Mónica López: "Políticamente no soy sospechosa de nada"
La presentadora de 'La hora de la 1' valora sus primeras semanas al frente del programa y responde a quienes critican que sea ella quien entreviste a los líderes de los partidos.
No es fácil estrenarse como presentadora en un programa informativo en la franja matinal. No es fácil debutar con una entrevista al presidente del Gobierno y sabiendo que todos los ojos están puestos en ti. Por el entrevistado y por suponer ese primer programa un salto significativo en tu carrera. Porque en tu currículum no aparece el periodismo por ningún lado: la carta de presentación es meteoróloga.
Mónica López sabía a lo que se enfrentaba el día que aceptó ocupar la plaza que dejó vacante María Casado y ponerse al frente de La hora de la 1. “Contaba con las críticas, lo tenía clarísimo”, dice al otro lado del teléfono en una entrevista con El HuffPost.
Acaba de completar la tercera semana al frente del programa y lo raro sería que no hiciese un balance positivo. “Estoy contenta con el programa, con el equipo, con el resultado, con lo que hacemos… No digo que no me gustara hacer el tiempo, eso siempre me han encantado y es algo con lo que me siento muy cómoda, pero me gusta hacer tele y lo que estoy haciendo me gusta mucho”, explica la conductora del magazín.
Tú te sientes cómoda, pero hay mucha gente que aún no encaja que una meteoróloga entreviste al presidente y al vicepresidente del Gobierno.
Yo encaro las entrevistas y las preguntas desde el punto de vista del ciudadano. Cuando hago las entrevistas no me planteo quién debería hacer esas preguntas, me planteo lo que la gente querría saber en su casa. Cuando pregunto una cosa y no me contestan o contestan otras, se lo digo al entrevistado. Pero no por comprometerlo o apretarle, pienso que es lo que quiere la persona que está en su casa.
¿Y cómo encajas esas críticas? ¿Las lees?
Si te digo la verdad no he visto muchas. Vi muchas más críticas antes de empezar el programa que una vez que el programa ha arrancado. Había mucha estupefacción cuando saltó mi nombre, pero en la rueda de prensa pedí los 100 días de gracia. Dije: ‘Vamos a arrancar el programa y si no os gusta me lo decís’. Ahora que ha arrancado no me ha llegado una horda de gente diciendo: ‘Esa mujer qué hace’.
Pero también soy consciente de que en la tele, como en todo, hay gente a la que le gustas y gente a la que no. En el tiempo me pasaba igual, había gente que le gustaba y había gente que me odiaba. Pero eso va con el trabajo.
Pediste 100 días de gracia te quedan 85, ¿crees que el formato tiene recorrido tal como está?
Creo que sí. Estamos en general bastante contentos aunque tenemos que trabajar mucho aún. Es un equipo muy grande y hay que engrasar todo. Con los días iremos haciendo el programa que queremos hacer, eso está clarísimo, tenemos que seguir trabajando.
¿Y qué queréis hacer? ¿Qué necesita mejorar en La hora de la 1?
Quiero que sea un programa que aclare mucho las cosas, ponerlas encima de la mesa, contarlas con calma, de forma clara, que se puedan entender, buscar la participación ciudadana... Ahí tenemos mucho recorrido por hacer. Es verdad que hay días en los que tenemos temas, que queremos tratar con calma, pero de repente aparece la actualidad y se cae todo lo que tenías previsto. El principal objetivo del programa es encontrar un tono que sea muy inteligible. Que la gente nos vea y sepa que podemos aclararles cosas. Ahí es donde tenemos que mejorar. ¿Si me preguntas si hemos cumplido ya el objetivo? No. Para el programa que queremos hacer falta aún el engrasarnos todos.
La primera semana se miró mucho el dato de audiencia y se valoró como un batacazo, ¿lo ves así?
La segunda y tercera semana hemos tenido unos datos muy buenos y mejores respecto a de dónde venimos. Comparar con la competencia, con Antena 3 y Telecinco, es fácil, pero el consumo televisivo de la franja matinal es un consumo muy consolidado y es una carrera muy de fondo.
De todas formas, más que por la audiencia estamos apostando por el programa que queremos hacer. Por bajar a la calle y hablar a los ciudadanos de política, de economía, de todo lo que tiene repercusión. Vivimos en un mundo en que hay información por todos lados, información contradictoria, y hay que poner encima de la mesa la información y buscar expertos que lo aclaren todo.
Uno de los momentos que más se ha comentado desde que empezó el programa fue la respuesta que le diste a Santiago Abascal en la entrevista, ¿fue tan tensa como pareció en pantalla?
Fue tenso porque él estaba tenso. No creo que en ningún momento lo atacara, no intenté atacar a nadie. Intentamos que explicara su postura respecto a la moción de censura, a lo que había dicho el día anterior en el Congreso... Se le preguntaron las cosas y él las fue respondiendo. Es verdad que no quiso venir a plató, que es lo que lo que pretendemos con las entrevistas a políticos. En teoría iba a estar pero el día anterior nos dijeron que no.
Yo no tengo ningún interés en atacar a un político más que a otro, para nada. En ese sentido no soy sospechosa de nada, he estado haciendo información meteorológica durante años. Me interesan las decisiones políticas como a cualquier ciudadano y en eso pienso al hacer las preguntas, para hacer las repreguntas, para que nos aclaren las cosas.
Entonces no fue un momento tan tenso como pareció...
No tengo la sensación de mucha más tensión que en otras entrevistas. No estuve más tensa ni menos tensa. Le dije a Abascal que cuando quisiera que estaban las puertas abiertas de plató, que viniera a explicar lo que quiere decir cuando dice las cosas, somos la televisión pública. A mí me interesa saber lo que nos quieren decir todos los políticos, de todos los partidos, ellos también tienen sus votantes. Tenemos que ser el sitio donde cualquiera puede escuchar a un político defender su postura respecto a los que sea y sentirnos libres para preguntarles cualquier cosa.
¿Echas de menos el tiempo?
No. Es lo que te digo. Estoy disfrutando muchísimo con lo que estoy haciendo.
Hace año y medio fuiste noticia por denunciar las críticas por tu físico que habías recibido por mail, críticas que no reciben tus compañeros hombres. ¿Dirías que ha mejorado algo?
Eso también es un trabajo de fondo. Ahí cometí un error que fue decir quién fue la persona que me había mandado el mail, porque al final se hizo escarnio de esa mujer y esa mujer no lo merecía. No tenía intención de que se montase lo que se montó. Era un ejemplo de cómo a las mujeres nos valoran por el físico y eso no le pasa a los hombres. Quería ponerlo encima de la mesa y hacer una reflexión.
A mí ahora me da igual, porque los complejos que he podido tener ya me dan igual, pero las redes llegan a todas las edades y ese tipo de machaque a una chica de 15 años puede amargarla la vida, pueda hacerle tener un trastorno alimentario, puede hacer infeliz a los restos.
Como sociedad tenemos que aprender a respetar un poco, a respetar el cuerpo de los demás. Las redes sociales han permitido eso: el insulto gratuito y anónimo es más fácil y puedes llegar a cualquiera y machacarlo de la manera que tú quieras, y creo que eso a los adultos nos puede dar un poco más igual pero tenemos que aprender entre todos que eso no se puede normalizar y está muy normalizado.