Navarra pedirá ser zona catastrófica, mientras Aragón respira con cierto alivio tras la noche
La crecida del Ebro por la borrasca Barra tiene con el corazón en un puño a los ciudadanos de toda la ribera.
La crecida extraordinaria del Ebro mantiene en vilo a Aragón y Navarra. En la primera región, la noche ha sido algo mejor de lo esperado, tras tener que desalojar ayer a vecinos de la localidad de Novillas, y ahora se espera poder evaluar daños. En la segunda se plantean pedir la declaración de zona catastrófica y se mira con especial preocupación lo que ocurre en Tudela.
Según explica la agencia EFE, la población de Novillas (Zaragoza), el primer municipio de la ribera del Ebro aragonés, respira aliviada tras pasar esta noche la punta de la crecida extraordinaria del río sin causar daños personales y a la espera de que baje el nivel del agua, que ha anegado dos terceras partes del término, para evaluar el resto de daños.
La noche ha sido agitada para el alcalde, Abel Vera, que ha podido descansar a intervalos, preocupado por la resistencia del dique que protege el casco urbano después de la elevación que acometió ayer la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que, de momento, ha precisado a Efe, sigue aguantando, si bien siguen pendientes de posibles filtraciones de agua.
Aunque la situación “no es tan crítica” como anoche y el caudal ya ha bajado unos 30 o 40 centímetros, Vera ha informado de que sigue en niveles “muy altos” y no descarta que aguas abajo la fuerza del agua haya roto todas las motas.
De las 2.500 hectáreas de término municipal, el alcalde calcula que el agua habrá anegado dos terceras partes y se ha “salvado” el casco urbano y “algo” de monte, por lo que ya es superior a la de 2015.
Tras las evacuaciones de 55 vecinos ayer de la parte baja del pueblo como medida de prevención, ya no ha sido necesario el traslado de más habitantes.
La punta de la crecida se dirige ahora hacia Zaragoza, y aunque no llegará hasta últimas horas de este martes, ya presenta un caudal de 1.709,83 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,71 metros (en 2015, la última gran avenida, alcanzó 2.448 m3/s y 6,10 metros de altura).
Por ello, el Ayuntamiento de Zaragoza elevó anoche a fase de emergencia el Plan de Protección Civil y esta mañana se celebrará una nueva reunión en el Centro de Coordinación de Emergencias del Parque 1 de Bomberos.
Conforme aumenta el caudal, en el barrio rural de Alfocea, donde ayer se evacuó la parte baja, el agua ha empezado a rebasar el nivel de la carretera de conexión con la pedanía de Monzalbarba, a la bajada del puente sobre el Ebro, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza, que cuenta con la colaboración en la vigilancia de la zona de la Guardia Civil y de la Unidad de Pontoneros, que balizarán la carretera para facilitar, mientras sea posible, el tránsito con vehículos todoterreno (sólo los de emergencias) en caso necesario.
Asimismo, se está detectando en la capital aragonesa la entrada de agua, progresivamente, en puntos habituales próximos al río, como el club deportivo Helios, el Parque del Agua, huertos de Juslibol, la parte baja de Vadorrey, la arboleda de Macanaz y el parque de la Cruz Roja (entre puente Almozara y Pasarela del Voluntariado).
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, participará esta mañana en una nueva reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para analizar la situación a la que también asisten la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mayte Pérez, y la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano.
Por su parte, la Guardia Civil ha movilizado a unos 100 efectivos de distintas especialidades para participar cada día en el dispositivo puesto en marcha por esta crecida del Ebro.
La UME (Unidad Militar de Emergencias) cuenta con 292 efectivos desplazados y el apoyo de 102 vehículos y un helicóptero para el desarrollo de sus trabajos y, desde ayer, está preparado el equipo medio de bombeo de aguas y lodos para la extracción y reenvío de agua cargada con material en suspensión o disuelto y una capacidad de bombeo de 320 m3/h.
Mejor, pero con mucho por hacer
Mientras, en Navarra, el Ebro continúa en alerta este lunes, a las 9,10 horas, a su paso por Castejón, con un caudal de 1.610 m3/s y una altura de 6,65 metros, si bien la tendencia es descendente, según información del Gobierno de Navarra difundida por Europa Press. En Tudela, el río superó los seis metros de altura y se espera que el caudal máximo.
Según el resto de estaciones de aforo de la zona sur de la Comunidad foral, el estado de los ríos es normal, como en Funes, donde el río Arga tiene un caudal de 302,50 m3/s y una altura de 3,49 metros. La tendencia es a la baja. También es normal el estado del río Ega en Andosilla, donde marca un caudal de 106,86 m3/s y una altura de 2,38 metros, con tendencia también a la baja.
En esta región, donde el paso del temporal Barra ha dejado dos fallecidos, se pedirá la declaración de zona catastrófica, según ha asegurado en RNE su presidenta, María Chivite. La situación ha mejorado, ha confirmado en dicha entrevista, en relación con la jornada anterior, pero aún queda mucho por hacer y aunque todavía es pronto para evaluar daños, la agricultura es de momento el sector más afectado, y también se han visto afectados “residencias de ancianos, colegios y centros de salud”.
De cara al futuro, Chivite ha avanzado que se debe trabajar en los planes de inundación, ya que estas “Estas inundaciones son cada vez más comunes y tenemos que estar mejor preparados”.
La presidenta de Navarra ha convocado para este lunes una reunión con los 74 municipios que tienen daños por este episodio de inundaciones que ha dejado dos fallecidos. Este domingo se ha rescatado el cuerpo de un vecino de 61 años que desapareció el viernes y cuya furgoneta cayó al río. Era la segunda víctima que deja este temporal.