Mbappé, con un triplete, fulmina al Barça en la ida de octavos de Champions (1-4)
La estrella del PSG deja casi resuelta la eliminatoria y obliga al Barcelona a una machada en París.
Mbappé fulminó (salvo un milagro de dimensiones bíblicas) al Barcelona en la ida de los octavos de Champions League con un 1-4 a favor del PSG. La estrella del equipo francés, con un triplete, remontó el gol inicial de Messi y dejó la eliminatoria prácticamente resuelta. Al Barça le toca una machada o algo aún más fuerte, en la vuelta en París. Algún nostálgico culé se agarra al 6-1 en 2017.
El partido había empezado bien, al menos en el marcador, para los de Koeman, que se agarraban a la esperanza de la Liga de Campeones vista su mala posición en Liga y lo difícil que pinta su semifinal de Copa del Rey (perdió 2-0 en la ida con el Sevilla). Un gol de Messi de penalti en el 26′ ponía el marcador de cara ante un PSG que se presentó sin Neymar, otra vez lesionado, ni Di María, pero que arrancó dominando el juego.
Duró poco la alegría local. Cinco minutos después, en el 31, comenzó el recital de Mbappé (que ya había mandado algún aviso a la zaga blaugrana) con un tanto de puro talento. Pudo caer alguno más antes del descanso, pero Ter Stegen dejó las cosas en tablas en el medio tiempo.
La segunda parte fue bien distinta. El PSG volvió a perdonar un par de ocasiones claras antes de que llegase el gol que cambió el partido. En el 64′, Mbappé, siempre presente, aprovechó un rechace para poner el 1-2. Era el comienzo del fin para el Barcelona... solo cinco minutos después Kean puso el 1-3 con un remate de cabeza a bocajarro.
Ese 1-3 ya dejaba el cruce bastante decantado a favor de los parisinos, pero querían más. Ante un Barça muy tocado, contra las cuerdas, la consigna era hacer ‘sangre’... que luego nunca se sabe.
En el 85′, un contraataque del PSG, rematado magistralmente por Mbappé por toda la escuadra redondeó un resultado que deja las cosas muy claras para la vuelta, en París. Al menos, si no hay milagro del Barça, en versión inversa a la que ocurrió en el Camp Nou en 2017. Aquel 6-1 para los de Messi y compañía valdría.