El nuevo mapa socialista: Sánchez culmina la renovación potenciando a nuevos barones en federaciones clave
El socialismo se refresca con rostros como Espadas, Lobato, Illa y Andueza pensando en el nuevo ciclo electoral.
Pedro Sánchez ha culminado su gran renovación. Han sido cuatro fases para poner a punto el Gobierno y el partido para la fase final de la legislatura y mirando a las próximas citas electorales. Ha sido un proceso en varios actos: remodelación del Ejecutivo en julio, cambios en los grupos parlamentarios, nueva Ejecutiva federal y ahora la renovación de las estructuras territoriales.
Estos días toca eso que antaño se conocía como “los barones” (los líderes territoriales). Un proceso clave en cada autonomía, con la vista puesta ya en las elecciones regionales y municipales de mayo de 2023. Sin apenas hacer ruido interno, el cambio ha sido muy profundo y ha llegado a algunas de las federaciones más importantes.
El socialismo tiene rostros nuevos en Andalucía (Juan Espadas), Cataluña (Salvador Illa), País Vasco (Eneko Andueza), La Rioja (Concha Andreu), Ceuta (Juan Gutiérrez), Galicia (Valentín González Formoso), Madrid (Juan Lobato) y Murcia (José Vélez).
Se mantienen los liderazgos, en cambio, en Aragón (Javier Lambán), Asturias (Adrián Barbón), Cantabria (Pablo Zuloaga), Navarra (María Chivite), Comunidad Valenciana (Ximo Puig), Baleares (Francina Armengol), Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Extremadura (Guillermo Fernández Vara), Canarias (Ángel Víctor Torres), Melilla (Gloria Rojas) y Castilla y León (Luis Tudanca).
Si se toman en cuenta los datos de afiliados, las comunidades con cambios en el liderazgo representan a más del 51% de los militantes. Es decir, más de la mitad de los socialistas tienen nuevo jefe en sus federaciones a partir de ahora. Y esta vez se ha hecho sin apenas lío interno y con llamadas constantes a la unidad.
El cambio más profundo es el andaluz, donde Juan Espadas se ha hecho con las riendas de San Vicente y se ha sepultados definitivamente al ‘susanismo’, después de años de pelea directa con Ferraz. El alcalde de Sevilla coge un PSOE-A muy tocado, en la oposición tras cuarenta años de gobiernos de izquierdas y con la credibilidad muy debilitada dentro del partido por esa batalla.
Espadas será precisamente el primero en pasar por las urnas, pues las andaluzas son las siguientes elecciones a la vista. Deberían celebrarse a finales del año que viene, pero los tambores de un adelanto electoral suenan cada día con más fuerza en el Palacio de San Telmo. Las encuestas no pintan bien, con un Juanma Moreno (PP) cada día más asentado en el sur. Los propios socialistas reconocen que parece muy difícil poder conseguir la victoria, pero a partir de ahora tienen una nueva estrategia para intentar reconectar con el electorado. Su principal obsesión es recuperar a los 400.000 votantes socialistas que se quedaron en casa y se abstuvieron en diciembre de 2018.
Para ello, Espadas ha trazado un plan en el que tendrá mucha importancia el municipalismo. Aunque en un primer momento flirteó con la posibilidad de apoyar al PP-A en los presupuestos, esa negociación se ha roto y se avecina una oposición más dura. En su nuevo equipo cobra gran importancia Ángeles Ferriz, una estrella emergente en el sur que se ocupará ahora de la Vicesecretaría General del PSOE-A.
Uno de los cambios más importantes pasa también por la federación madrileña, hundida tras las elecciones del 4-M. Aquí el reto es doble: una nueva fórmula de oposición a Díaz Ayuso y revertir el sorpasso que sufrió por la izquierda a través de Más Madrid. Juan Lobato, ex alcalde de Soto del Real, ha ganado las primarias y quiere imprimir un aire diferente. Y no tiene mucho tiempo para recuperarse, hay elecciones en mayo de 2023 y las encuestas dan incluso un mejor resultado para el PP.
Lobato quiere pisar mucha calle y tirará mucho también de sus alcaldes. Los socialistas esta vez miran más para la cantera y apuestas a largo plazo, tras el mal resultado de los fichajes de fuera. Asimismo, se quiere impulsar también ya una candidatura para el Ayuntamiento de Madrid, y la gran favorita ahora para ese ticket electoral es Mercedes González (actual delegada del Gobierno).
No se trata de una federación, sino de un partido hermano. Pero el PSC baila ahora mismo el mismo son del PSOE y no se recuerda una influencia tan fuerte en Madrid en décadas (con ministros como Miquel Iceta y Raquel Sánchez, con la portavoz en el Senado, Eva Granados, y cargos en empresas públicas como Maurici Lucena). Pues ahora va a culminar su transición para pasar a manos oficialmente de Salvador Illa, que dejó Sanidad para competir en las elecciones del 14-F. Consiguió ganar en las urnas, pero no pactar contra el independentismo. Illa espera ahora seguir desplegando su oposición y preparar el partido para una nueva victoria con posibilidades. Le deja en sus manos el partido Iceta, que lo cogió tras la gran crisis vivida durante la época de Pere Navarro.
Dos territorios clave también tienen nuevos líderes, País Vasco y Galicia. En el primero de los casos el sillón principal ahora lo ocupa Eneko Aduenza, líder hasta ahora del PSE-EE en Guipúzcoa y portavoz en el Parlamento vasco. Ha arrollado en las primarias, con un 95% de respaldo, y sustituye a Idoia Mendia, una fiel sanchista que se centra ahora en su labor como vicelehendakari. Su llegada se interpreta también como una renovación generacional del socialismo vasco, con un nuevo líder nacido en 1979.
En el caso gallego ahora tienen como capitán a Valentín González Formoso. Su reto es totalmente diferente, y se parece mucho a Madrid: es un partido en horas muy bajas, con un Alberto Núñez Feijóo (PP) controlando la política y con un BNG que hizo un sorpasso. Tiene además que reconstruir internamente una federación que ha quedado muy fracturada tras aquellas elecciones y las primarias. Su declaración de intenciones: hay que mirar menos hacia dentro y lo orgánico para centrarse en la misión de reconectar con la sociedad gallega.
Concha Andreu se estrena como secretaria general del PSOE de La Rioja, a pesar de que lleva como presidenta de la comunidad desde las elecciones de 2019. Francisco Ocón decidió dar un paso atrás y tiene ahora su futuro próximo en el Senado. La dirección sufre un enorme cambio, teniendo como principal bastión en la Secretaría de Organización a María Marrodán. Y con vistas en las futuras elecciones, se ha colocado a tres consejeros del Gobierno regional también en la Ejecutiva.
De esta manera el PSOE pone la maquinaria a trabajar para esas citas electorales. En teoría primero será Andalucía, pero no se descarta que también en Castilla y León se saquen las urnas antes de tiempo. Está la posibilidad de que haga lo mismo Ximo Puig en Valencia, aunque por ahora lo descarta. Pedro Sánchez es consciente de la importancia de la batalla de mayo de 2023, con autonómicas y municipales, una cita que suele marcar la tendencia para las posteriores generales.
Una renovación en cuatro actos y un nuevo mapa socialista. ¿Lograrán la victoria en 2023?