Los obispos proponen que los sacerdotes donen parte de su sueldo a los afectados por la crisis
O establecer una aportación fija durante un tiempo para quienes sufran la crisis económica provocada por el coronavirus.
La Conferencia Episcopal ha sugerido a los obispos que estudien en sus diócesis la forma de donar parte del sueldo de los sacerdotes o establecer una aportación fija durante un tiempo determinado y destinarlo a los afectados por la crisis económica provocada por el coronavirus.
Así lo ha avanzado este lunes el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, en una rueda de prensa telemática en la que ha explicado que con esta iniciativa quieren invitar a toda la sociedad a contribuir a ayudar a quienes más sufrirán las consecuencias de la crisis.
Se trata -ha dicho- de una sugerencia a los obispos para que puedan reflexionar en cada una de las diócesis en función de la situación en la que se encuentren, ya que -ha advertido- los templos llevan mas de un mes sin recibir las aportaciones de los fieles a través del cepillo y otro tipo de colectas habituales.
“Puede producirse que una parroquia tenga necesidades internas de funcionamiento, como las parroquias con pocos habitantes”, ha apuntado Argüello, que tienen que hacer frente al pago de recibos mensuales y que tienen dificultades para afrontarlo. “Cada diócesis debe hacer el discernimiento”, ha aclarado.
En este sentido, ha explicado que algunas diócesis han tenido que acudir a las entidades bancarias con las que tienen suscritos préstamos para solicitar una moratoria y ha insistido en que la Iglesia tiene gastos de mantenimiento.
En cuanto a cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a los religiosos, Argüello ha detallado que unos 70 sacerdotes diocesanos en activo han podido fallecer en España en este tiempo como consecuencia del coronavirus, aunque muchos más lo han hecho en residencias y casas de religiosos por esta enfermedad.
El secretario general de la CEE se ha pronunciado sobre la necesidad de un salario mínimo vital para las personas que han perdido su empleo, algo que ha calificado de urgente y necesario, pero ha a advertido de que “pensar en una permanencia de grupos amplios de ciudadanos que vivan de manera subsidiada no sería un horizonte deseable a largo plazo para la organización del común”.