Putin no cumple su palabra ni 72 horas y sigue masacrando Ucrania mientras refuerza la frontera de Bielorrusia
El uso de drones kamikazes contra Kiev ha sacudido el panorama tras su anuncio de paralizar los "ataques masivos" fuera de la línea de batalla.
Ni tres días le ha durado la palabra a Vladimir Putin. Este lunes, Kiev y otros puntos de Ucrania han amanecido bajo las bombas después de que, el viernes, el líder ruso anunciara el final “por ahora” de este tipo de ataques.
A la par, Moscú sigue reforzando el flanco norte. O, lo que es lo mismo, la frontera de Bielorrusia con Ucrania. Allí está agrupando un importante contingente militar, humano y material como parte del acuerdo entre Rusia y Bielorrusia para “fortalecer la protección y defensa de la frontera” ante lo que el Gobierno de Lukashenko denomina amenaza europea.
La UE y la OTAN, que ya ha comenzado sus maniobras de disuasión nuclear, no pierden de vista lo que ocurra en ese punto... ni lo que ha ocurrido sobre la geografía ucraniana, cuando la guerra alcanza los 236 días.
La sombra de Irán sobrevuela Kiev
Los ataques, además de incumplir lo anunciado por Putin, presentan la novedad de haber sido lanzados a través de drones kamikazes, aeronaves no tripuladas de procedencia iraní. Hasta cinco de los casi 30 elementos que han sobrevolado Kiev han impactado contra la superficie, algo nunca visto en la capital en los casi ocho meses de ofensiva.
Al menos cuatro personas han muerto y varias han sido heridas, mientras buena parte de la población se veía obligada a esconderse durante horas en unos refugios que últimamente han tenido que volver a ocupar, mientras el Kremlin presume de haber alcanzado “todos los objetivos marcados”, entre ellos, instalaciones militares e infraestructuras eléctricas. En Kiev el miedo ha vuelto para no marcharse, ante la amenaza de otros golpes similares al de este lunes.
Pero no solo se han registrado muertes allí. En la localidad de Sumy, noreste del país y casi frontera con Rusia, otra oleada aérea ha dejado, al menos, cinco fallecidos. El miedo no deja de extenderse por zonas alejadas del Donbás y el sur, donde la batalla militar sigue desarrollándose, sin que se hayan registrado grandes avances hoy en la contraofensiva ucraniana.
La UE ha respondido a los hechos con una amenaza de represalias contra Irán si se confirman las sospechas de su implicación en el ataque. “Estamos recogiendo pruebas y estaremos listos para reaccionar con las herramientas a nuestra disposición”, ha asegurado Josep Borrell. Por ahora, el jefe de la diplomacia comunitaria asegura que sus contactos en Teherán han negado “rotundamente” haber suministrado estos equipos a Moscú.
Rusia ‘aterriza’ en la frontera de Bielorrusia con Ucrania y contraprograma a la OTAN
El Ministerio de Defensa bielorruso ha confirmado que hasta 170 tanques, 200 blindados y alrededor de 100 piezas de artillería rusos blindarán su frontera con Ucrania, a donde ya han llegado unidades militares de Moscú.
Además, llegarán hasta 9.000 soldados rusos a otros puntos para integrarse en enclaves del este y el centro, como parte de la “agrupación regional” ruso-bielorrusa. Estos efectivos realizarán “ejercicios tácticos con fuego real y lanzamientos de misiles antiaéreos”, como añade el departamento. En palabras del Ejecutivo de Lukashenko, se trata de un blindaje ante la “amenaza” europea por parte de Ucrania, Polonia y Lituania.
El ministro de Defensa, Víktor Jrenin, ha confirmado que esta agrupación regional ha comenzado a desplegarse y a efectuar tareas para la defensa de “todo el perímetro de las fronteras” ruso-bielorrusas en la región. “No vamos a atacar a nadie. Subrayo una vez más que las tareas de esta agrupación son puramente defensivas”, ha añadido Jrenin.
El anuncio coincide con el comienzo de las maniobras de disuasión nuclear de la OTAN este mismo lunes. El conocido como Steadfast Noon se celebrará hasta el 30 de octubre en Bélgica, un operativo “rutinario y no vinculado a ningún acontecimiento mundial”, como afirman los responsables de la alianza. En sus actividades sobrevolarán Bélgica, Reino Unido y el mar del Norte hasta 60 aeronaves de última generación, pertenecientes a 14 miembros, en plena tensión por la amenaza nuclear que sigue jugando el Kremlin.
La misión ‘europea’ de entrenamiento militar ya es una realidad
También este lunes, los ministros de Exteriores de la UE han dado el visto bueno a la misión de entrenamiento militar en suelo comunitario de tropas ucranianas que se espera que comience a mediados de noviembre. A falta de conocerse muchos de sus detalles, los Veintisiete han adelantado que trabajarán con 15.000 militares de Kiev; al menos 12.000 de ellos centrados en una instrucción básica.
Polonia, por proximidad geográfica, será uno de los grandes escenarios de este programa, aunque no el único, han confirmado desde Bruselas. En el ‘cuartel general’ de la capital europea será el director general del Estado Mayor de la UE, el almirante Herve Blejean, quien dirija el operativo.
España, que ya tiene a 19 militares ucranianos en formación en Zaragoza, participará activamente y pronto enviará personal para ser parte del equipo de enseñanza, si bien la ministra de Defensa no ha querido dar más detalles. Tampoco se sabe más en el de resto de miembros OTAN, a falta de conocerse las distintas aportaciones de personal y medios.
Además, la UE ha acordado un nuevo envío de material militar a Kiev, por cuantía de otros 500 millones de euros, lo que eleva la cifra ‘donada’ a 3.000 millones.
Más sospechas de espionaje: esta vez en Noruega
A medida que avanza la guerra no solo se incrementa el radio de acción militar. También crece, sin freno, la sospecha de espionaje internacional. La última sombra ha sacudido Noruega, cuyas autoridades han detenido este lunes a cuatro ciudadanos rusos por fotografiar zonas especialmente sensibles en el norte del país... uno de los miembros de la OTAN.
Llueve sobre mojado, porque días atrás Noruega ya dio el alto a otros ‘turistas’ rusos por hacer lo propio en otras zonas protegidas del norte, en estos casos cercanas a las fronteras con Suecia, Finlandia... y la propia Rusia.
El Gobierno noruego ha salido de inmediato a dar explicaciones y advertir, a su población, del peligro real de este tipo de acciones. “No debemos ser y no somos ingenuos. Debemos estar atentos a actividades sospechosas y tener una línea clara hacia Rusia [...] No podemos descartar que pueda haber más casos de este tipo en el futuro”, ha apuntado la ministra de Justicia. Emilie Enger Mehl ha incidido en que la población tenga cuidado y dé aviso a las autoridades si notan actividades sospechosas.