Los sanitarios de Madrid, víctimas del temporal (y de la dejadez del Gobierno)
La Atención Primaria en los pueblos se lleva la peor parte: “Hay gente que iba para trabajar 12 horas y se ha tenido que quedar 96”.
El temporal de nieve de este fin de semana y la consiguiente ola de frío extremo que vive casi toda la Península han dañado a una Sanidad ya tocada. Cuando la Comunidad de Madrid se encuentra inmersa en un grave pico de contagios de coronavirus y en un plan de vacunación que no acaba de despegar, el temporal pone un nuevo palo en las ruedas en los centros de salud de la región.
Este fin de semana, las redes sociales se han llenado de mensajes de sanitarios muy apurados por el temporal. Los que estaban en el hospital no pudieron volver a sus casas, y doblaron o incluso triplicaron sus turnos. Muchos de los que tenían que entrar a trabajar no pudieron llegar a sus centros. Otros lograron llegar de forma heroica, y otros muchos se vieron obligados a despejar los accesos, pala en mano, para que las ambulancias y los enfermos pudieran entrar.
La situación este lunes no es mucho mejor. Y desde la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) señalan que la peor parte se la lleva la Atención Primaria. “En los hospitales siempre se trabaja los fines de semana, se hacen guardias todo el día y, aunque haya sido una faena para los trabajadores atrapados, los centros están preparados para que la gente pase allí la noche. En muchos consultorios no es así”, recalcan.
AMYTS denuncia que este lunes todavía había algunos sanitarios atrapados en su lugar de trabajo, y lo achacan principalmente a que las direcciones de los centros de salud de algunos municipios, entre ellos Morata de Tajuña, Navas del Rey o Cadalso de los Vidrios, no permitieron su cierre el viernes por la tarde. Y cuando los médicos quisieron salir, era demasiado tarde.
“La presidenta de la Comunidad de Madrid [Isabel Díaz Ayuso] dijo este domingo que los centros de salud se iban a abrir con total normalidad este lunes, y lo que nos hemos encontrado han sido accesos inaccesibles, caídas de sanitarios, fracturas, roturas de muñecas, lesiones. Esa es la situación”, describen desde la Asociación. “La UME ha ido despejando los accesos de hospitales, pero en los centros de salud, y más los de zonas rurales, no ha sido así”, lamentan. “En otros muchos no hay calefacción, y la peor situación se la han llevado los SAR, los servicios de atención rural, que dan servicio a varios pueblos de la zona”, señalan.
Ángel Bayo es médico en un dispositivo de asistencia rural (SAR) y, aunque este fin de semana no tuvo que trabajar como tal, no dejó de ayudar a compañeros que se habían quedado atrapados, principalmente en localidades del sureste de Madrid. “Estaban en situaciones realmente complicadas”, asegura.
“Infinidad de compañeros han estado incomunicados en sus centros hasta 96 horas, con todo lo que esto conlleva no sólo para la salud del profesional, sino también para la salud de la población”, dice.
Bayo lamenta que “las jerarquías no tomaron partido, no avalaron el cierre de dispositivos y no permitieron que los profesionales se fueran a descansar”. “Todo esto ha generado graves conflictos”, apunta. Uno de ellos es “la alimentación”: “Hay gente que iba para trabajar 12 horas y se ha tenido que quedar 96, muchas veces sin poder salir a comprar”, denuncia. “Tampoco ha habido tareas de limpieza y desinfección en estos días, precisamente en pandemia”, lamenta. “En algunos centros la situación ha sido dramática. Estamos hablando de zonas rurales”, recuerda el médico.
Bayo sostiene que “si la gente ha sido capaz de volver a su casa ha sido por la ayuda y la buena voluntad de la vecindad”. “Ellos se han ofrecido a llevarles a casa, a llevarles comida o calefactores”, cuenta.
Al médico le duele especialmente que la Consejería de Sanidad no haya puesto recursos para rescatar a los profesionales encerrados en sus centros. “No entendemos cómo a la Consejería de Sanidad no se le ha ocurrido gastarse cuatro duros en poner un servicio de 4x4 para recoger al personal, o cómo no se les ocurrió cerrar los dispositivos para que el personal no se quedara allí atrapado”, explica.
“Decían que desde el sábado estaban en contacto con Protección Civil y la UME. Pero de los 43 dispositivos SAR de todo Madrid, no hay uno en el que se haya visto la llegada de Protección Civil o de la UME”, exclama Bayo. “Nos hemos sentido abandonados, desprotegidos y maltratados. Nuestros gerentes a veces se olvidan de que existimos”, dice. “No se puede dejar a la gente tirada de esta manera”.