La mano derecha de Jordi Pujol reconoce comisiones del 3% y 4%
Lluís Prenafeta: "Reconozco los hechos y los acepto tal como están"
El exsecretario de Presidencia de la Generalitat Lluís Prenafeta ha seguido este martes en el juicio a la trama Pretoria con la línea de declaración del exconseller Maciá Alavedra al reconocer haber cobrado comisiones por mediar en operaciones urbanísticas corruptas de las que ha desvinculado a Artur Mas.
"Reconozco los hechos y los acepto tal como están". Así ha comenzado su declaración ante la Audiencia Nacional el que fuera hombre de confianza del expresident Jordi Pujol, que ha reconocido el cobro de dádivas de entre el 3 y 4 % del precio de venta de unos terrenos en Badalona y San Andrés de Llavaneras (Barcelona).
Buscar al comprador y repartir la comisión a partes iguales entre él, Alavedra y el cerebro de la trama, Luis Andrés García Luigi era la función que, según él mismo ha reconocido, ejercía Prenafeta en las operaciones "Badalona" y "Niesma" que llevó a cabo la trama corrupta.
No usó, sin embargo, los contactos forjados con cargos públicos de la Generalitat durante sus años en política para que mediaran en las operaciones corruptas, pues, aunque ha reconocido que era amigo de varios, no eran relaciones "en función del hecho político o del beneficio político".
De esta manera ha desvinculado a los expresidentes catalanes Jordi Pujol y Artur Mas y, en relación a este último, ha dicho que tan solo concertó un desayuno entre él y un empresario.
"Es un señor que lo conoces mucho, no lo quiero decir por teléfono, pero es un tío controvertido, que es de Terrassa... tú dime qué día te viene bien para almorzar en un lugar discreto", le decía Prenafeta a Mas en una conversación pinchada que se ha podido escuchar hoy en la sala, a lo que finalmente Mas accedió, insistiendo en la importancia de que Prenafeta asistiera al encuentro.
Según el exalto cargo de Convergencia, él llamó a Mas porque un empresario amigo suyo de Terrassa, Isaac Lahuerta, quería que el presidente de su empresa, "controvertido entre comillas" pero de quien no ha dicho el nombre, "tenía interés en conocer al señor Mas".
También acudió a Mas, ha reconocido, para ayudar al empresario inmobiliario Lluís Casamitjana, con quien él y "Luigi" hicieron negocios a cambio de comisiones: "Si yo hablé con el señor Artur Mas fue para hacer un favor al señor Casamitjana".
Pero no intervino el expresidente, según su versión, en las operaciones urbanísticas con las que la red corrupta pudo defraudar entre 2001 y 2009 unos 45 millones de euros a los ayuntamientos barceloneses de Santa Coloma de Gramanet, Badalona y San Andrés de Llavaneras.
En relación a la operación de compraventa de unos terrenos junto al puerto deportivo de Badalona, Prenafeta ha reconocido que le presentó a "Luigi" al empresario Casamitjana, quien resultó adjudicatario y les entregó una comisión que se repartieron entre tres. Esa comisión, ha dicho, "era habitual del señor Casamitjana".
Una mecánica que se repitió en la operación "Niesma", sobre la venta de dos fincas en la localidad barcelonesa de San Andrés de Llavaneras.
Prenafeta también ha reconocido haber lavado dinero y ha confesado que tenía dos cuentas en Andorra y Suiza, ninguna de ellas a su nombre.
El dinero que ocultó al fisco, según la Fiscalía 14,9 millones de euros, lo consiguió gracias a sus labores de intermediación con varias empresas como Siemens, que no le contrataron, ha aclarado, por sus contactos políticos.
Quien figuraba como titular de su cuenta de Andorra era su mujer, María Lluisa Mas, que ha reconocido también los hechos en el juicio y ha aceptado destinar todos sus bienes al pago de una multa de 9,5 millones de euros.
"¿Esto ya estaba previsto, no?", ha contestado a la fiscal Ana Cuenca en relación a un supuesto acuerdo no anunciado al que han podido llegar ambos con la Fiscalía.
También Prenafeta ha admitido estar dispuesto a dedicar sus bienes al pago de los 13,7 millones de euros de multa que le pide la Fiscalía a cambio previsiblemente de que Cuenca, en sus conclusiones definitivas, rebaje la petición de pena de 6 años y 10 meses que en un principio pedía par él por dos delitos de tráfico de influencias y uno de blanqueo.