¡Pon la mesa en Navidad!
Aunque poner la mesa sea algo diario, el ritmo de trabajo y los cambios sociales han hecho que aligeremos el montaje y no nos esmeremos en exceso. Salvo, claro está, cuando llegan las fiestas navideñas y uno de los temas estrellas sea, precisamente, la mesa de la cena de Nochebuena o la de la comida de Navidad. ¿Son distintos los elementos que se colocan en estas mesas? No. Son los mismos. La diferencia está en su calidad y en la decoración. Vajillas, cuberterías, manteles o copas no son las de diario. Y aunque no lo hagamos, se ponen de la misma manera. ¿Le damos un repaso a qué piezas son, a cómo se ordenan en la mesa y, ya puestos, hablamos de flores o de velas?
Preparación de la mesa
La mesa debe tener el tamaño apropiado para acoger el número de comensales esperado. Y una silla por comensal. Si alguno no llega, se retiran tanto ésta como el servicio de mesa. Para estar a gusto, mover las sillas y poder servir la comida, cada comensal necesita entre 70 cm. y 100 cm. de espacio.
Se debe procurar que sea armónica, equilibrada, agradable y sobre todo tener claro que allí se va a comer y a disfrutar de la comida. No se pone nada que no se vaya a utilizar: no es momento de presumir de cristalerías completas o de cubiertos para todo.
Para acondicionar la mesa se pone un muletón grueso y afelpado, de lana o algodón, que cubra toda la superficie pero sin sobresalir por debajo del mantel. Protege la madera y amortigua el ruido de vajilla y cubertería.
Lamantelería
Para comidas formales -o de fiesta, como son las navidades- ponemos manteles de tejidos nobles de hilo, lino, damasco y colores claros: blanco o crudo o tonos suaves. Para las cenas de gala, sólo blanco. Si es de una única pieza debe cubrir la mitad de la distancia entre el borde de la mesa y el suelo. Como mínimo debería de tener una caída de 35 cm. Si se acompaña de un cubremantel, sin embargo, el mantel debe llegar hasta el suelo.
Las servilletas formales de verdad miden 60x60 cm. Pero cada vez se utilizan menos. Ya las hay de 45x45cm y 40x40 cm. para cenas; de 35x35cm. y 30x30cm. para almuerzos menos formales; de 22x22cm. para meriendas o para té y de 20x20 cm. para cócteles. Se colocan, dobladas, sobre el plato o a cualquiera de sus dos lados. ¡Cuanto menos se doblen, mejor! Servilleta doblada, servilleta manoseada.
La vajilla
Las piezas que coloquemos en la mesa dependerán del menú que se vaya a servir. Como mínimo en la mesa deben colocarse dos platos, los cubiertos y las copas o vasos que correspondan. Las otras piezas pueden llevarse según se necesiten. Por ejemplo, para sopas o cremas, o bien plato hondo o bien taza de consomé con su plato.
Si se pone bajoplato, se coloca haciendo coincidir su borde con el de la mesa y no se retira hasta el postre.
No hay que olvidar el platillo de pan, que se coloca a la izquierda de los platos.
La cubertería
Los cubiertos se disponen a ambos lados de los platos en el orden y disposición en que se van a utilizar:
- la cuchara: a la derecha. Es la pieza más al exterior. Para sopas, caldos y cremas (si no son un acompañamiento), legumbres y purés (excepto el de patata blanco);
- el tenedor: a la izquierda y con las púas hacia arriba (en Francia o Bélgica, hacia abajo). Según la comida que se vaya a servir, por ejemplo una ensalada de primer plato, puede colocarse a la derecha;
- el cuchillo: a la derecha del plato, al lado izquierdo de la cuchara y con el filo hacia adentro
- la pala de pescado: también a la derecha del plato, entre la cuchara y el cuchillo, pues el pescado se toma antes que la carne. No es para cortar;
- los cubiertos de postre (si se ponen): en paralelo al borde de la mesa, entre el plato y las copas. El tenedor con el mango a la izquierda; la cuchara con el mango a la derecha. Si se incluyese el cuchillo, mango a la derecha, al lado del tenedor.
No se deben poner nunca más de tres tenedores seguidos. En caso de necesidad, se cambian según lo que se sirve. Si antes de la sopa se sirve una ensalada, es mejor retirar los cubiertos de carne, colocarlos cuando se sirva ese plato y poner en su lugar el tenedor de la ensalada.
La cristalería
Las copas -y los vasos- deben ser de cristal transparente, incoloro y liso. Las piezas se colocan frente al plato, ligeramente hacia la derecha en el siguiente orden (de derecha a izquierda):
- vino blanco
- vino tinto
- y agua
La copa de cava, si hay que ponerla en la mesa, se coloca detrás, como en una segunda fila, y entre la de vino tinto y la del agua. Nunca entre el resto de las copas. No se ponen más. Si se van a servir licores tras el postre, se ofrecerán con el servicio de bebidas.
Antes las copas tenían un tamaño que, de mayor a menor, era: agua, tinto y blanco. Pero la copa grande para vino, que es hoy diferente para cada tipo de uva con la que esté hecho, se ha ido imponiendo. Si antes el tamaño ayudaba a saber el orden de colocación -de más alta a más baja- , ahora hay que sabérselo. Porque lo que no cambia es la posición de las diferentes copas. Sólo su diseño.
La copa de vino debe ser alta, sin tallar y sin color o decoración para poder apreciar todas las cualidades del vino. El color azul, por ejemplo, que se puso muy de moda, impide ver si un vino está turbio. Es el mismo caso que la copas talladas. Se empezaron a utilizar, precisamente, para que no se apreciara esta característica en añadas que no habían salido buenas.
Decoración
Este es un capítulo en el que, definitivamente, se ha impuesto la fantasía. La lógica y la armonía que decíamos al principio, brillan por su ausencia y la moda dicta sus normas: cuanto más mejor, dice la divisa. Olvidando que no es un escaparate sino el sitio donde se disfruta de una buena comida.
Sin embargo, eso no significa que no se deba "alegrar" una mesa. Por supuesto que sí, y elementos propios tiene: flores, velas, objetos de cerámica o plata. Eso sí, hay que tener en cuenta algunos detalles:
- si se ponen flores frescas, no deben tener olor para no enmascarar el sabor de la comida. Y de poca altura para poder ver las caras de quienes se sienten enfrente;
- si se ponen frutas, se deberían colocar intercaladas con hojas verdes en recipientes, platos o piezas depositados sobre la mesa;
- si se ponen candelabros, con las velas siempre encendidas y sin olor. Pero sólo en cenas. La luz de las velas es nocturna, no diurna;
- si hay que poner tarjetas de identificación se colocan entre las copas y el plato, ligeramente a la derecha o sobre la servilleta, si ésta está en el plato. Nunca sobre las copas. Deben retirarse antes de iniciar el servicio.
- si se necesitan vinajeras, saleros o pimenteros se debe calcular uno por cada dos comensales.
– y para cerrar...¡no se ponen palillos! ¡Nunca!