Mariano Rajoy ha decidido finalmente subir a la tribuna de oradores del Congreso durante el debate de la moción de censura que ha presentado Podemos contra él. El presidente del Gobierno ha pedido intervenir tras la portavoz morada, Irene Montero, a la que ha agradecido irónicamente sus "fraternales y cariñosas palabras".
El orden del día del debate se iniciaba con la intervención de Montero y, posteriormente, debía subir Pablo Iglesias como candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno. No obstante, el Gobierno tiene la potestad de participar cuando quiera. Así, que el líder del PP ha optado por hacerlo antes que Iglesias y responder a las duras críticas de la portavoz de Unidos Podemos.
"Su pretensión es dar el espectáculo", ha dicho el presidente en un tono duro, y ha calificado de "farsa con aires de moción" la iniciativa de Podemos. "Para perder, cualquier candidato vale. Incluso usted, señor Iglesias", ha apostillado intentando ridiculizar al líder morado.
Una moción que se está usando, ha agregado, de manera "improcedente" y "caprichosa". "Desde el mismo día en el que la anunciaron se conocía su fracaso", ha dicho Rajoy tajante en el Hemiciclo, entremezclando dardos contra la "prudencia, la justicia y la cortesía" de Podemos. Y más críticas a la moción: "parodia" y "farsa".
"Deberían inspirarse más en Montesquieu y menos en Torquemada, que lo ha resucitado en estos meses", les ha reprochado a Montero e Iglesias. A lo que ha sumado otra frase cortante: "Si quería asaltar el cielo, se ha equivocado de puerta".
A los morados, les ha soltado el popular que pintan una "España negra, la única que les sirve para hacer política". "Necesitan las malas noticias como el comer", ha enfatizado. Rajoy tenía ganas de arrear, el enfado se le notaba en la cara ya desde que escuchaba a Montero.
"La corrupción no se va a acabar ni presentando mociones de censura ni arrojando piedras contra el PP", ha manifestado durante su intervención.
Los ministros de Defensa, María Dolores de Cospedal, y de Justicia, Rafael Catalá.