¿Por qué juega Rusia la Eurocopa?
Aunque geográficamente está más en Asia, deportivamente su federación lleva décadas bajo el paraguas de la UEFA en competiciones como la Champions.
Este sábado, 11 de junio, Rusia comienza su andadura en la Eurocopa contra Bélgica, en un grupo, el B, que completan Dinamarca y Finlandia. Y es imposible que no surja la pregunta clásica: ¿por qué está en una competición europea un país que no lo es? La respuesta es sencilla: porque en la Eurocopa no juegan sólo equipos de Europa -sean de los Veintisiete o del continente- sino equipos de las federaciones que están en la UEFA.
Son 55 las asociaciones de fútbol que pertenecen hoy la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol: las representadas son todas las naciones geográficamente dentro de Europa, a excepción de Vaticano y Mónaco, que tampoco están representadas ni en la FIFA ni en otra confederación continental de fútbol.
A ellas se suman Armenia, Azerbaiyán y Georgia (ubicadas en el Cáucaso, por lo que se discute su pertenencia geográfica a Europa o Asia); Israel y Chipre (situadas sin duda geográficamente en Asia, aunque políticamente siempre asociadas a Europa o con conflictos regionales que complican su concurrencia en tras competiciones); y Rusia, Turquía y Kazajistán (mayormente en Asia y con una porción menor en Europa). Los rusos no llegaron anteayer, sino que son una federación que ingresó en 1954, de ahí que estemos muy acostumbrados a ver equipos como el CSKA de Moscú, el Zenit San Petersburgo, el Krasnodar o el Lokomotiv tanto en la Champions como en la Europa League.
En esta Eurocopa, Rusia tendrá una de las doce sedes del torneo, en San Petersburgo. El estadio del Zenit también será el escenario de la final de la Champions League en la temporada 2020-2021. Así que no es precisamente la rusa una federación menor.
El problema del dopaje
En 2019, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) excluyó a Rusia de las competiciones internacionales durante cuatro años. Un castigo por manipular la base de datos deportivos del Laboratorio de Moscú, que hace imposible comprobar si 145 de los 298 deportistas rusos sospechosos en una investigación antidopaje violaron las reglas entre 2012 y 2015, en el que la AMA vio un posible encubrimiento de positivos.
Esta potencia del deporte quedó así fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de los de Invierno de Pekín 2022, también del Mundial de Qatar del año que vine. Sin embargo, la medida no afecta a la Eurocopa.
En su web, la AMA explica que desde el 1 de enero de 2010, el Código Mundial Antidopaje establece que los organizadores de grandes eventos deben hacer todo lo posible para otorgar los campeonatos del mundo y grandes eventos solo a países cuyos gobiernos hayan ratificado la Convención Internacional contra el Dopaje en el Deporte de la UNESCO, y en los que su comité olímpico nacional, su comité paralímpico y su organización nacional antidopaje cumplan con el Código.
La UEFA, como el resto de confederaciones continentales, no entra en la categoría de organizadora de grandes eventos, y por tanto no está obligada a expulsar a Rusia de sus competiciones de selecciones ni a buscar sedes alternativas a las que ya ha elegido en ese país.
La concurrencia de Rusia lleva aparejada otra polémica: la de la camiseta de su adversario político, Ucrania. La nueva camiseta de la selección ucraniana enfada a Moscú porque en ella se incluye la silueta del mapa del país añadiendo Crimea, península que se anexionó Rusia en 2014.
Los lemas “Gloria a Ucrania” y “Gloria a los héroes” también tienen su espacio en esta camiseta y Rusia considera que ambas consignas tienen un significado político contrario a sus intereses y así se lo hizo saber al organismo europeo, por lo que se quejó ante la UEFA; los organizadores del torneo aceptaron la queja y pidieron la retirada de la prenda.
Este viernes se llegó a un acuerdo provisional entre Ucrania y la UEFA, que permitirá a la selección vestir la remera. Se acepta la camiseta pero se estudiará y se tomará una decisión tras la competición de este verano. El permiso sirve también para la venta de camisetas, el otro veto que pedían los rusos. Desde 2018 la frase es utilizada por las Fuerzas Armadas de Ucrania como saludo oficial.
Por el conflicto armado que mantienen los dos países, la UEFA impidió en el sorteo que se produjese un cruce entre ambos, lo que podría dar lugar a intensos choques entre las aficiones.