La sentencia señala que el mandatario recibió 35 millones de dólares en sobornos para favorecer a la constructora brasileña en adjudicaciones de obra pública.
El expresidente de Perú, que lo gobernó con mano de hierro, ha muerto a los 86 años en su casa, lejos de la cárcel en la que estaba por crímenes contra la humanidad.
Con 86 años e intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales, residía en Lima tras recibir hace nueve meses un cuestionado indulto humanitario.
Al expresidente, candidato de Fuerza Popular, el partido que lidera su hija Keiko, le queda pendiente el juicio por las esterilizaciones forzosas a comunidades indígenas.