El ministro de Universidades ve los insultos en el Elías Ahuja como "una forma de violencia de género"
Joan Subirats ha defendido que estos hechos “no forman parte de lo que es habitual” en cualquier residencia universitaria.
El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha opinado este viernes que lo ocurrido en el Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid “es una forma de machismo y de violencia de género revestida de una lógica de tradición” que “no es aceptable” y “no se puede consentir a estas alturas”.
Durante una visita a la residencia universitaria Flora Tristán en Sevilla, ha sido preguntado por la prensa por la polémica suscitada por la actitud de los residentes del Elías Ahuja contra las estudiantes de la residencia femenina Santa Mónica, situada justo enfrente.
Subirats ha señalado que tienen que hablar con el equipo de gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que es el responsable de este colegio mayor, para que tome las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir y para que “descartemos esa idea de tradición que faculta que se puedan hacer estas cosas”.
“Esto no es aceptable a estas alturas de la historia”, ha subrayado el ministro, antes de recalcar que estos hechos “no forman parte de lo que es habitual” en cualquier residencia universitaria.
Subirats ha destacado la importancia de que se haya destapado lo ocurrido en el citado colegio mayor porque esta es una etapa de formación para los jóvenes y, si no se pone remedido estas cosas se acaban normalizando y “luego sufrimos de estas prácticas durante toda la vida”.
Un vídeo que fue grabado la noche del domingo y que se ha hecho viral en las redes muestra como uno de los residentes del Elías Ahuja se asoma a una de las ventanas del colegio mayor y desde allí, a gritos, insulta a las estudiantes del Santa Mónica.
“Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea, ¡vamos Ahuja!”, exclama ese estudiante, momento en el que se levantan al unísono las persianas de todas las habitaciones de la siete plantas de una las fachadas del colegio y los estudiantes asomados comienzan a proferir cánticos.
La Fiscalía de Madrid anunció este jueves que investigará si estos gritos e insultos machistas constituyen un delito de odio y se ha unido a la investigación iniciada por la Universidad Complutense de Madrid.