Regálale a tu hijo un mejor futuro leyéndole durante 15 minutos al día
Los científicos han desvelado que leer cuentos de manera regular a los niños les aporta muchos beneficios de cara al futuro.
Es viernes, son las siete de la tarde y mi hija Mila sostiene un libro entre las manos mientras me observa con mirada expectante. Es hora de leer un cuento de buenas noches. Para muchas familias esto se ha convertido en un ritual nocturno obligatorio antes de que se apaguen las luces. Nosotros no somos una excepción.
Sea el cuento que sea, a la mayoría de los niños les encantan los libros, ya que cada historia ofrece la oportunidad de embarcarse en un pequeño viaje a otro mundo. A cualquier niño de cualquier edad le encanta que se le lea un cuento.
Lo que muchos padres desconocen es que están haciéndoles un maravilloso regalo a sus hijos: los expertos han revelado que leer cuentos de manera regular a los niños les aporta muchos beneficios de cara al futuro.
Según Simone Ehmig, directora del Instituto de Investigación en Lectura y Medios de Alemania, los padres que invierten 15 minutos al día en la lectura están marcando una gran diferencia para sus hijos.
A continuación se enumeran seis sorprendentes efectos que tiene la lectura en el desarrollo de los niños:
"Un niño al que se le leen cuentos de manera regular tiene más fantasía e imaginación que otros niños", apunta Alexandra Winzinger, psicoterapeuta infantil y juvenil de Múnich. Además, mientras se le lee, el niño tiene que escuchar y prestar atención, "lo cual desarrolla la capacidad de concentración".
"Mediante la observación de la mímica y el tono de voz que emplean la madre o el padre, el niño aprende a deducir el significado de la palabra que está escuchando. De este modo se refuerzan la adquisición del lenguaje, las habilidades lingüísticas y la competencia lectora", afirma la psicoterapeuta.
Aquellos niños a los que se les lee poco podrían presentar dificultades en el futuro a la hora de imaginarse cómo se combinan las letras o cómo se producen los sonidos con la lengua. Por consiguiente, también les resultará más complicado aprender a escribir que a otros niños.
"Estos niños obtienen calificaciones notablemente superiores a aquellos a los que no se les ha leído", asegura Ehmig, investigadora en el campo de la lectura. Y esto no solo se aplica a la asignatura de Lengua, sino que también se ha observado un mayor rendimiento en otras asignaturas como Matemáticas.
"Por lo tanto, la lectura es una manera maravillosa de reforzar las oportunidades de formación de un niño", señala la experta.
Los niños a los que se les lee a menudo no solo son más creativos y productivos, también son más inteligentes, según han revelado los estudios.
Un grupo de científicos de la Universidad de Nueva York descubrió en 2013 que la lectura interactiva, consistente en hacer preguntas al niño y proporcionar explicaciones durante la lectura, aumenta su coeficiente intelectual en una media de seis puntos. De acuerdo con las conclusiones de los investigadores, este efecto se hace especialmente notorio antes del cuarto año de vida.
Para explicar esta situación, los científicos aducen que los niños expuestos a la lectura tienen una mayor estimulación cognitiva que aquellos que no lo están.
Ehmig también resalta la importancia de la interacción durante la lectura y añade que "los audiolibros también son efectivos y son un buen complemento, pero no sustituyen a la lectura en voz alta".
Además de fomentar las capacidades cognitivas, la lectura también promueve las capacidades emocionales. "Los niños tienen la oportunidad de ponerse en el lugar de los personajes de las distintas historias, con lo que adquieren la capacidad de empatizar, aumentando por tanto su inteligencia emocional", comenta Winzinger.
Aimismo, de acuerdo con un estudio sobre lectura realizado en 2015 por el Instituto de Investigación en Lectura y Medios, los niños adquieren un mayor sentido de la justicia.
Este es un efecto muy importante que a menudo se deja de lado: pocas cosas ayudan a estrechar lazos entre padres e hijos como la lectura.
Padres e hijos comparten un tiempo muy valioso. El niño se sienta en el regazo del padre o la madre y su suave voz crea un ambiente agradable en el que pueden reírse juntos de las travesuras del personaje en cuestión, lo que genera un sentimiento de unión.
"También es importante que la lectura no se olvide y continúe cuando los niños ya estén en el colegio y aprendan a leer por sí mismos", recomienda Simone Ehmig.
"Cuando los niños entran al colegio, los padres tienden a pensar que ya no deben leerles, porque esto podría perjudicar el proceso de aprendizaje de la lectura", cuenta. Además, "a menudo a los niños les produce frustración que se les ponga delante un texto de un nivel inferior al que están acostumbrados". Lo que deben hacer los padres para evitar esta situación es seguir leyendo cuentos a sus hijos cuando entren a la escuela, pero también practicar la lectura de textos sencillos, aconseja la experta.
En resumen, la lectura promueve el desarrollo de los niños a nivel cognitivo, emocional y social. Esos 15 minutos que los padres invierten al día en la lectura constituyen un regalo de inestimable valor para sus hijos.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Alemania y ha sido traducido del alemán por María Ginés Grao.