Rusia reconoce ahora que sí envió reclutas a la guerra horas después de que lo negara Putin
"Lamentablemente, se han revelado algunos casos en los que había reclutas", ha tenido que admitir el portavoz de Defensa.
Pillada a Rusia. Moscú ha reconocido oficialmente que sí envió reclutas a la guerra en Ucrania pese a que horas antes su presidente, Vladimir Putin, asegurase que solo se había movilizado a tropa profesional.
“Lamentablemente, se han revelado algunos casos en los que había reclutas en las unidades de las Fuerzas Armadas rusas que participan en la operación militar especial en Ucrania. Casi todos esos miembros del servicio han sido traídos a Rusia”, ha tenido que admitir el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashenkov, según informan las agencias rusas.
Sus palabras llegan menos de 24 horas después de que Putin se dirigiese a la población por el 8-M. “Me gustaría enfatizar que los reclutas no participan ni participarán en las hostilidades, y no habrá llamadas adicionales de reservistas de la reserva”, apuntó el mandamás ruso.
Ahora, el Gobierno recoge cable como puede. El portavoz de Defensa se ha visto obligado a reconocerlo después de que varios de esos reclutas, militares aún no profesionales, fueran capturados durante un enfrentamiento con las tropas ucranianas. Por ello, Konashenkov adelanta que “se están tomando medidas exhaustivas para que los reclutas no puedan ser enviados a las áreas de combate y para que los militares capturados sean puestos en libertad”.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha anunciado que el propio Putin ha dado orden a la Fiscalía para investigar estos casos a fin de “castigar a los responsables”, dado que el Kremlin había pedido específicamente que no se desplegaran en Ucrania reclutas o reservistas, según su versión.
El balance militar de Moscú
En la misma rueda de prensa, el portavoz militar dijo que las fuerzas rusas han destruido casi la totalidad de la defensa antiaérea de Ucrania, desde la invasión el pasado de 24 de febrero con el pretexto de proteger a las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
“En el curso de la operación han sido destruidos en total 2.786 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania. (...) Para el día de hoy han sido inutilizados el 90 % de los aeródromos militares en los que se basaba el grueso de la aviación militar”, señaló.
Además, las tropas rusas han inutilizado más del 90 % de los sistemas de defensa antiaérea de largo y mediano alcance, así como 81 puestos de radiolocalización de la fuerza aérea enemiga, por lo que Ucrania “ha perdido prácticamente el mando militar de la aviación militar y de la defensa antiaérea”.
Precisó que antes de la “operación militar especial”, como califica Rusia su ofensiva en Ucrania, ese país disponía de “hasta 250 aviones y helicópteros de guerra”, pero que el ejército ruso ha destruido ya 89 aviones y 57 helicópteros, teniendo en cuenta que aún antes de la invasión parte del parque aéreo militar ucraniano se refugió en Rumanía y no participa en los combates.
Agregó que en el ejército ucraniano “prácticamente, no han quedado pilotos de primera y segunda clase” y que actualmente se registran “contados” intentos de vuelo de la aviación de guerra de ese país.
Según Konashenkov, a falta de datos propios, el ejército de Ucrania intenta obtener información sobre la situación aérea del centro de mando de aviones E-A3 del sistema AWACS-OTAN instalado en la ciudad ucraniana de Vínnitsa, que patrullan las 24 horas del días los cielos de la vecina Polonia.
También dio cuenta de que en el curso de la operación bélica contra el país vecino el ejército ruso destruyó asimismo 953 tanques y carros blindados ucranianos, 101 sistemas de lanzamiento de misiles múltiples a reacción, 351 cañones y morteros, 93 drones y 718 camiones y otros vehículos militares.