Cómo rechazar una invitación social sin miedo a perderte algo importante
"Se trata de redefinir lo que de verdad te aporta felicidad en vez de dejar que otras personas o la sociedad lo definan por ti".
Después de que la primera parte de la pandemia nos mantuviera alejados durante tanto tiempo, muchas personas se comprometieron a aprovechar cualquier oportunidad para volver a ver a sus seres queridos más a menudo en cuanto fuera posible. Pasada esa primera etapa, muchos llenaron su calendario con fiestas, viajes, bodas y otros planes. Ahora que las nuevas variantes y la posible disminución de la efectividad de las vacunas preocupan entre amplios sectores de la población, no son pocos quienes se están volviendo a “encerrar” en casa.
Aceptar todas las invitaciones sociales puede provocar saturación y cansancio. El síndrome FOMO (miedo a perderse algo, por sus siglas en inglés) es un tipo de ansiedad que puede crear una sensación de obligación que afecta negativamente a tu salud mental. ¿La solución? Abrirte al JOMO (placer de perderte cosas).
“El JOMO te permite redefinir lo que de verdad te aporta felicidad en vez de dejar que otras personas o la sociedad lo definan por ti”, explica Michelle Wax, fundadora del American Happiness Project.
“Aunque antes de la pandemia lo más habitual era organizar tantos viajes, eventos y actividades como fuera posible, los últimos 18 meses nos han permitido reevaluar nuestra vida y decidir cómo vamos a gastar nuestro tiempo y energía”, añade. “El JOMO te permite escoger las actividades y las personas que más felicidad te aportan y ahorrar energía y tiempo olvidándote de lo que la sociedad te dice que deberías hacer”.
Si eres de las personas que se sienten presionadas para ir a todas las bodas, cumpleaños y viajes por miedo a perderte algo importante, no te va a resultar tan sencillo como darle a un interruptor para cambiar, pero eso no significa que no puedas hacer nada al respecto. Descubre los consejos de los expertos para dejar de tener miedo a perderte algo y aceptar en tu vida el placer de perderte cosas.
“Aunque es fundamental para nuestro bienestar físico y mental mantener una verdadera conexión con nuestras amistades y seres queridos, es necesario encontrar un equilibrio”, advierte Sophie Lazarus, psicóloga de la Universidad Estatal de Ohio. “Decir que sí a todo por no querer perderte nada es agotador y, paradójicamente, reduce nuestra capacidad de disfrutar al máximo del tiempo que pasamos con los demás”.
Evidentemente, preocuparte por los demás es importante, pero no a costa de tus necesidades. No te sientas en la obligación de ir a eventos que no disfrutas solo porque crees que deberías hacerlo. Tienes que aprender a desconectar la sensación de culpa y de obligación para invertir tu tiempo donde de verdad lo disfrutes.
“Durante el siguiente mes, simplemente di no”, propone Matthew Ferry, autor de Quiet Mind Epic Life. “Abstente de hacer más cosas y de decir sí. Sé muy selectivo con tu tiempo. Pregúntate: ‘¿Aceptar esta invitación me va a ayudar a encontrar el bienestar en mi mundo?’. Si la respuesta es no, entonces di no”.
“Para disfrutar del placer de perderte cosas, conviene ser consciente de las cosas que te hacen sentir bien”, comenta Wax. “Yo recomiendo reflexionar y anotar en un papel a las personas, lugares y actividades que te hacen feliz y, en la otra cara del papel, las que te absorben esa felicidad”.
Pueden ser cosas tan simples como leer una novela en el sofá, cocinar una nueva receta, apagar las noticias, llamar a un ser querido o salir a dar un paseo en la naturaleza. En la primera ocasión que se te presente, échale un vistazo a esa lista y escoge una actividad.
Cuidar de ti mismo es clave para encontrar la felicidad y para descansar del caos del día a día. Conviértelo en un ritual de tu día a día y prioriza tus necesidades.
“Medita, haz ejercicio, come bien y duerme todos los días”, recomienda Ferry, que insiste en la importancia de nutrir tu cuerpo con movimiento y descanso, no solo con buenos alimentos.
