Sánchez lleva a Barcelona la defensa de unos indultos inminentes, con la ausencia del independentismo
El 'Govern' no asistirá a la conferencia del Liceu, en la que el presidente explicará su proyecto de futuro para Cataluña y España, tras tacharla de propagandística.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defenderá este lunes en Barcelona su idea sobre el reencuentro y la conciliación en Cataluña. Lo hará ante unos 300 integrantes de la sociedad civil catalana, pero con la ausencia de miembros del Govern ante la inminente aprobación de los indultos a los líderes independentistas del procés.
El Gran Teatro del Liceu será el escenario de este acto en el que Sánchez pronunciará una conferencia titulada Reencuentro: un proyecto de futuro para España y en el que incidirá en su apuesta por la convivencia y el diálogo.
Lo hará ante representantes institucionales de Cataluña y de sectores como el político, empresarial, sindical, cultural, universitario, deportivo, de los medios de comunicación y de asociaciones civiles. No obstante, habrá una importante ausencia, la de los representantes del Govern.
Ni el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, ni la del Parlament, Laura Borràs, estarán en el acto del Liceu. Por su parte, habrá un importante telón de fondo en la calle, ya que la ANC y la CUP han convocado actos de protesta en La Rambla. Aragonès incluso ha tachado la conferencia de propaganda.
La inminente aprobación de los indultos
La convocatoria de este evento confirmó la inmediatez de la decisión sobre los nueve indultos a dirigentes independentistas, que, en todo caso, se aprobarán antes de que Sánchez comparezca ante el pleno del Congreso el próximo 30 de junio.
El jefe del Ejecutivo ha pedido esa comparecencia para informar de las últimas cumbres europeas “y de la situación política y económica” del país, que incluirá, según fuentes socialistas, sus explicaciones sobre los indultos.
Sánchez podría anunciar en Barcelona que se aprobarán mañana, martes, en la reunión del Consejo de Ministros, ya que desde el Gobierno se apunta como la opción más factible.
Fuentes del Ejecutivo han informado de que “el trabajo ya está prácticamente terminado” para todos y cada uno de los expedientes de indulto después de que la semana pasada se culminaran por parte de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien ha llevado el peso de esta labor.
Si el Gobierno quisiera darse algunos días mas, podría esperar una semana, hasta el día 29, la víspera de la comparecencia de Sánchez en el Congreso.
Este domingo, el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, defendió los indultos subrayando que tienen que aprobarlos “por España, por Cataluña”, y acusando a la derecha de desconocer el principio de legalidad.
El telón de fondo de Colón y el apoyo de los empresarios
La aprobación llegará después de que en la última semana haya recibido apoyos significativos. No obstante, no es el único componente de un telón de fondo marcado por las protestas de la manifestación de Colón, con el beneplácito de PP, Ciudadanos y Vox. Una cita con una movilización menor a la del 2019.
Lo expresaron explícitamente los máximos representantes del lobby empresarial catalán del Cercle d’Economía, también lo avaló aunque con matizaciones posteriores el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y se sumaron a esa corriente a favor los obispos de las diez diócesis de Cataluña. Posteriormente, y ante las numerosas críticas, Garamendi tuvo que matizar sus palabras.
Unas posiciones que llevaron al líder del PP, Pablo Casado, a reafirmarse en la postura contra la medida de gracia. A pesar de verse presionado, Casado volvió a señalar que es a los parlamentarios a quienes corresponde abordar cuestiones como la configuración del Estado y no a la Conferencia Episcopal, la patronal o los sindicatos. El líder popular acabó lamentando actitudes “cómplices” con los indultos.
La reunión en Bélgica
El movimiento en el sector independentista también se activó durante el fin de semana, con el foco en la reunión mantenida en Bélgica entre dos sectores que habían estado distanciados. Desde posiciones bien distintas, Aragonés y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont advirtieron de que los indultos no son “la solución al conflicto político” catalán e insistieron en reivindicar amnistía y autodeterminación.
Uno de los que será beneficiados por la medida de gracia, el líder de ERC, Oriol Junqueras, dijo ayer que los indultos son un triunfo para el independentismo porque demuestran las debilidades de los aparatos del Estado ante Europa ya que, con ellos, “el Estado intenta protegerse” ante futuros veredictos de la justicia europea.