Pedro Sánchez, en 'Manual de resistencia': "Tenía buena relación con Rajoy; resultó duro desalojarle con una moción de censura"

Pedro Sánchez, en 'Manual de resistencia': "Tenía buena relación con Rajoy; resultó duro desalojarle con una moción de censura"

'El País' publica un extracto del libro que el presidente del Gobierno sacará a la venta el 19 de febrero.

Pedro Sánchez saluda a Mariano Rajoy tras ganar la moción de censura.PIERRE-PHILIPPE MARCOU via Getty Images

El diario El País ha publicado este domingo un extracto del libro Manual de resistencia (Península) que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, sacará a la venta este 19 de febrero.

En él, Sánchez rememora cómo fueron los días previos y la jornada en la que accedió a la Presidencia a través de una moción de censura.

Primero, se muestra sorprendido con el "ridículo" que, a su juicio, hace Ciudadanos cuando el entonces líder de la oposición les plantea la posibilidad de una moción de censura a Rajoy tras la sentencia que condenaba al PP por la trama 'Gürtel'.

"Aquel lunes hablo con Pablo Iglesias. Al mismo tiempo, le envío un mensaje a Albert Rivera para pedirle que hablemos de la moción. Él me responde que mejor que eso lo hablen su hombre de confianza, José Manuel Villegas, y José Luis Ábalos, y si hay algo más importante ya lo tratamos nosotros después. A mí me parecía que un cambio de Gobierno era el tipo de cuestión de primera magnitud que debíamos abordar los dos líderes de nuestros respectivos partidos, pero, en fin.

(...) Rivera empieza a contar a la prensa que yo no le he llamado porque quiero pactar con los independentistas y romper España. Intoxicación pura y dura. Después de haberse negado a verse conmigo, me acusa de no haberle llamado: el tipo de comportamiento que convierte a las personas en no fiables.

(...) Empiezan a ponerle excusas a Ábalos, en definitiva porque no quieren que haya un presidente distinto de Rajoy. En fin, a partir de ahí empiezan a hacer cosas raras: anuncian que promoverán su propia moción, cuando ni siquiera tenían los diputados, no ya para ganarla, sino siquiera para poder presentar la iniciativa. Daban muestras de desconocer el Reglamento del Congreso de los Diputados. Incluso plantearon como posible pedir diputados prestados al PSOE, ¿para qué? ¿Para boicotear nuestra moción con más fuerza? Era todo absurdo. Por último, salieron con la idea de un candidato independiente y propusieron a algunos socialistas históricos, sin siquiera consultarles. Estos, a su vez, tardaron poco en desmentir públicamente que quisieran participar en ninguna operación con Cs, lo que se acercó mucho al ridículo".

Después, cuenta cómo tres días antes del debate de moción de censura, al PSOE sólo le faltaba el apoyo del PNV, algo que logra el miércoles (día antes del debate).

Sánchez confía en que Rajoy dé un paso a un lado, dimita y evite ser desalojado de La Moncloa de una manera tan abrupta. Pero no lo hace y se muestra sorprendido. El actual presidente del Gobierno reconoce que no le gustó, a nivel personal, que las cosas acabaran de este modo.

"Finalmente, el PNV anuncia su apoyo el mismo jueves 31, el día del debate, pero, desde la tarde antes, yo ya estoy convencido de que Rajoy presentará su dimisión en cuanto se confirme que la moción va a ganar. ¿Por qué no lo hizo? No lo sé, pero, en todo caso, fue su decisión. La mía es ofrecerle, hasta el último minuto, una salida digna, la que considero que se merece todo presidente del Gobierno de España. Por eso desde la tribuna del Congreso le pido que dimita y le digo que, de hacerlo, la moción se detiene en ese preciso momento. Realmente desconozco cuál es su estado de ánimo aquellos dos días de la moción. Todo está revestido de una enorme carga emocional. Él y yo habíamos pasado muchas horas juntos en los últimos meses, habíamos debatido sobre la situación en Cataluña, y habíamos compartido las medidas ante el desafío y horas muy difíciles para España. Eso ha generado una buena relación entre nosotros. Para mí resulta duro desalojarle de la Presidencia mediante una moción, y hasta el último minuto deseo que él plantee la dimisión, por motivos personales, pero también por dignidad política, la suya y la del puesto que ocupa".

Y por último, relata sus impresiones personales el día de la moción, cuando Rajoy se marchó a un restaurante toda la tarde hasta el momento de la votación:

"Rajoy pasa aquella tarde reunido en un restaurante con sus colaboradores más cercanos, mientras sus diputados desconocen por completo qué está sucediendo. Hasta la imagen del bolso de la entonces vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el escaño del presidente está cargada emocionalmente... En los minutos previos al desenlace, nadie sabía si Rajoy acudiría a votar o no. De improviso, irrumpió en el pleno del Congreso y solicitó intervenir desde la tribuna. Se palpaba la tensión, el dramatismo del momento. Al evocar esos instantes, recuerdo escuchar a Rajoy hablar con la voz quebrada. Al finalizar su emocionada intervención, la presidenta Ana Pastor se dirige a mí para saber si quiero o no intervenir. Le digo que no, porque entiendo que las últimas palabras de la moción deben ser las de Rajoy".

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Jefe de Política de El HuffPost