Correr una maratón no es una prueba al alcance de todo el mundo. Al menos, a priori. Hay que prepararse duro para llegar hasta el final. El día de la prueba todo cuenta, incluida la ropa. De ahí que los corredores suelan lucir atuendos similares, que favorezcan la marcha.
No es el caso de Lukas Bates, que este domingo completó la maratón de Londres vestido de Big Ben. Su objetivo era entrar en el Libro Guinness como el corredor más rápido en completar el trayecto ataviado como un punto de referencia. No lo consiguió. Pasó la meta tres horas y 54 minutos después de salir, y quien tiene el récord lo había hecho en tres horas, 34 minutos y 34 segundos.
Su imagen recorriendo Londres como el famoso reloj del Palacio de Westminster ha dado la vuelta al mundo, como también la de la entrada a meta. A Bates se le atragantó el arco de entrada y tuvo que necesitar ayuda para atravesar la línea final.
Más allá de entrar en el Libro Guinness de los Récords, lo que Bates buscaba era divertirse. “Ya había completado la Maratón de Londres cuatro veces antes, así que este año decidí hacer algo distinto, divertirme un poco y usar un disfraz loco”, dijo a la cadena británica BBC.
El récord, por ahora, lo sigue ostentando Richard Mietz, que en 2018 completó la prueba de Berlín vestido como la Puerta de Holstentor, que da entrada a la ciudad Lübeck (Alemania).
“Corre en grupo, corre solo, de noche, de día, compite o no compitas... hazlo como quieras, pero disfruta de ello. Es la mejor forma de evitar excesos y con ello, riesgos de lesiones”, sentencia Daniel Martínez Silván.