"Que ejerza de capitán general": el rey Felipe, ante el espinoso discurso en la Pascua Militar

"Que ejerza de capitán general": el rey Felipe, ante el espinoso discurso en la Pascua Militar

Los militares reclaman que deje las cosas claras: son "servidores públicos” que cumplen con la Constitución. Los chats nostálgicos no los representan.

El rey Felipe VI, durante el desfile del 12 de octubre de 2019, Fiesta Nacional, en Madrid. Burak Akbulut / Anadolu Agency via Getty Images

Título Segundo de la Constitución Española. “De la Corona”. Artículo 62, h): “Corresponde al rey el mando supremo de las Fuerzas Armadas”.

Vivimos en un país donde el monarca reina pero no gobierna: sanciona, promueve, firma, nombra a propuesta de otros... Pero con los Ejércitos es otra cosa. Su figura como garante de la unidad de España va más allá del símbolo. Es luminosa, tiene solidez, verdad. Genera un profundo respeto, hasta en los militares republicanos. Las palabras de Felipe VI pesan. Y hoy, en la Pascua Militar, se esperan unas cuantas, adecuadas y firmes, como bálsamo y aliento para los 120.000 profesionales que este año se han dejado el alma contra el coronavirus, pero cuya labor ha quedado ensuciada por un puñado de nostálgicos, ansiosos de hacer presente un pasado de golpes de estado y fusilamientos.

De las principales autoridades militares, sólo el monarca queda por hablar sobre las polémicas que han sacudido a las Fuerzas Armadas en los últimos meses, como el chat de militares jubilados -“Creo que me quedo corto fusilando a 26 millones!!!”, se leía- o la carta enviada a Zarzuela por otro reducto, calificando al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos como “social-comunista” y una “amenaza para la seguridad nacional” y animando al rey a intervenir ante semejante deriva.

No hubo nada en su discurso de la pasada Nochebuena, pero era lo esperado. Moncloa ya habló esos días de que primero era mejor abordar la polémica con el rey emérito -decir que pasó de puntillas es generoso- y luego, este 6 de enero, afrontar el tema militar. Tras la intervención más política de los ministros, en este caso, de la socialista Margarita Robles, lo habitual es que el rey haga balance del año anterior en materia de Defensa y luego “marque las líneas de acción que se desarrollarán en el que comienza”, según recoge el Ministerio.

Se sabe que centrará sus palabras en la lucha contra la Covid-19 y las Operaciones Balmis y Baluarte pero ¿entrará en harina sobre las misivas que recibe, lo que le piden los nostálgicos y esos ramalazos franquistas entre algunos uniformados, en activo o retirados? Los militares consultados por El HuffPost coinciden: sí, porque entienden que tiene una “capacidad de guía inigualable” en las Fuerzas Armadas, y porque aunque hablemos de “excepciones entre los servidores públicos” él puede, de un plumazo, acabar con el debate.

“Yo sé lo que hay dentro de mi casa. Los señores del chat son cuatro gatos que insultan a todos los que llevan uniforme y que no son representativos. Dicho esto, el rey supone una autoridad moral de enorme influencia entre nosotros. Si habla, los que servimos ordenadamente nos sentiremos arropados y los que no, reprendidos. Un correctivo ayuda”, resume un oficial de la Capitanía de Sevilla, destinado en la Fuerza Terrestre.

A su entender, “es importante que nadie siembre dudas ni deje en el aire” ideas que afecten a la imagen del Ejército, que hagan sospechar a la ciudadanía sobre su compromiso con los valores democráticos. “Hasta lo juramos. La sombra de la sospecha duele. Hay que desmarcarse de ese ruido de sables que no existe. Es el momento. Que el rey ejerza de capitán general”, abunda.

El rey supone una autoridad moral de enorme influencia entre nosotros. Si habla, los que servimos ordenadamente nos sentiremos arropados y los que no, reprendidos. Un correctivo ayuda

Algunos matizan: sacar a relucir el mando supremo debe ser “excepcional”, algo reservado a situaciones cruciales. Por ejemplo, cuando el rey Juan Carlos intervino en el 23-F. Sin embargo, es un buen momento para que se mande un mensaje sencillo de autoridad, “que refuerce la idea de que el jefe del Estado, como el Ejército, es de todos y los valores de la democracia y la Constitución son los únicos que nos guían”, añade un veterano docente de Escuela de Infantería de Marina de Cartagena (Murcia).

