Putin todavía puede echar un cable a Trump en las elecciones estadounidenses: esto es lo que sabemos
A falta de tres semanas para los comicios, los ciudadanos se preguntan qué 'as' puede tener el presidente ruso bajo la manga.
A escasas tres semanas para las elecciones en Estados Unidos, todavía ronda una pregunta sin respuesta: ¿qué ‘as’ tiene guardado Vladimir Putin bajo la manga esta vez para ayudar a su homólogo Donald Trump?
“No creo que quieran perder esta oportunidad de hurgar en EEUU una vez más”, señala Miles Taylor, el que fuera jefe de gabinete del Departamento de Seguridad Nacional de Trump y ahora uno de sus mayores críticos.
El director del FBI, Christopher Wray, advirtió el mes pasado al Congreso de que Rusia ya estaba interfiriendo en las elecciones de 2020 difundiendo propaganda “activamente″ a través de las redes sociales y medios de comunicación -simpatizantes del presidente-, “principalmente para denigrar al (ex)vicepresidente Joe Biden″, rival demócrata de Trump.
Lo que no está claro aún es si ese será todo el alcance de su esfuerzo o si se está trabajando en algo más para el cierre de la campaña. Hace cuatro años, Rusia publicaba a diario correos electrónicos robados de la demócrata Hillary Clinton a través de su aliado, WikiLeaks, y Trump los citaba en sus mítines como prueba de la “corrupción” que envolvía a su adversaria.
“Nos encanta WikiLeaks”, decía repetidamente.
Taylor señala que a pesar de que las campañas se han vuelto más seguras desde 2016, es posible que Rusia todavía planee algún tipo de “descarga propagandística” con Biden en la diana durante las próximas semanas. Explica que Putin también podría estar planeando algo para alterar las elecciones en sí, como por ejemplo sabotear lugares de votación clave en estados indecisos, o derribar la red eléctrica de alguna ciudad importante, aunque cosas tan dramáticas son menos probables.
Lo más importante, apunta Taylor, es la actitud de Trump hacia Putin. “Hay preocupación con que el presidente esté acogiendo pasivamente esa ayuda de los rusos”.
Trump ya se ha abierto a la ayuda extranjera en ocasiones anteriores
Durante los últimos cuatro años, Trump ha demostrado repetidamente su disposición a recibir ayuda extranjera para ganar y su carente voluntad para decirle a Putin que se mantenga al margen de las elecciones estadounidenses.
En 2016, solicitó ayuda a Rusia y luego volcó toda su campaña durante el último mes en ese material robado por los espías rusos -a pesar de que le habían confirmado que había sido robado por espías rusos-.
En 2018, se negó a decir a Putin que no interfiriera en las elecciones de mitad de período, a pesar de que sus principales funcionarios de seguridad nacional le pedían que lo hiciera. “No lo hizo. Se negó activamente ”, cuenta Taylor.
Y en 2019, intentó extorsionar al nuevo presidente de Ucrania para que difamara a Biden, el demócrata que más temía como oponente de 2020, basándose en una teoría conspiranoica impulsada por la inteligencia rusa. Trump terminó siendo acusado por sus acciones, pero todos, excepto un senador republicano, votaron a favor de su absolución, dejándole permanecer en el cargo.
Un funcionario de la embajada rusa en Washington negó que el Gobierno del país hubiera ayudado a Trump en 2016 y afirmó que era Estados Unidos el que estaba interfiriendo con Rusia. “Ha llegado el momento de dejar de envenenar el ambiente de las relaciones con acusaciones infundadas”, dijo el funcionario.
La Casa Blanca no respondió a las consultas sobre el asunto, dando continuidad al patrón que comenzó en 2017. Ningún funcionario de la Casa Blanca o de la campaña de Trump dio respuesta alguna sobre por qué Trump aceptó la ayuda rusa, sabiendo que era ayuda rusa, con la excepción de su abogado personal, Rudy Giuliani.
Giuliani reveló a El HuffPost en 2018 que los correos electrónicos robados que Trump promocionaba a diario desde el 10 de octubre hasta el día de las elecciones de 2016 eran “una especie de regalo”.
Un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional, que sólo habló bajo condición de anonimato para defender a Trump, dijo: “Como ha dicho el presidente, Estados Unidos no tolerará la interferencia extranjera en nuestros procesos electorales y responderá a las amenazas maliciosas que tengan como objetivo nuestro instituciones”. El funcionario afirmó que Trump había dicho esto durante una conferencia de prensa en marzo de 2018.
Sin embargo, una revisión de las conferencias de prensa de Trump ese mes encontró solo una en la que el mandatario abordó el tema, el 6 de marzo. Se trataba de una comparecencia conjunta con el primer ministro de Suecia en la que, cuando se le preguntó si le preocupaba que Rusia interfiriera en elecciones intermedias, Trump respondió: “No, porque contrarrestaremos lo que sea que hagan. Lo contrarrestaremos con mucha fuerza. Contamos con sólidos sistemas de respaldo”.
Los rusos intentaron entrometerse en las elecciones de mitad de legislatura
Dos meses más tarde, después de que el servicio de inteligencia encontrara evidencias de que Rusia estaba tratando de interferir en la votación de noviembre, los funcionarios de seguridad nacional instaron a Trump a que le dijera específicamente a Rusia que diera marcha atrás o que se preparase para hacer frente a las consecuencias. Pero el mandatario estadounidense no solo se negó a hacerlo, sino que hizo exactamente lo contrario en julio, en una conferencia de prensa en Helsinki junto al propio Putin.
Cuando se le preguntó si creía más en su servicio de inteligencia sobre la participación de Putin en su elección de 2016 o en las negaciones de su homólogo ruso, Trump se puso del lado de Putin. “El presidente Putin ha sido extremadamente fuerte y poderoso en su negación de hoy”, dijo.
Los rusos terminaron tratando de interferir en las elecciones de 2018 contra candidatos que consideraban “poco amistosos”, lo que llevó a los funcionarios de las agencias de seguridad nacional, a veces fuera del radar de la propia Casa Blanca, a tomar medidas por su cuenta, señala Taylor.
El Departamento del Tesoro impuso sanciones en septiembre de 2019 contra los operadores de la “fábrica de trolls” que trabajó para influir en las elecciones de 2018. En una ocasión, las sanciones contra los rusos recibieron la aprobación de Trump después de que se insertara un documento que requería su firma en una pila más grande de textos que también debían ser firmados”, añade Taylor.
Recientemente, el mismo departamento sancionó a un legislador ucraniano que había estado trabajando con Giuliani para difundir acusaciones de corrupción infundadas contra Biden, describiendo a Andrii Derkach como un agente de inteligencia ruso. Esas afirmaciones habían sido la base de las acusaciones infundadas de Trump contra Biden, cuya búsqueda finalmente derivó en su ‘impeachment’.
“Este presidente incluso le está dando a Rusia impunidad por ofrecer recompensas a los terroristas que asesinan a las tropas estadounidenses”, alegó el portavoz de la campaña de Biden, Andrew Bates. “Como ha dicho Joe Biden durante meses, está absolutamente claro quién quiere Vladimir Putin que gane estas elecciones, porque la política exterior de Donald Trump ha sido un regalo para el Kremlin”.