Perú destituye a su presidente, Martín Vizcarra, acusado de corrupción
Un amplio sector de la población no está de acuerdo con esta decisión del Congreso, tachándola de "golpe de Estado disfrazado".
Martín Vicarra ya no es el presidente de Perú. Tras una sesión histórica e impredecible, el Congreso votó este lunes de forma abrumadora para destituir al mandatario, una decisión debida tanto a las acusaciones de corrupción que pesan sobre el político como a los intereses políticos de un parlamento muy dividido.
El presidente del Congreso, Manuel Merino, del partido de centro derecha Acción Popular (AP), un declarado opositor de Vizcarra que votó a favor de la destitución, asumirá las riendas de la república en cuanto jure el cargo, lo que está previsto para la mañana de este martes.
El Congreso aprobó la vacancia de Vizcarra por 105 votos a favor, 19 en contra y 4 abstenciones “por incapacidad moral permanente”, debido a los últimos episodios de una trama de corrupción por la que habría recibido 2,3 millones de soles (unos 543.000 euros) a cambio de contratos de obras públicas cuando ejercía como gobernador de Moquegua entre 2011 y 2014.
Se trata de la segunda moción de censura a la que ha hecho frente Vizcarra en los últimos dos meses, después de que la anterior, presentada por un supuesto delito de tráfico de influencias dentro del conocido como caso ‘Richard Swing’, fuera rechazada por el Congreso.
En esta ocasión, la destitución de Vizcarra ha sido avalada por gran parte de las fuerzas políticas presentes en la cámara, como Acción Popular (AP), Alianza para el Progreso (APP), Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP), Fuerza Popular (FP), Unión por el Perú (UPP), Podemos Perú (PP), y Frente Amplio (FP), mientras que el Partido Morado (PM) y una mayoría de Somos Perú (SP) se ha mostrado en contra.
Por su parte, tras hacerse oficial su destitución, Vizcarra ha lamentado que en el Congreso no se haya impuesto “la razón”, sino “el número de votos de los representantes del pueblo”, a quienes ha acusado de haber olvidado “a quien representan”.
Él sí ha aceptado su ‘derrota’
“Hoy dejo el Palacio de Gobierno, hoy me voy a mi domicilio, a pesar de que hay innumerables recomendaciones para que actuemos a través de acciones legales para impedir esta decisión”, ha expresado Vizcarra a las puertas de la sede del Ejecutivo.
Vizcarra ha insistido durante su comparecencia en su inocencia y ha señalado que “muy pronto se sabrá” si esta decisión de expulsarle de la Presidencia se llevó a cabo pensando en “lo mejor para Perú”, o “si son decisiones solamente pensando en intereses de carácter personal”.
Horas antes, durante su defensa en el Congreso, Vizcarra ha criticado que la moción de censura sea utilizada “como arma política” cada vez que se presenta una denuncia en su contra y ha defendido, además de su inocencia, que la gobernabilidad de Perú “no puede estar bajo amenaza permanente”.
“Perú, para afianzar su futuro, requiere estabilidad, orden y unidad. Pero, sobre todo, requiere que sus fuerzas políticas actúen con sabiduría, prudencia y sentido de responsabilidad”, ha dicho Vizcarra antes de la votación.
El presidente del Congreso, Manuel Merino, asumirá la Presidencia de manera interina, tal y como contempla la Constitución del país, y ha avanzado que la fecha de elecciones se mantendrá en el 11 de abril de 2021, tal y como ya fijó Vizcarra el pasado mes de julio.
“Se ha hecho lo que establece la Constitución”, ha señalado Merino, quien asumirá el cargo de jefe del Estado este martes. “Pido tranquilidad a todos los peruanos y fundamentalmente a los medios de comunicación pedirles que colaboren porque el país está por encima de todos”, ha demandado.
