Marlaska anuncia que quitará las concertinas de Ceuta y Melilla en las próximas semanas
Las sustituirá con un aumento de las vallas hasta los 10 metros de altura.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este sábado en Ceuta que la retirada de los alambres con cuchillas, las concertinas, que actualmente coronan el perímetro fronterizo de la ciudad autónoma comenzará "en las próximas semanas" y que esos elementos "irrelevantes" para impermeabilizar la frontera serán sustituidos con un recrecimiento del doble vallado de seis a diez metros de altura en los tramos "más sensibles".
Además se colocarán "tres tipos distintos de materiales" para dificultar el trepado de las vallas, que se rematarán en su parte superior con "elementos más seguros y menos lesivos" en un enfoque de "seguridad con humanidad" para los migrantes que intenten acceder irregularmente a territorio español desde Marruecos saltando el perímetro.
En declaraciones a los medios, tras visitar la frontera y reunirse con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas (PP) y la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, el ministro ha explicado que cuando llegó a Interior se encontró "en un cajón" un informe "de junio de 2017" en el que el Ejecutivo de Mariano Rajoy dejaba constancia de los "muchos puntos vulnerables" que tenía la frontera de Ceuta, de la "obsolescencia" de los medios técnicos a disposición de las Fuerzas de Seguridad y de la "irrelevancia" en términos "disuasorios" de las concertinas, "que sin embargo causan importantes daños personales".
"No hicieron nada para revertir la situación", ha lamentado Grande-Marlaska sobre la actitud del Gobierno del PP. En "ocho meses", ha contrapuesto, "hemos aprobado un plan de intervención en las fronteras de Ceuta y Melilla que tiene el nuevo circuito cerrado de televisión en fase de ejecución y la intervención en determinadas zonas de la frontera y el perímetro comenzará en las próximas semanas, en cuanto se cumplan los trámites administrativos necesarios".
Interior también prevé acometer una "remodelación completa" del espigón marítimo fronterizo del Tarajal, una obra que el Gobierno anterior comprometió justo después de la muerte de al menos 14 migrantes de origen subsahariano ahogados el 6 de febrero de 2014 pero nunca ejecutó.
"He venido a Ceuta con el principal objetivo de respaldar, agradecer y reconocer el trabajo y la profesionalidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en Ceuta, a veces en situaciones difíciles y en circunstancias complejas", ha señalado el ministro, que ha defendido que el gasto en seguridad "es social" y ha insistido en que "cada vez que el PSOE sale del Gobierno lo deja en el entorno del 0,62 por ciento del PIB, una décima por encima de donde lo sitúa el PP".
Ceuta pide "socorro" por los menores
El ministro se ha mostrado también "preocupado" por la situación de "los menores solos no acompañados", eje central de su encuentro con Vivas, y ha explicado que "desde octubre" está "trabajando" con su homólogo marroquí "para que puedan volver con sus familias teniendo siempre en cuenta el interés superior del menor".
En declaraciones a los medios el presidente de la Ciudad ha valorado la "receptividad, implicación, compromiso y comprensión" que ha encontrado en Grande-Marlaska a su llamada de "socorro" para atender "tres peticiones urgentes: que los menores migrantes retornen a Marruecos o sean trasladados a la península; que haya más policías y más guardias civiles en la frontera y en el Puerto; y que se blinde este último para reducir el 'efecto llamada' a las personas que quieren llegar a la península como polizones".
El presidente de la Ciudad ha incidido en que durante el año pasado el número de niños y adolescentes extranjeros acogidos por la Administración autonómica "se multiplicó por cinco", pasando de unos 800 en 2017 a más de 3.400, y su periodo de estancia media en el Centro de Realojo Temporal "aumentó un 90 por ciento", con lo que se han "desbordado" los recursos de la Administración, generando "inquietud y preocupación en la ciudadanía" y alimentando "mafias dedicadas a su explotación".
Más a largo plazo y como "medidas estructurales" Vivas ha pedido al ministro "que Ceuta no se convierta en un macrocontenedor de retención de migrantes adultos o menores" y "que la frontera para los ciudadanos marroquíes y argelinos esté en el Tarajal y no en el Puerto".