la ONU.
"Los medios de comunicación falsos dijeron que la gente se rió. La gente se lo estaba pasando bien. Estábamos en ello juntos", ha insistido.
El mandatario argumenta que dio su discurso "ante un grupo muy grande de gente muy profesional" a la que "no le va mucho aplaudir, celebrar o sonreír".
Escuchó "un pequeño susurro" después de pronunciar una de las primeras frases de su discurso, en concreto cuando defendió que, "en menos de dos años", su Gobierno había "conseguido más que casi ningún otro Gobierno en la historia de nuestro país".
"Entonces dije: 'Es verdad', y escuché sonrisas. Respetan lo que he hecho", ha agregado.
El mandatario trata así de minimizar el hecho de que las risas se escucharon incluso por televisión y le dejaron visiblemente desconcertado.
El episodio se ha convertido en uno de los más comentados de la jornada en la ONU, lo que ha parecido irritar a Trump, quien a menudo recurre a las supuestas burlas internacionales de las políticas de EEUU para justificar sus decisiones más polémicas.