Por qué la Ilustración es la diana de ataques terroristas como los de Barcelona
Por Winston Manrique
La Ilustración es la diana de los ataques terroristas religiosos. Es el corazón que busca ser eliminado por ser una de las principales conquistas del ser humano que estableció un nuevo orden para vivir y convivir mejor.
Cada vez que hay un atentado yihadista, como el sucedido el pasado 17 de agosto en Barcelona, se activan unos cuantos prejuicios en algunas personas y varias preguntas en la mayoría de la gente que tienen en el Siglo de las Luces su defensa y su ataque. Sobre lo primero, en el que la raíz de todo pensamiento es la generalización que incluye a todos en el mismo saco, mejor no hablar, quizá porque la reflexión está en las respuestas a las preguntas planteadas en la segunda parte del enunciado. Entre las preguntas básicas que se activan están: ¿por qué algunos fanáticos fundamentalistas atacan o quieren destruir el mundo al cual desean parecerse o por lo menos del cual se benefician en buena medida?, ¿Qué ha pasado en la cultura islamista para que surjan terroristas en nombre de un dios?, ¿cómo debe reaccionar el mundo occidental e ilustrado frente a estos ataques?
Para los fundamentalistas, parte del problema radica en todo aquello que trajo la Ilustración después de un largo y doloroso proceso en Occidente, desde los principos de libertad e igualdad hasta los de tolerancia que les permiten a ellos estar aquí y defender sus derechos. "Por mucho que los valores de la Ilustración estén siendo atacados por elementos como los fundamentalistas estadounidenses y el islam radical —e incluso no tan radical—, es decir, por la religión organizada, sigue siendo la fuerza intelectual y cultural dominante de Occidente. La Ilustración sigue ofreciendo un arma contra el fanatismo", afirmó el prestigioso historiador británico Anthony Pagden en una entrevista que le hice en el diario español El País en 2015 por su libro La Ilustración. Y por qué sigue siendo importante para nosotros (Alianza).
Así, el historiador considera que hay que buscar en los mismos valores de la Ilustración la respuesta y la solución. En su día, ya dio soluciones a otros problemas de la fe. En la liberación de la imposición colectiva de las creencias religiosas o teocracias a cambio de sistemas democráticos descansa parte del éxito de la Ilustración. Raíz del rechazo al pensamiento único en todos los ámbitos, del respeto a todos y del sentido democrático. Según Pagden, "escapar de la religión como una forma de organización fue el paso verdaderamente original de la modernidad y de la Ilustración. Y esto no va a cambiar". Surge entonces la pregunta de cómo explicar estos valores o ventajas a quienes no creen en ella y quieren destruirlos: "Es un proyecto importante y en incesante evolución. Proporciona una imagen de un mundo capaz, tanto de alcanzar cierto grado de universalidad como de liberarse de las restricciones de la clase de normas morales interesadas que ofrecen las comunidades religiosas y sus análogas ideologías laicas: el comunismo, el fascismo y, ahora, incluso el comunitarismo", aseguró Pagden en aquella entrevista. Y agregó: "Sin la Ilustración, los avances de la civilización occidental habrían sido quizá no imposibles, pero, desde luego, muy lentos, y eso incluye temas que van desde la salud hasta Internet".
¿Por qué el mundo musulmán que dominó durante varios siglos vivió un proceso distinto al de Europa y el mundo occidental? Una respuesta la da Pagden en un pasaje de su ensayo en el cual recuerda que es el Libro, como objeto y vehículo de divulgación de ideas y pensamiento, uno de los principales aliados y responsables del éxito de la Ilustración, mientras que su negación o restricción es una de las causas del ensimismamiento que habría llevado a los musulmanes por otra vía. De la misma manera que la raza humana mejora con la mezcla y tiende a atrofiarse con la endogamia, en la diversidad de ideas y el contraste de las mismas está la superación y el enriquecimiento del individuo y la sociedad.
Una de las claves sobre aquella ruta distinta la escribe Anthony Pagden en su ensayo:
Frente a la pregunta sobre la diferencia de las religiones al asumir la Ilustración, Anthony Pagden afirmó, en aquella entrevista de 2015: "La religión tiende a impedir el desarrollo del intelecto, de la razón (...) El islam es una religión primitiva. Quiero decir que, a diferencia del cristianismo, nunca se ha visto obligada a adaptar a las circunstancias de un mundo laico moderno lo que en realidad es un conjunto muy simple de creencias y mandatos a medida de las necesidades de un pueblo tribal del siglo VII. El islam nunca ha tenido que amoldarse, como el cristianismo, a los valores de la Ilustración. Esto no lo hace intelectualmente inferior al cristianismo, que también es bastante simple, o al judaísmo, pero sí mucho más agresivo cuando se ve amenazado por la modernidad".
Una mirada más histórica sobre esa vía ofreció Ian Morris en el libro ¿Por qué manda Occidente... por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro (Ático de los Libros). El historiador y antropólogo británico escribió una obra fascinante sobre nuestra propia historia y ver dónde y por qué estamos donde estamos. En una de sus más de 800 páginas, Ian Morris explica:
Tras los atentados a la revista Charlie Hebdo, en París, en 2015, el historiador Peter Watson afirmó: "Detrás del extremismo religioso islamista no está la fe en un Dios, sino la venganza por siglos de fracaso absoluto, por personas que no tienen otro lugar a donde ir". Watson acababa de publicar el ensayo La edad de la nada. El mundo después de la muerte de Dios(Crítica). "La fe", agregó Watson, "es más fuerte en los países más pobres; Estados Unidos es una excepción solitaria por ser un pueblo con poco recorrido histórico. Donde la fe está regresando es una medida del atraso económico de esos países y el fracaso de los organismos internacionales para hacer frente a las necesidades de estas sociedades en quiebra". (Puedes leer aquí la entrevista completa en El País)
Hay diez libros, relativamente recientes, que ofrecen más luces para completar estas miradas y comprender o entender mejor este presente convulso y laberíntico: desde los libros que trazan un mapa histórico sobre la historia, la política, la cultura y el pensamiento, hasta aquellos que se centran en historias personales y episodios puntuales sobre los individuos o grupos que quieren dinamitar lo conseguido en la Ilustración.
Los siguientes son los libros recomendados por WMagazín:
- La Ilustración. Y por qué sigue siendo importante para nosotros , de Anthony Pagden. Traducción de Pepa Linares (Alianza).
- ¿Por qué manda occidente... por ahora? Las pautas del pasado y lo que revelan sobre nuestro futuro, de Ian Morris. Traducción de Joan Eloi Roca (Ático de los Libros).
- Mundos en guerra. 2.500 años de conflicto entre Oriente y Occidente, de Anthony Padgen. Traducción de José Manuel Álvarez Flórez (RBA).
- Campos de sangre. La religión y la historia de la violencia(Paidós), de Karen Armstrong.
- Isis. El retorno de la Yihad, de Patrick Cockburn. Traducción de Alma Alexandra García (Ariel).
- Terror santo, de Terry Eagleton. Traducción de Ricardo García Pérez (Debate).
- La Yihad, de Gilles Keppel. Traducción de Marga Latorre (Península).
- Las novias de la Yihad, de Ángela Rodicio (Espasa).
- En el vientre de la Yihad. El testimonio de las madres de yihadistas, de Alexandra Gil (Debate).
- La edad de la nada. El mundo después de la muerte de Dios, de Peter Watson. Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar (Crítica).