¿Por qué son adictivas las canciones de Enrique Iglesias?
A falta de un mes para inaugurar el verano, parece que ya tenemos una de sus canciones: ‘Súbeme la radio’, de nuevo un tema con el sello del cantante.
Nada ha podido frenar a Enrique Iglesias, el retoño díscolo de Julio ("vendes los discos porque eres mi hijo", le llegó a recriminar el creador de La vida sigue igual). Pero ni los dardos envenenados de su padre, ni algún que otro desastre en directo han acabado con el artista que en los 90 se hizo célebre entonando eso de "Luuvia cae, lentamente sobre mí" mientras se escondía las manos en las mangas del jersey.
"Enrique Iglesias es un cantante muy camaleónico. Ahora ha encontrado su hueco en la música latina urbana, que parece que vive un buen momento, y se ha centrado en singles y no en álbumes", explica Cristina Zavala Moyano, redactora de Los40, a Grazia.
Porque en el fondo, lo que el cuerpo nos pide en verano es bailar y cantar a voz en grito las letras. "Un buen medidor del éxito de una canción del verano es la cantidad de niños que son capaces de cantar el tema. Son letras, generalmente en español, con rimas muy obvias que los niños retienen con mucha facilidad", continúa Zavala Moyano.
Pero ¿por qué las canciones de Enrique, y no otras, triunfan en verano? "Si hubiera una fórmula mágica todos la utilizarían, pero no la hay. Sí podemos decir que existen varios ingredientes que suelen funcionar. Hay un patrón que más o menos se repite cada año. Raro es el verano que no triunfa una canción de corte latino, con letra básica, estribillo pegadizo y coreografía para que la gente la pueda bailar. También empieza a ser obligado que la canción se lance en febrero, para que en abril o mayo ya sea muy conocida y cuando llegue el verano esté bien posicionada para ser la más bailada", resume la experta de Los40.
Para rematar la receta del éxito, los artistas latinos han encontrado además una fórmula que multiplica impactos hasta el infinito, las colaboraciones, los famosos featuring. "Antes las colaboraciones eran muy raras, hasta que bajaron las ventas de discos"; ahora los artistas han dejado de verlas como una ayuda al rival y han descubierto que el otro también puede ayudarles. Una unión que hace la fuerza y que se viraliza, además, gracias a las redes sociales: Maluma tiene 23,9 millones de seguidores en Instagram y Shakira, 36,6, pero juntos llegan a un total de 60,5 millones de followers, ¿cómo no va a ser un éxito?