“En el Ejército, nos solemos identificar con la palabra de un rey, incluso si es una alusión sencilla como hizo a su padre el día 24. Sabemos la importancia de lo que hay tras esas pocas líneas”, remarca. No espera ni cree “sensato” que afronte directamente, sin ambages, la polémica del chat y de los vídeos que luego se han filtrado, con canciones fascistas y brazos en alto, grabados en algunos cuarteles y bases. “No hace falta. Con que lance un llamamiento a la unidad y a la cohesión social para evitar comportamientos en contra de la Constitución eso ya se incluye”, afirma.

“Podía aprovechar para decir algo. Por ejemplo, sin entrar a responder a la carta, decir que las Fuerzas Armadas están a las órdenes del Gobierno y al servicio de la Constitución. Vendría muy bien”, decía también hace semanas en El HuffPost el teniente coronel retirado Fernando Reinlein.

“En sintonía”

El primer discurso real en 2021, en el evento más importante del año para las Fuerzas Armadas, debe ahondar en la llamada cultura de Defensa, dicen los uniformados. Busca justamente el acercamiento entre la ciudadanía y los ejércitos, “empezando con un compromiso de hacer las cosas por derecho”, o sea, sin asonadas ni asesinatos.

“Es muy injusto que esto pase ahora, cuando 2020 ha demostrado lo que somos de verdad los militares: servidores públicos esenciales”, señala por su parte una capitana de Tierra que ha trabajado en el Ministerio de Defensa con Gobiernos de distinto signo.

¿Pero existe dentro de ese grupo de servidores algunos que prefieran un sistema dictatorial, mano dura? Responde sin dudarlo: “somos parte de la sociedad, estamos en plena sintonía con ella y, por eso, hay de todo. ¿Cuántos millones de votos tiene Vox? [casi 3,7 millones en las últimas generales de 2019]. Ahí están, son tus vecinos, tus primos, tus compañeros de trabajo. Pues de todo hay entre nosotros, también”, explica.

Es muy injusto que esto pase ahora, cuando 2020 ha demostrado lo que somos de verdad los militares: servidores públicos esenciales

Lo que deja claro es que una cosa es lo que se piense y lo que se vote y, otra, lo que se haga. Ideas y valores, resume, tenemos todos, pero obligaciones, también. “Por ejemplo, con la pandemia se ha visto eso que dice el credo legionario del espíritu de unión y socorro. Todos a una. A la orden. Y la orden la da un Gobierno”, remacha.

Un teniente con destino en la delegación española ante la OTAN, en Bruselas, comparte esa idea de “acción por encima de ideología” y de “obligación de neutralidad política” en el servicio. “Nosotros, como el rey y como cualquier español, pensamos y opinamos mucho. Que nadie coloque etiquetas a las Fuerzas Armadas. Es equivocado, no va con estos tiempos, no somos un bloque. Hace un daño importante en España y fuera, donde el ejemplo de la Transición es brillante.

″Él sabrá qué decir”

A la espera del discurso del rey, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se muestra confiada en que ”él sabrá qué decir”, sin concretar más.

Desde las asociaciones profesionales aguardan un gesto, una referencia. Porque es necesario, dicen. La AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), que recuerda que el pasado octubre ya mandó una carta a Robles avisando de una “una incursión ideológica” en las Fuerzas Armadas por parte de Vox, avisa de que hay un “poso” que vigilar.

“En este momento se está produciendo un nuevo fenómeno que viene a apuntalar la acción reaccionaria y la incursión ideológica en el seno de las Fuerzas Armadas. Se impulsa la creación de asociaciones profesionales desde fuerzas políticas (de ambos extremos ideológicos) y esto es algo que aumenta nuestra preocupación”, señala la misiva.

La asociación de suboficiales ASFASPRO habla de pluralidad en el seno de los tres ejércitos, rechaza como “imposible” que militares en activo den pasos al margen de la Constitución y pide a las autoridades, sobre todo, una visión centrada en “necesidades y problemas reales” de los militares, como una carrera y una nómina “dignas”.

Los ojos de todos, este día de Reyes, estarán sobre el rey.

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Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.