La vida sin mascarilla: esto es lo que tienes que saber sobre la nueva normativa
Será obligatorio llevar una encima para cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad de metro y medio.
Sanidad ha dado luz verde a la vida sin mascarilla en la calle. Ya se sabía que el cubreboca dejaría de ser obligatorio, pero no habían trascendido las condiciones. A partir del próximo 26 de junio, los ciudadanos estarán exentos de llevar mascarilla en exteriores siempre y cuando se pueda respetar la distancia de seguridad de, al menos, metro y medio. Para cuando no sea posible, será obligatorio llevar una encima, según ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La propuesta que ha lanzado el Ministerio se basa en un informe de la Ponencia de Alertas y ha dado cuenta de él esta tarde la propia Darias en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad. España se une, así, a países como Francia o Grecia, donde también han dicho adiós este miércoles a las mascarillas en la calle.
El paso dado por Sanidad se produce, según Darias, porque “todos los indicadores”, así como la tasa de vacunación (50% de la población con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus), lo hace oportuno. Para que el plan se ley, se deberá cambiar la ley 2/2021, de 29 de marzo que regula el uso obligatorio de la mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y cerrados de uso público o abiertos al público, así como en los transportes.
Darias ha dejado claro que la propuesta de Sanidad es la base para que cada autonomía pueda legislar en función de su situación epidemiológica. Como ha señalado la titular de Sanidad, cada comunidad presenta una evolución diferente de la epidemia. Hasta el punto de que Andalucía no se atreverá, por el momento, a quitar la obligatoriedad de la mascarilla en la calle.
No obstante, aún habrá que llevar mascarilla en interiores, así como en el transporte público y en los exteriores, en aquellas situaciones en las que no se pueda mantener la distancia, como eventos o conciertos al aire libre. Es decir, en aglomeraciones.
“Cuando las personas se encuentren fuera de su domicilio, deberán disponer en todo momento de una mascarilla para uso personal por si así fuera requerido o en previsión de aglomeraciones o necesidad sobrevenida en espacios interiores o en transporte público”, añade el texto.
La nueva norma exime, según ha explicado Darias, del uso obligatorio de las mascarilla a los residentes en centros sociosanitarios en los que más del 80% haya recibido la pauta completa de la vacuna. Eso sí, esta excepción no aplica ni a las visitas ni a los trabajadores.
La propuesta de Sanidad también deja margen de flexibilidad en las prisiones: “El uso de mascarillas en centros penitenciarios en los que hay movilidad de los internos, tanto en exteriores como en espacios cerrados, se regirá por normas específicas establecidas por la autoridad competente del Ministerio del Interior”.
Una medida que lleva semanas encima de la mesa
Ya desde finales mayo, el director del CCAES, Fernando Simón, ha ido dando pistas sobre el día en que los españoles se librarían de la mascarilla en la calle. Es más, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, fue el primero en lanzar el órdago al Gobierno central.
Las autonomías ya habían planteando sus matices pese a que la mayoría ha proyectado lo mismo que ha terminado ideando Sanidad. Algunas han dado a conocer este mismo miércoles su hoja de ruta. Y también pasa por retirarla en exteriores cuando se pueda garantizar la distancia de seguridad de 1,5, además de liberar a los residentes ya vacunados.
El plan gallego, por ejemplo, tiene sus matices: será obligatoria, además, en las terrazas, salvo en el momento del consumo. En Aragón, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha anunciado que las personas vacunadas que viven en residencias de mayores o de discapacidad no tendrán obligación de usar la mascarilla dentro de estos recintos.
El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que es partidario de “administrar el sentido común en la dirección de la máxima prudencia”. El socialista apuesta por una “progresiva apertura” sobre la utilización de las mascarillas en una norma que debe ser “flexible y reversible”.
La relajación de las medidas contra el coronavirus, como el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en el exterior coincide con el repliegue que se ha producido en Israel, uno de los países con mayor índice de vacunados, y donde las autoridades han reimpuesto este miércoles algunas restricciones ante el repunte de casos de coronavirus por culpa de la propagación de la variante detectada por primera vez en India.
El director general del Ministerio de Sanidad israelí, Hazi Levi, ha resaltado que el país no ha alcanzado aún la inmunidad de rebaño y ha agregado que el repunte, que ha llevado al país a cifras máximas de contagios desde finales de abril, es motivo de preocupación.
El ‘zar’ israelí para la respuesta ante el coronavirus, Nachman Ash, ha apuntado que el Gobierno abordará la posibilidad de “reimponer la obligación del uso de mascarilla en espacios cerrados”, recientemente retirada.