Prisión permanente revisable para el autor del asesinato machista de Huércal, de los "más salvajes" de la última década
Supone la primera condena de estas características en la provincia de Almería.
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a prisión permanente revisable a Francisco Salvador S.G. por asesinar con ensañamiento y alevosía a Antonia G.A. —con la que tuvo una breve relación sentimental— después de agredirla sexualmente en la madrugada del 17 de enero de 2017 en la vivienda de la víctima de Huércal de Almería, sentido en el que también se le ha impuesto 15 años de prisión adicionales por este último delito.
Así lo han indicado fuentes jurídicas, de modo que el fallo, que supone la primera condena de estas características en la provincia, recoge y fundamenta los hechos probados por el jurado popular en su veredicto, de modo que recoge las pretensiones tanto de la Fiscalía como de la acusación particular ejercida por los letrados Esteban Hernández Thiel y David Romera durante las sesiones.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería impone además al acusado el pago de 460.000 euros en indemnizaciones a los padres y hermanos de la víctima, a quien el condenado atacó de manera ‘sorpresiva’ al penetrar de madrugada en su vivienda para dirigirse a su dormitorio armado con un cuchillo, donde en primer lugar la violó y después acabó con su vida con un profundo corte en el cuello tras infligirle medio centenar de golpes.
En su veredicto, los miembros de jurado ya rechazaron que el acusado se encontrara bajo los efectos del alcohol en el momento de producirse los hechos, pese a que en su declaración el hombre alegó no recordar nada debido a una intoxicación etílica provocada, no que no pudo ser probado.
En esta línea, rechazaron por unanimidad todas las eximentes y descartaron además que el hombre careciera de algún tipo de ‘retraso mental’ que modificara su capacidad de entendimiento ni sufriera enajenación mental transitoria dado el periodo de tiempo que transcurrió durante el ataque, de más de 30 minutos, en el que la víctima resultó muy debilitada.
El jurado indicó la ‘importante resistencia’ que ofreció la víctima tras ser abordada en su habitación por el acusado, de 32 años, sin que quedase acreditado que se produjera una discusión previa entre ellos. En esta línea, apuntaron a la gravedad del ataque, en el que llegó a cortar parte de la lengua de la víctima y causarle lesiones en la boca para evitar que gritara.
Así, constataron el ensañamiento en el ataque, en el que además de un cuchillo se empleó un portarretratos de cerámica y una lámpara. Tras acabar con la vida de la joven de un corte en el cuello que le produjo un shock hipovolémico, el acusado mutiló también en cadáver en su zona íntima. Luego trató de limpiar los restos del crimen, para lo que arrastró el cuerpo hasta el baño contiguo al dormitorio, según recoge también este miércoles La Voz de Almería.
El jurado destacó las muestras de ADN del acusado halladas en el fondo del saco vaginal, sin que se dieran los de otra persona distinta, para sostener el delito de agresión sexual. Asimismo, dio cuenta de que Francisco Salvador S.G. fue detenido en las inmediaciones de la vivienda instantes después del crimen, tras haber salido por la parte trasera de la casa y haber ocultado entre unos matorrales el cuchillo roto, un jersey, el teléfono móvil de la víctima y su ropa interior.
Uno de los casos “más salvajes”
El caso, que eleva a siete las condenas por prisión permanente revisable en España —una de ellas revocada por el Tribunal Supremo—, fue calificado por el fiscal como uno de los “más salvajes” a los que se había enfrentado en los últimos diez años al inicio de la vista oral el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El juicio prolongó durante seis sesiones y contó con una quincena de testigos.
El jurado se mostró en este caso desfavorable al indulto y a la suspensión de pena dados los hechos probados y los informes, ya que incluso la forense aseguró en el juicio que era el cadáver ‘con mayor numero de lesiones que había reconocido en 20 años’, de forma que todas las heridas presentadas eran ‘vitales’ salvo las post morten de los genitales.
El condenado contaba antes del crimen con un amplio historial delictivo, de manera que en el momento de su detención tenía en vigor cuatro órdenes de alejamiento de cuatro parejas anteriores por malos tratos y ocho condenas, la mayoría ligadas a la violencia de género. Además de estos antecedentes machistas, le consta una condena de un año de prisión por un delito de estafa y otro de falsedad documental para servirse de una cuenta corriente a nombre de su tía, de manera que tenía en vigor una requisitoria para su ingreso en prisión.