Sanfermines 2018: las mejores fotos del Chupinazo
Más emocionante que nunca.
Sin la ikurriña ondeando en el Ayuntamiento. Sin rastro de camisetas negras. Y con mucha emoción.
Así han comenzado las fiestas de San Fermín 2018. El consistorio de Pamplona ha dado la bienvenida a su semana grande con cuatro estandartes en su balcón —la bandera de España, la de Navarra, la de Pamplona y la Europea— y un mástil vacío. Lo mismo que ocurrió en 2016.
Una plaza abarrotada de gente ha recibido a los dos miembros de Motxila 21, un grupo musical formado por 12 jóvenes con síndrome de Down y 9 voluntarios, que se han encargado de dar el pistoletazo de salida a la fiesta.
"Pamplonesas, pamploneses, irundarrak, viva San Fermín, gora San Fermín", han sido las palabras pronunciadas por Ibai Ganuza y Leire Zabalza, encargados de prender la mecha que da inicio a nueve días de fiesta ininterrumpida y también de llenarla de emoción.
De hecho, muchos de los periodistas que se han encargado de narrar el evento, han coincidido en que el momento inclusivo (el primero de las fiestas en toda su historia) les ha puesto la piel de gallina y llenado los ojos de lágrimas.
La fiesta había arrancado mucho antes. Cuando estalló la emoción en la plaza, miles de personas ya habían empezado a beber. Solo hay que ver el color de las camisetas con las que se presentaron a la cita. Ni el blanco tradicional ni el negro que pedían grupos feministas, el color más presente ha sido el rosado del vino que se han rociado unos a otros.
Este 2018 las fiestas contarán con cerca de 490 actos, a los que habría que sumar las decenas de eventos programados en los cinco espacios participativos y populares gestionados por colectivos y asociaciones de la ciudad. El presupuesto de las fiestas ha crecido un 6% y supera los 1,36 millones de euros.