En busca de los nuevos Pactos ¿del Congreso?
Así ha sido la jornada en la que Casado y Sánchez han acordado que la Mesa de Reconstrucción pase a ser una comisión parlamentaria
Del número 13 de la calle Génova al Palacio de La Moncloa apenas hay cuatro kilómetros y medio. Poco más de diez minutos en coche. Pero la distancia política hasta hoy parecía allende los mares. A las 11 de la mañana conectaba su Mac Pablo Casado y Pedro Sánchez le esperaba al otro lado por videoconferencia. En mitad de la situación más dramática que ha vivido España en décadas.
Una hora aproximadamente de conversación este lunes. El resultado: esos anhelados nuevos Pactos de La Moncloa y esa Mesa por la Reconstrucción Social y Económica propuestos por Pedro Sánchez se reconvertirán en una comisión parlamentaria como pedía el Partido Popular.
Al final se ha impuesto más el deseo de Sánchez de contar con el PP en las conversaciones que la fórmula ideada en un principio por La Moncloa. Es decir, ahora el control no lo tendrá totalmente el Gobierno en ese intento de acuerdo, sino que pasa a depender de los trámites del Congreso de los Diputados.
Una fórmula que no garantiza que termine en un acuerdo. El Congreso será ahora el encargado de fijar una fecha y una fórmula, como ha explicado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. La Moncloa ansía que los trabajos para los acuerdos económicos y sociales empiecen cuanto antes. El PP ha logrado arrancar esa vía después de negarse a la fórmula de pactos.
¿Por qué no quería eso el Partido Popular’ El propio Pablo Casado ha sido muy claro: ninguna foto ni Mesa junto a partidos como Bildu, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. Los populares preferían ese formato en la Cámara Baja donde se pueden ir llegando a acuerdos puntuales y de manera sectorial sin tener que cerrar grandes pactos en su conjunto. El líder del PP ya ha alejado la posibilidad de que se apoyen unos presupuestos con Sánchez y su “Varoufakis”, en referencia al sector de Unidas Podemos.
La comisión no lleva consigo un acuerdo
Es un acuerdo mínimo porque sólo se ha pactado el escenario en el que se negociaría. Pero supone un pequeño gran paso tras una semana de tensiones entre los dos principales partidos que no eran capaces ni de ponerse de acuerdo en la fecha de la reunión telemática. Además, el tono de Casado, a pesar de que el fondo sigue siendo el mismo, ha cambiado totalmente, mostrando más dialogante y rebajando la crispación durante la rueda de prensa. Ha alejado a la vez la posibilidad de que se convoquen elecciones generales y no ha querido respaldar la petición de su portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza.
Que la comisión sea en el Congreso quita mucho margen de maniobra a la Moncloa, que aspiraba a unos grandes pactos a través de esa Mesa que incluyeran incluso los presupuestos y en los que hubiera también participación de autonomías, ayuntamientos, empresarios y sindicatos.
El Gobierno, no obstante, dice que este acuerdo entre los dos líderes debe ser consensuado con las otras formaciones políticas que ya habían dicho sí a la creación de la Mesa de Reconstrucción. En cambio, Vox que ni había cogido el teléfono a Sánchez, sí participará en el Congreso. Uno de los fantasmas que sobrevuela es que al final esa comisión sirva solo para el rifirrafe político o que se convierta en una comisión de investigación encubierta y no para llegar a acuerdos. El formato todavía no se ha terminado de perfilar, según fuentes socialistas. Ahora hay que estudiar si se convoca una comisión de carácter permanente o no.
Y es que esta comisión no es del agrado de todos. Por ejemplo, Laura Borràs (Junts) ha indicado: “Tras una semana con los Pactos de la Moncloa arriba y con los Pactos de la Moncloa abajo, ahora resulta que el pacto es el del PSOE con el PP; de esta manera, no”,
El PNV, socio clave del Gobierno, ha lamentado también la falta de rigor del Ejecutivo que antes de cambiar de opinión a propuesta del PP había mandado su metodología a los otros partidos: el plan inicial constaba de cuatro grupos de trabajo y con la Mesa coordinada a través de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Ciudadanos que había dicho que sí a la otra propuesta dice que no importa la forma pero insiste en que no se puede perder tiempo.
A pesar de que el Gobierno ha accedido a la petición del PP, Casado no ha asegurado su apoyo a la prórroga del estado de alarma, que debe votar esta semana el Congreso. Hasta el momento había respaldado las otras autorizaciones, pero esta vez espera cambios del Ejecutivo y nuevas medidas urgentes y sanitario. Requisitos como más tests masivos, rehabilitar el Portal de Transparencia y explicaciones públicas sobre las “limitaciones a la libertad de expresión”.
Los nuevos Pactos de La Moncloa, si se llegan a producir, serán en todo caso… del Congreso.