Sánchez inaugura el curso con las encuestas de Moncloa rebotando
El presidente se prepara para detallar “nuevos proyectos, recuperando todo lo que dejamos aparcado”, apuntan fuentes internas ante su discurso de este 1 de septiembre.
Las encuestas empiezan a mejorar para el PSOE. Eso es lo que constatan en La Moncloa, pese a los datos en contra que lanzan “en batería los medios de la derecha”. Desde esta perspectiva, con una mejora notable de la economía, en franca recuperación pese a la inflación —“que es una muestra de que la economía mejora”, apuntan fuentes del Gobierno— Pedro Sánchez se lanzará este miércoles, 1 de septiembre, a intentar convencer a los españoles de que esa recuperación “va a ser justa”.
Ni las polémicas con su socio de Gobierno, Podemos, ni la falta de sentido de Estado del PP de Pablo Casado deberían apartar a Sánchez del camino. Un presidente que desde que salió de La Moncloa el anterior jefe de gabinete, Iván Redondo, ha optado por una política más cercana a la gente, por pisar de nuevo la calle. “Es lo que le fue bien cuando se echó a recorrer las sedes socialistas por todo el país, el contacto con la gente. Ni es tan frío como dicen ni está tan alejado. El reto ahora consiste en combinar el perfil internacional con la cercanía en la calle”, apuntan otras fuentes del partido, colaboradoras de Sánchez.
La ascensión de Félix Bolaños a ministro de la Presidencia y la recuperación de Oscar López como jefe de Gabinete, junto a la permanencia de Maricha Ruiz en la dirección de Comunicación de Ferraz —un trío que conoce bien al presidente y ha estado cerca de él— engrasan de una forma notable la comunicación de La Moncloa con el PSOE. Además, López ha reducido el enorme gabinete que había montado Redondo y ha incorporado a personas de su confianza como la periodista Sonia Sánchez.
“Ese núcleo, más un ministro de Exteriores como José Manuel Albares y el Gobierno reforzado con la última remodelación van a ser claves”, mantienen fuentes del Gobierno, que no quieren entrar en el gran problema de estos días, la subida de la luz y el debate de si el Ejecutivo tiene medios o no para acabar con “la falta de empatía de las compañías eléctricas”, como ha dicho la vicepresidenta Teresa Ribera. “Quizá diga algo de la luz, pero ese es un asunto coyuntural en el que quizá Ribera no se ha explicado bien; o todos nosotros. La rebaja del IVA nos ha costado 3.000 millones, que no es ninguna broma”. Para lo que ha servido…
Pero de vuelta a la intervención de Sánchez este 1 de septiembre y su España “justa”, el presidente va a intentar vender que hasta ahora han hecho todo lo que han podido —y muy bien— frente a un imprevisto brutal como fue la pandemia, que desbarató todos los planes iniciales del primer Gobierno de coalición de la democracia.
“Ya está el 70% de la población vacunada; la economía marcha como un tiro; nuestra figura en la UE con la crisis de Afganistán está mejor que nunca; vamos a gestionar la crisis de los refugiados y lucharemos contra las dos velocidades que se sucedieron en la recuperación tras la crisis del 2008”, añaden otras fuentes del partido.
Sánchez se prepara para detallar “nuevos proyectos, concretos, recuperando todo lo que dejamos aparcado”. Pero ¿entrará el acuerdo sobre el Salario Minímo Interprofesional (SMI) que pedía Podemos? ¿Se escuchará al socio de Gobierno para tomar alguna medida contra las compañías eléctricas que, como ha anunciado la misma CNMC, están cobrando precios por encima de lo que debían?
No hay respuesta clara. Lo que quieren es mantener “el rebote” —ligero— que ellos dicen han visto en las encuestas; madurar la relación con Yolanda Díaz —mucho más llevadera que la de Pablo Iglesias, aunque tienen que convencerla de que no hay que subir impuestos— y preparar los Presupuestos 2022, además de garantizar que los fondos europeos, el helicóptero del BCE que deberá repartir dinero de la Europa pospandemia por todas las comunidades de la península, funcionan adecuadamente. Ante otros miembros de su Gobierno, empresarios, sindicatos y otras fuerzas vivas del país, Pedro Sánchez tendrá que resultar creíble y concretar proyectos.
El Sánchez más ‘humano’
Pero también deberá demostrar que es más humano, que aquí se va a hablar con todo el mundo que sea necesario, incluso con aquellos a los que el Sánchez de hielo nunca perdonará aquel desdichado Comité Federal del 1 de octubre, donde fue desbancado, vapuleado y expulsado de Ferraz. Este 1 de septiembre se cumplen cinco años menos un mes de aquel espectáculo que ya ha entrado en la historia del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como lamentable para todos.
Quizá cinco años —más la presidencia de Gobierno, que no es moco de pavo y unas cuantas líneas ya en la historia— sean suficientes para que la horchata que dicen que corre por las venas de Sánchez se convierta en algo templado, más cercano, capaz de recuperar y acercarse a la calidez. En ello trabajan también desde La Moncloa.
Postdata: murmuran fuentes empresariales que no es verdad que Pedro Sánchez e Iván Redondo estén distanciados. Que Redondo sigue yendo por los despachos de algunos poderes económicos contando que ahora su tarea, al servicio del presidente, es precisamente engrasar las relaciones económicas. Si el asunto fuera cierto, significa que ni las vicepresidentas Nadia Calviño, Yolanda Díaz o Teresa Ribera, que mantienen los contactos con empresarios del IBEX e instituciones económicas, resultan engrase suficiente para los empresarios de este país. ¿Será porque son señoras y ellos prefieren las corbatas?