Si la alianza progresista NUPES gana las legislativas, ¿puede Macron elegir otro primer ministro que no sea Mélenchon?
La buena dinámica de la alianza es innegable y Macron la reconoce oficialmente como su principal oponente.
Jean-Luc Mélenchon ya se ve en Matignon. Nada más terminar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, e incluso antes de que naciera la alianza de izquierdas, el líder de Francia Insumisa emplazó a los franceses para “elegirlo Primer Ministro” en las elecciones legislativas. La frase es rotunda, pero la realidad es que esta decisión corresponde al jefe de Estado, y solo a él.
Desde la reelección de Emmanuel Macron, la retórica de los insumisos, y ahora de la NUPES (Nueva Unión Popular Ecologista y Social), tiene un objetivo claro: fijar en la mente de los votantes la idea de que Jean-Luc Mélenchon será primer ministro en caso de victoria de la alianza progresista en las elecciones legislativas. El 26 de abril se empezó a distribuir un panfleto electoral con esta idea, y Mélenchon no ha dudado en hablar de Elisabeth Borne, “su predecesora”, en pasado. “Me gustaría reunirme con ella al menos una vez antes de sustituirla”, llegó a decir el líder rebelde el 17 de mayo.
Como muestran las encuestas, la coalición de izquierdas y la confederación presidencial Ensemble! (Juntos) están muy cerca en intención de voto, pero Jean-Luc Mélenchon se muestra confiado.
“Estamos bien situados para ganar. No digo que esté hecho, todavía tenemos que superar muchas dificultades, pero estamos bien situados”, ha insistido Mélenchon el viernes 3 de junio en franceinfo.
Solo hay un escollo, pero uno muy grande. En la Constitución francesa, nada obliga a Emmanuel Macron a elegir a su primer ministro entre el partido ganador de las elecciones legislativas. Y Mélenchon lo sabe perfectamente: “El señor Macron hará lo que crea conveniente”, ha admitido el viernes 3.
“Soy perfectamente consciente del carácter excepcional” de la situación, “pero si en unas elecciones no se puede elegir a alguien que no sea de la cuerda del presidente, entonces no tiene sentido celebrar elecciones, deberíamos nombrar directamente a los cargos”, comentó.
Pese a todo, Jean-Luc Mélenchon tiene un argumento a su favor: el voto de ratificación de la Asamblea Nacional. Una vez nombrado por el presidente, el primer ministro debe someterse a este trámite indispensable. “Le recuerdo que hay una formalidad que no depende de su buena voluntad, que es el voto de ratificación”, subrayó el autoproclamado candidato de Matignon.
El líder insumiso también tiene la tradición francesa de su lado. Como recuerda la página web del gobierno, es lo más “aceptado que el presidente de la República designe un primer ministro de entre la nueva mayoría”. Así ha sido el caso en las tres cohabitaciones de la Quinta República: la de Jacques Chirac (1986-1988) y la de Edouard Balladur (1993-1995) con el Presidente Mitterrand, y luego la de Lionel Jospin (1997-2002) con el Presidente Chirac.
“Cuando se hacen las cosas de forma democrática y no se decide todo en el Consejo de Defensa, se suele nombrar a la persona propuesta por la coalición mayoritaria”, ha añadido Jean-Luc Mélenchon, en referencia a la “monarquía presidencial” de la que acusa a Emmanuel Macron.
En el caso de que la NUPES logre la mayoría en la Asamblea, es difícil imaginar que los diputados recién elegidos ratifiquen a una persona que no ha salido de entre sus filas.
Pero, ¿y si Macron opta por una tercera vía? Para evitar a Mélenchon en Matignon, respetando la tradición francesa, el Presidente de la República podría elegir a otra persona de las filas de la oposición. ¿Tal vez Olivier Faure, Primer Secretario del Partido Socialista? ¿O Mathilde Panot, presidenta de Francia Insumisa en la Asamblea?
Son puras especulaciones, ya que nadie en la alianza ha mostrado su interés en esto, pero más vale prevenir que curar y la NUPES ya se ha preparado para este escenario. En todos los acuerdos celebrados con los partidos que componen la alianza, se designa explícitamente a Jean-Luc Mélenchon como la persona enviada a Matignon en caso de victoria en las elecciones legislativas. Durante las negociaciones, este punto formaba parte de las líneas rojas para unirse a la alianza. “Tenemos un acuerdo programático que designa un candidato para Matignon, que soy yo”, ha recordado Jean-Luc Mélenchon en franceinfo.
Habrá que esperar al 19 de junio para saber si la NUPES obtiene la mayoría en la Asamblea y, por tanto, si Jean-Luc Mélenchon puede reivindicar su puesto en Matignon. La buena dinámica de la alianza progresista es innegable y Macron la reconoce oficialmente como su principal oponente. Pero las elecciones legislativas se juegan en dos votaciones y el baile de alianzas entre ambas rondas será tan decisivo como los propios resultados. A estas alturas, a pocos días de la primera vuelta, las proyecciones de escaños tras la segunda vuelta no dan la mayoría a la izquierda.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.