'Marvel’s Spider-Man: Miles Morales': Más corto, más intenso, más espectacular
Podría decirse que peca de continuista, pero el videojuego de PlayStation 5 ofrece importantes novedades.
Marvel’s Spider-Man: Miles Morales, la gran apuesta de Sony para dar el pistoletazo de salida a sus nuevas máquinas, ha llegado a los usuarios de todo el mundo este jueves para inaugurar el catálogo de PlayStation 5 la nueva generación. La batuta la sostiene Insomniac Games, encargada de continuar otra vez el nuevo canon para las consolas PlayStation. En esta ocasión, el libreto deja de lado el protagonismo de Peter Parker, el original trepamuros, y poner el foco sobre Morales, tal y como se dejaba intuir en el epílogo de la aventura del hombre arácnido, publicada el pasado 7 de septiembre de 2018.
El título standalone —episodio independiente del juego original con una escala
reducida— deja claro lo divertido que es balancearse por los rascacielos dentro de una Manhattan virtual enfundado en el traje del hombre araña. Ya lo hizo
Insomniac con Parker, y lo vuelve hacer. No es una segunda parte al uso, de modo que resulta muy similar al visto en 2018. Insomniac aprovecha casi todo el material del original y podría decirse que peca de continuista, aunque lo cierto es que ofrece importantes novedades.
Nuevo personaje, nuevos poderes y una perspectiva diferente del escenario. Es Navidad en la ciudad que nunca duerme, ocasión ideal para probar la nueva tecnología de la máquina: la iluminación por trazado de rayos en tiempo real (Ray Tracing). El efecto de las luces sobre los charcos, el reflejo de las ventanas de los edificios de la metrópolis o los efectos de luz, por ejemplo. Marvel’s Spider-Man: Miles Morales invita a escoger entre dos modalidades gráficas.
El modo por defecto, “fidelidad”, ofrece 4K nativos a 30 FPS, totalmente estables, además de disfrutar de las mejoras visuales comentadas antes. El modo ”rendimiento” pasa a un 4K dinámico, con unos 60 FPS y sin Ray Tracing. Se sacrifica calidad gráfica por una mejora en la tasa de fotogramas. Cuestión de gustos. Aún con todo, no es un juego que deje la boca abierta con su apartado gráfico en PS5, ya casi tocó techo en el original, y Miles Morales no deja de ser la misma versión, aunque algo más potenciada. Es un puente entre las dos máquinas, entre la vieja y nueva generación.
Donde sí sorprende, y mucho, es el veloz disco duro SSD de la nueva consola. Los tiempos de carga, tan odiados entre los jugadores, apenas duran unos
segundos, y lo se agradece cuando hay que viajar de una punta a otra de la ciudad y es necesario utilizar el transporte rápido.
Imposible dejar de lado las novedades jugables antes comentadas. Miles es diferente a Peter; Peter es distinto a Miles. Si el amigo y vecino conocido por todos se vinculaba con una cámara de fotos, a este joven afroamericano no se le puede entender sin música a su alrededor. Por ello, cuando se balancea se oyen grandes éxitos del hip-hop, mientras que en el combate se puede aprovechar esa coreografía sonora con su capacidad para ser invisible o el puño Veneno, un poderoso golpe eléctrico que ni siquiera él es capaz de dominar dada su juventud.
Escoger como protagonista a Miles Morales fue una decisión lógica y acertada. Su llegada da un soplo de aire fresco, que amplía el universo que ya se vio hace un par de años. El escritor Brian Michael Bendis y la artista Sara Pichelli, con el trasfondo y la inspiración del ascenso de Obama a la presidencia estadounidense, parieron a Miles Morales en la cuarta”grapa” de Ultimate Fallout, cuando fallece Peter Parker.
Un adolescente de raza negra, de origen hispano salvaría a Nueva York de las nuevas amenazas que acechaban a la ciudad. Ahora, en esta expansión, ofrece un abanico nuevo en la jugabilidad del producto de Insomniac, que hace las delicias de todos los fans del personaje. Un sistema jugable, ya marca de la casa, que cabe esperar que evolucione en futuras entregas del superhéroe.
Marvel’s Spider-Man: Miles Morales tiene la dura responsabilidad de abrir la generación de Sony. Un juego casi brillante, continuista con su iteración original, que por motivos de tiempo repite aciertos y errores, y que necesitará evolucionar para no encasillar la saga. Una buena opción para disfrutar de un buen puñado de horas, acompañados del hombre araña, y sentirse parte de la protección de una Manhattan en peligro. Y, por supuesto, no olvidar nunca que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”