¿Qué está pasando en el Donbás tras la caída de Lugansk?: Rusia estrecha el cerco en Donetsk
Moscú ha redoblado la ofensiva para hacerse con el control total de Sloviansk y sus alrededores, la última pieza clave para dominar la región separatista del este de Ucrania... pero expertos creen que Putin podría haber ordenado una pausa.
Tras lograr el control sobre la región oriental de Lugansk, las tropas rusas centran sus esfuerzos en las últimas horas en conquistar zonas de la vecina región de Donestk que aún están en manos de los ucranianos, según el último parte del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Las fuerzas rusas han realizado otro intento ofensivo en la región de Donetsk, tratando de penetrar las defensas de Ucrania cerca de las ciudades de Spirne y Novoluhanske.
Lugansk y Donetsk forman el Donbás, un enclave prorruso que se ha convertido en el objetivo prioritario de Moscú para tratar de establecer un pasillo que una el este ucraniano con la península de Crimea, ocupada por los rusos desde 2014, y otras áreas del sur que también han conquistado.
En Donetsk, los rusos mantienen su estrategia de controlar la ciudad de Sloviansk y sus alrededores, un enclave que contaba antes de la invasión con unos 100.000 habitantes, de los que actualmente no quedan más de 25.000, según sus autoridades. La zona es atacada con misiles y fuego de artillería.
En esa área “la artillería enemiga disparó en las cercanías de Krasnopilla, Pervomaiske, Nova Mykolaivka, Bohorodychne, Adamivka, Dolyna, Mazanka, Dibrivne, Chepil y Mospanove. Las tropas ucranianas rechazaron con éxito el ataque enemigo hacia Dolyna. Los ocupantes fueron repelidos”, señaló el parte castrense.
“Los principales esfuerzos del enemigo se centran en establecer el control sobre el territorio de la región de Lugansk dentro de sus fronteras administrativas (ya conquistada). El enemigo está tomando medidas para restaurar la infraestructura logística en su retaguardia”, agregó el Estado Mayor.
La batalla de Járkov, clave para impedir el avance ucraniano
Mientras, en la región de Járkov, en el noreste del país y cuya capital es la segunda ciudad de Ucrania, las tropas rusas “están concentrando sus principales esfuerzos en mantener las líneas ocupadas e impedir el avance de las tropas ucranianas”.
En esa región, “los rusos bombardearon las áreas de los asentamientos de Kutuzivka, Nove, Ruski Tyshky, Mala Danylivka y Dementiivka con artillería, lanzacohetes múltiples y tanques, y también lanzaron un ataque aéreo en la ciudad de Járkov”.
Ucrania golpea a Rusia en el sur
Mientras, las unidades de la fuerza aérea, misiles y artillería de Ucrania continúan atacando los depósitos de municiones y los grupos de mano de obra y equipo del enemigo, en particular en la región de Jersón, en el sur del país y parcialmente ocupada por los rusos.
No obstante y según el Estado Mayor ucraniano, los soldados rusos “están desmoralizados y buscan cualquier oportunidad para sufrir heridas leves. Recurren a la automutilación y a simulaciones para garantizarse una licencia por enfermedad y regresar con vida a Rusia”, añadió el Estado Mayor.
¿Una pausa operativa?
El presidente ruso, Vladimir Putin, podría haber ordenado a sus tropas en Ucrania que realizaran “una pausa” tras lograr el control de la estratégica región de Lugansk para reorganizarse, según un documento del grupo de expertos del estadounidense Instituto de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés).
Los expertos relatan en su último informe que “Putin celebró la toma rusa de Lisichansk y la frontera de la región de Lugansk y pareció ordenar al ejército ruso que realizara una pausa operativa”.
El presidente ruso “se reunió con el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, el 4 de julio para discutir los recientes avances rusos en la región de Lugansk y entregó al coronel general Alexander Lapin y al mayor general Esedulla Abachev el premio ‘Héroe de Rusia’ por su liderazgo durante la operación Lisichansk”, señaló el ISW.
Putin y Shoigu presentaron públicamente la captura de Lisichansk y del resto de la región de Lugansk como una “gran victoria para las fuerzas rusas en Ucrania” y también “afirmó que las unidades rusas que participaron en esa batalla deberían descansar para aumentar sus capacidades de combate”, precisa el informe.
Ese “comentario público de Putin probablemente pretendía destacar su preocupación por el bienestar de sus tropas frente a las quejas periódicas que se propagan en Rusia sobre el trato a los soldados rusos”.
El grupo de expertos considera además que “es muy probable que las tropas rusas que lucharon en Severodonetsk y Lisichansk necesiten un período significativo para descansar y reacondicionarse antes de reanudar las operaciones ofensivas a gran escala”.
Sin embargo, no está claro si el ejército ruso aceptará los riesgos de una pausa operativa lo suficientemente larga para permitir que estas fuerzas probablemente exhaustas recuperen su fuerza, concluye el grupo de expertos estadounidense.