El ‘club de la construcción’
En las últimas horas, la prensa peruana ha difundido nuevas informaciones acerca de los cobros ilegales que Vizcarra habría recibido de la constructora Obrainsa cuando era gobernador de Moquegua, lo que habría decantado el resultado de esta última moción de censura en su contra, que en las últimas semanas no parecía contar con los apoyos necesarios.
Unas acusaciones, defendió Vizcarra, “sesgadas” y “tendenciosas” con “el objetivo principal dañar la confianza” que el país depositó en él “a menos de 24 horas” de que el Congreso tuviera que tomar esta decisión.
Los medios de comunicación peruanos publicaron el fin de semana una serie de mensajes que el ya destituido presidente se intercambió desde 2013 con el que fue ministro de Agricultura, José Hernández (2016-2018), y en los que se trataban varios asuntos, entre ellos, la moción de censura contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y el cobro de sobornos.
Hasta tres aspirantes a colaborador del equipo especial Lava Jato, entre ellos un antiguo alto cargo de Obrainsa ―vinculada con la brasileña Odebrecht―, afirman que Vizcarra habría recibido unos 543.000 euros en sobornos a cambio de un proyecto de irrigación en 2013, y de una serie de contratos públicos para la construcción de un hospital.
Estos señalamientos se encuadran dentro de la investigación del llamado caso ‘Club de la Construcción’, un consorcio de empresas que desde 2001 habrían estado sobornando a funcionarios públicos para lograr contratos por todo el país.
“Golpe de Estado”, “política podrida”... las reacciones
Aunque después de conocerse la medida, Vizcarra anunció que dejaría la jefatura del Estado de inmediato, la reacción de los candidatos fue mucho más dura y también llegó hasta un sector de la ciudadanía, que protagonizó cacerolazos y una protesta que incluso desencadenó en choques con la Policía en el centro de Lima.
Entre todos los pronunciamientos destaca el de George Forsyth, hasta el momento el favorito en las encuestas para ganar las elecciones presidenciales del próximo abril, quien no dudó en denunciar que su país ha afrontado “un golpe de Estado disfrazado” por el Congreso.
El candidato, que renunció hace dos semanas a la alcaldía del municipio limeño de La Victoria para anunciar su postulación política, remarcó que la decisión del Legislativo ha causado indignación entre sus compatriotas.
“La indignación de millones de peruanos debe servir para jubilar a los políticos criminales y hacer un cambio generacional en las siguientes elecciones que se tienen que dar sí o sí”, enfatizó el político.
Una posición similar fue manifestada por la también candidata presidencial Verónika Mendoza, una de las principales líderes de la izquierda peruana, quien invocó a la ciudadanía a movilizarse para enfrentar la decisión del Congreso.
“Ya no hay nada más que esperar de esta clase política que está podrida. Solo la ciudadanía organizada y movilizada podrá recuperar la democracia y poner por delante la vida y la dignidad de la gente”, señala.
En un video también publicado en Twitter, Mendoza califica de “vergonzosa e indignante” la decisión del Congreso y dijo que los legisladores se han “llenado la boca hablando de democracia y valores cuando ellos son los primeros corruptos e inmorales”.
Sin embargo, seis de los ocho diputados del Frente Amplio de Menzoza, bloque por el que se presentó a la presidencia en las elecciones de 2016, votaron a favor de la vacancia.
Para Mendoza, “lo único que le queda al pueblo es vacarlos (destituirlos) a todos” y recuperar la democracia “para ponerla al servicio de la gente” y organizarse “para refundar el Perú”.
Por su parte, el expresidente Ollanta Humala afirmó que la medida del Parlamento “no es una noticia feliz” y que “el Congreso ha tomado una decisión equivocada”.
Humala dijo que el presidente del Parlamento, Manuel Merino, tiene que garantizar “que no varíe” el calendario de las elecciones generales convocadas para abril próximo.
“Este ha sido un error muy grave para el país y probablemente la población no lo perdone”, sostiene.