"No se atreverán" a presentar la moción
Moncloa cree tener atado el apoyo de sus socios parlamentarios. "Sánchez siempre vive al filo del precipicio", resume un socialista. El PP toma oxígeno y pone el foco "en la corrupción" socialista.
Pedro Sánchez no cree que Alberto Núñez Feijóo se atreva a dar el paso de presentar una moción de censura. Y, en caso de hacerlo, se muestra convencido de que el bloque que le permitió ser presidente no se moverá. Ni siquiera los diputados de Junts, a pesar de las constantes discrepancias con el fugado Carles Puigdemont. "Perder esa moción sería muy duro para el PP porque dejaría constancia de que no ha conseguido ningún apoyo más desde las últimas elecciones generales", según fuentes socialistas.
El terremoto político provocado por las declaraciones del comisionista Víctor Aldama ante la Justicia dieron al traste con la estrategia de Moncloa. Una vez más, todo lo planeado por el Gobierno quedó en papel mojado, generando una sensación de inestabilidad de la que Sánchez se muestra incapaz de escapar. Es verdad que abortó el plan del PP español de tumbar la designación de Teresa Ribera en Bruselas y que logró aprobar su paquete fiscal tras negociaciones al límite, pero también que Aldama apuntó prácticamente a todas direcciones dibujando un panorama de corrupción alrededor de la Presidencia del Gobierno.
Ante tales acusaciones, Sánchez tuvo que improvisar una declaración ante los medios, los presuntos implicados atendieron a los medios para negarlo todo y se propició una denuncia conjunta coordinada por Ferraz. "Mentira", repitieron prácticamente al unísono los portavoces tanto del Gobierno como del PSOE. Más cautos se mostraron sus aliados parlamentarios, pero sin dar a entender en ningún momento que su apoyo a Sánchez esté en peligro. "Las acusaciones se tienen que demostrar", reseñaron desde el PNV. "Que se investigue hasta el final, caiga quien caiga", proclamaron desde Sumar, aunque sin dar credibilidad a Aldama.
Una vez te alejas del entorno del presidente, la sensación que existe es que "si no es una cosa, es otra", en palabras de un líder territorial socialista. "Sánchez siempre vive al filo del precipicio y con él su gobierno y los intereses del país", resume este dirigente, que no cree que el presidente esté implicado en la trama corrupta. "Vivimos instalados en la incertidumbre. Ahora se vende como un éxito que, en el último minuto y tras una negociación agónica, hayamos podido sacar el pacto fiscal cuando hace meses que los Presupuestos tendrían que estar aprobados", remata su diagnóstico.
A los escépticos, incluso en sus filas, Sánchez traslada el mensaje de que agotará la legislatura. "No son negociaciones fáciles, pero acabamos sacando adelante nuestras medidas". Y el objetivo final es aprobar sí o sí las cuentas públicas, para mandar así un mensaje nítido a la opinión pública. Si bien, incluso el equipo del presidente muestra su frustración ante su incapacidad de marcar la agenda pese a los buenos datos económicos. Un "calvario diario", en palabras de un diputado, ante el que solo queda resistir y tirar para adelante, según interpretan de puertas para adentro.
Para el PP, el caso Aldama fue la oportunidad perfecta para tomar oxígeno y centrar el foco. "Elecciones ya", corearon en el principal partido de la oposición. Pero, además, Feijóo por primera vez se abrió a presentar una moción de censura contra el presidente. "Si sus socios quieren acabar con todo esto, estoy a disposición para abrir una nueva etapa", destacó el jueves, en una declaración institucional sin preguntas, con Aldama ya en todas las portadas.
En privado, las fuentes consultadas tanto en la dirección como en las estructuras territoriales admiten que hoy por hoy no se dan los números para que fructifique esa moción. Pero sí existe un debate interno sobre si hay que presentarla aunque sea para perderla. "No podemos estar amagando permanentemente. Tenemos que presentar nuestro proyecto ante un Sánchez acorralado. Se puede perder numéricamente pero ganar simbólica y moralmente", en palabras de un alto cargo de la formación. Le responde un barón: "Al final, Sánchez saldría reforzado y los nuestros todavía más frustrados al comprobar que seguiría en Moncloa".
Feijóo, que en los últimos meses ha mantenido contactos directos o indirectos con todas las formaciones del arco parlamentario salvo con Bildu, se inclina por la segunda de las tesis, y ya ha trasladado que no registrará una moción para perderla. De momento, aseguran los suyos, la decisión es inamovible en este sentido
Sea como fuere, lo que pocos dudan en el PP es que Sánchez "seguramente" logre sacar los Presupuestos, lo que le permitirá alargar la legislatura. "Si tuvo tentaciones de adelantar elecciones por lo que ha pasado en la Comunidad Valenciana, seguro que ya se le ha pasado", sugiere un diputado popular. "¿Mi apuesta? Habrá Presupuestos y legislatura larga. Siempre he pensado lo mismo y tenemos que hacernos a la idea", en palabras de un barón territorial.