“Una vez hecho eso, te sentirás satisfecho y en control del presente”, añade.
“Oblígate a apartarte del móvil para no pasarte el día mirando las publicaciones de los demás y dándoles like”, recomienda Svend Brinkmann, psicólogo y autor de The Joy of Missing Out”.
Sustituye este tiempo que has ahorrado por algo que te haga sentirte más realizado.
“Cualquier cambio que te ayude a minimizar el miedo a perderte algo es bueno”, asegura Lazarus. “Si sabes que las redes sociales te van a dificultar el cambio, desconecta durante una temporada”.
“No hace falta que desconectes del todo de tus redes sociales si no quieres, pero al menos, cuando veas a otras personas disfrutar de su vida en redes sociales, utiliza la estrategia ’ahora me toca a mí”, explica Ken Honda, autor de Happy Money: The Japanese Art of Making Peace With Your Money.
“Cuando sientas celos o pienses que los demás se lo están pasando genial mientras tú no, piensa para ti mismo: ’Bien por ellos, ahora me toca a mí”, añade.
En vez de sentirte mal por no formar parte de un determinado plan, piensa en lo mucho que vas a disfrutar por el hecho de estar cuidando de tu salud mental sin agotarte durante el proceso. Y recuerda que cada persona disfruta con cosas distintas, de modo que no todas las pequeñas experiencias de una persona te sirven a ti como ejemplo.
Disfruta de las cosas que tienes y de tus logros
Puedes disfrutar por no haber ido a un evento o por no haber quedado con un grupo, pero también debes tener en cuenta el dinero que has ahorrado por tu decisión. Para disfrutar de lo que tienes, debes darte cuenta de que no lo puedes tener todo, pero eso no es necesariamente algo negativo.
“Hay algo en la mente humana que nos empuja a querer más, hacer más, ganar más, etc.”, señala Brinkmann. “Pero como se suele decir, a veces menos es más. En la sociedad que hemos construido durante los últimos 100 años, hace falta tener disciplina para ir a contracorriente”.
Para ello, Honda recomienda pensar en todo lo que tienes y todo lo que has vivido y sacar tiempo para apreciarlo. Puedes hacerlo con una lista física en papel o convertirlo en un ejercicio mental habitual.
“Todo depende de dónde centres tu atención. En vez de centrarte en las cosas que no puedes tener ni conseguir, piensa en todo lo que ya te hace feliz”, recomienda Honda.
“A menudo no nos damos cuenta del impacto de creer que debemos aceptar todas las invitaciones que recibimos”, señala Ferry. “Automáticamente pensamos que sufriremos consecuencias negativas si no vamos a una fiesta o a un evento que es importante para otra persona”.
Esa forma de pensar genera una falsa urgencia por la que asignamos una importancia desmedida a cosas que en realidad son rutinarias.
“Nos comportamos como si la amistad dependiera de nuestra asistencia a ese evento. Somos animales sociales y a menudo priorizamos las necesidades de otras personas por delante de las nuestras. Solo hay que replantearlo. Primero vas tú. Mereces estar en paz contigo mismo. Deja escapar las prisas”.
“Desde que empezó la pandemia, nuestra rutina cambió para bien y para mal, y tuvimos más tiempo para reflexionar en soledad. Resulta que ese tiempo de reflexión significó una mayor gratitud y un regalo inesperado para muchas personas”, explica Anita Kanti, autora de Behaving Bravely.
Incluso ahora que estamos recuperando cada vez más facetas de nuestra “vida normal”, es importante sacar tiempo todos los días para reflexionar. Descubre lo que necesitas y guíate según esa necesidad. Deja que un psicólogo te ayude con eso.
Kanti también recomienda hacer mindfulness para facilitar ese cambio de mentalidad.
“Haz ejercicios de respiración mienstras estés tumbado. Inspira empujando el aire hacia la tripa. Haz ejercicios simples de anclaje para desconectar de tus preocupaciones, repite tus mantras...”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.