Qué cambios supone la "intervención de emergencia" del mercado eléctrico europeo
Teresa Ribera adelanta algunas de las medidas que la Comisión Europea pondrá sobre la mesa para mitigar los efectos de la subida del precio del gas.
Europa se ha dado cuenta finalmente de que tiene un mercado eléctrico que requiere una “intervención urgente” y, por ello, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ya ha enviado un mensaje contundente para impulsar medidas extraordinarias y más contundentes.
“La era de los combustibles fósiles rusos en Europa está llegando a su fin”, ha destacado la presidenta europea durante su intervención para concienciar a los Veintisiete de que el modelo requiere cambios urgentes y otros de estructuración que supongan la diversificación de los suministros y la búsqueda de nuevos socios “confiables”.
Según las últimas previsiones para el ultimo trimestre del 2022 en países como Francia o Alemania, sitúan al precio de la energía en cifras nunca vistas hasta la fecha que van a superar los 1.000 y los 2.000 euros el precio del megavatio hora y que demuestran que el continente vive una situación sin precedentes. “Algo que jamás pudimos pensar”, ha opinado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera durante una entrevista en el canal 24 horas, donde también ha aplaudido el anuncio de Von der Leyen y lo ha calificado de “muy interesante”.
Aún no se conocen qué pasos concretos va a dar la Comisión Europea en su plan para modificar el modelo energético, pero Ribera ha anunciado algunas posibilidades que podrían estar en agenda y que se empiezan a escuchar de por Bruselas de boca de algunos actores.
Por un lado estaría generalizar la excepcionalidad ibérica que los Veintisiete acordaron el pasado mes de julio para desvincular el precio del gas de la electricidad y que no lo distorsione. “Hemos visto voces como Bélgica o Italia reclamando la generalización de la excepcionalidad ibérica”, ha comentado Ribera.
El otro punto podría ser algo que no es desconocido para España, ya que se planteó hace un año pero que no llegó a tener los apoyos necesarios en Bruselas. En ese sentido, se puede trabajar en la fijación de un precio máximo de compra de gas por parte de los distintos operadores europeos a través de una plataforma conjunta de operadores europeos.
Más allá de las medidas urgentes que permiten dar un margen de tiempo, según Ribera, Europa necesita trabajar en un debate amplio sobre cómo hacer evolucionar de forma estructural del mercado eléctrico “que funciona pero que no está preparado para las situaciones de estrés y también para los cambios en el modelo de generación o de negocio que se abre con esta ampliación tan relevante y con una diferencia de precios tan importante entre unas tecnologías y otras”.
“Hay elementos comunes que puedes tocarse de manera puntual mientras nos damos ese tiempo de reflexión a fondo”, ha expresado. Para la ministra española, se ha perdido un año pero es “no es tiempo para lamentarse” y es importante que se reconozca que el mercado “está roto”.
¿Habrá consenso para los cambios?
El próximo 9 de septiembre, el consejo de ministros de Energía de la Unión Europea volverá a reunirse en el marco del anuncio de Von der Leyen y a la espera de poder debatir las primeras medidas para adoptarlas en el conjunto de los países.
“Yo creo que todos los gobiernos ven con preocupación lo que está ocurriendo”, ha adelantado. Aunque no ha descartado que a lo interno de la Unión hay movimientos individuales como el de Hungría, país de la comunidad más próximo al Kremlin.
El Gobierno de Viktor Orban ya ha ido a Moscú a negociar “por su propia cuenta y riesgo” el suministro de gas ruso. Del mismo modo, Bulgaría ha iniciado ya contactos con Gazprom para tratar de reanudar las importaciones de gas de cara al invierno. Por ello, sin saber el papel que va a jugar cada país en este momento de chantaje ruso, Ribera ha destacado que es fundamental que “todos pongan en común lo que cada cual pueda aportar, tanto de materias primas como de la propia experiencia”.