Los obispos rechazan "la muerte provocada" pero no piensan en "cárcel" para el hombre que ayudó a morir a su mujer enferma
“No estoy hablando, Dios me libre, de pensar en la cárcel"
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha mostrado la oposición de la Iglesia católica a la “muerte provocada”, sobre el caso de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a su mujer enferma de esclerosis múltiple en fase terminal a morir, aunque ha asegurado que no piensan en la “cárcel” para él.
“Nosotros pensamos que la muerte provocada nunca es la solución a los conflictos, ni en caso de aborto ni en el caso de la eutanasia ni en otros casos más de la vida ordinaria en que la muerte es consentida, como tantas personas que mueren en el Mediterráneo”, ha subrayado Argüello este viernes 5 de abril durante la rueda de prensa posterior a la Asamblea Plenaria de la CEE.
En cualquier caso, ha expresado su “pésame” a la familia ante esta situación “dramática” y ha puntualizado que no piensa en la “cárcel” para el marido, Ángel H., que este jueves fue arrestado y ahora se encuentra en libertad sin medidas cautelares pero que podría enfrentarse a penas de hasta diez años de prisión.
“No estoy hablando, Dios me libre, de pensar en la cárcel para nadie en este caso, pero sí en la necesidad de que implementemos un apoyo a todo lo que no sea que la muerte sea la solución para los problemas”, ha precisado.