Los altibajos en los registros de empleo dejan un sabor agridulce para la economía española
El nivel empleo en España, una de las asignaturas pendientes que tiene el país desde la pasada crisis que se vivió en 2008, vuelve a dejar un sabor agridulce. Las últimas cifras que arroja el Ministerio de Trabajo muestran una clara desaceleración del mercado de trabajo español, que muestra sus peores registros desde 2013, año en el que el país aún se encontraba inmerso en los efectos de la crisis.
La desaceleración económica que vive la economía española, pese a mostrar unos ritmos de crecimiento superiores a los de la Eurozona, se ha visto reflejada en las cifras de desempleo que muestra el Ministerio de Trabajo. Pese al incremento de la tasa de afiliación y las buenas cifras que, como es habitual, recoge el mes de febrero; éstas no han sido lo suficientemente buenas.
Aunque España siga reduciendo el número de desempleados, ésta reducción se sigue dando muy paulatinamente. La gradual reducción de empleo que hace España es un grave problema para la economía española, pues la creación de empleo es menor. Una muestra, a su vez, de la rigidez que sufre el mercado laboral en materia de contratación, dicho sea de paso.
Tras un mes de enero, el cual arrojó unos resultados notablemente malos, el mes de febrero finaliza, nuevamente, con sabor agridulce para el empleo. Los datos que arroja el Ministerio sitúan el paro de febrero cercano a los 3,3 millones de parados, acentuando la ralentización del mercado de trabajo en España, unida a la desaceleración de su economía.
Aunque sea el peor registro desde 2013, la recuperación de sectores como el inmobiliario ha hecho que estas cifras no resulten todavía peores. La construcción, en España, ha creado 4.647 empleos. Por otro lado, sectores como el sector servicios o la industria también son detonantes de la mejora, pues han creado 7.581 y 2.304, respectivamente.
Sin embargo, la gran destrucción de empleo en sectores como el comercio, el cual ha destruido 14.600 empleos durante el mes de febrero, han provocado que todos los avances en materia de creación de empleo por otros sectores como los mencionados anteriormente, se mermen ante tan elevada tasa de destrucción de empleo que ha sufrido el sector del comercio.
Un sector que, como ya se conoce, la estacionalidad le ha llevado, nuevamente, a ser uno de los sectores mas destructivos, en materia de empleo de la economía española. No obstante, la recuperación del sector industrial también ha repuntado bastante, pues con una creación de 12.800 empleos, se sitúa como el mejor sector de la economía española en creación de empleo.
Por otro lado, las cifras en materia de afiliaciones a la Seguridad Social creció hasta los 69.172 nuevos cotizantes. Con estos datos, la cifra de cotizantes se eleva hasta los 18,9 millones de afiliados, neutralizando y compensando la destrucción de empleo generada por el fin de la temporada navideña y de la alta demanda en los comercios.
Como podemos ver, estas cifras muestran una serie de altibajos en materia de empleo, causados principalmente por la estacionalidad que presentan diversos sectores. Como conocemos, la creciente demanda que producen los últimos meses del año en materia de empleo, inflan las cifras de creación de empleo a unos niveles bastante óptimos. Sin embargo, la estacionalidad de este empleo provoca una destrucción muy brusca al finalizar el periodo navideño y de rebajas en los comercios.
En el último año, la creación de empleos en España se ha datado en 181.208 personas que se incorporan a la población activa. Sin embargo, como podemos observar, los ritmos de creación de empleo vuelven a situarse a niveles de 2013 y 2014; años en los que España seguía inmersa en la dura recesión económica de 2008. A su vez, estos datos muestran claras evidencias de la desaceleración, pues los niveles siguen estando por debajo de los 200.000 empleos creados.
Como podemos ver, una clara muestra de la desaceleración económica que vive España y que, como hemos comentado anteriormente, se acaba traduciendo en una ralentización en materia de creación de empleo; una de las asignaturas pendientes de la economía española y que tiene gran margen de mejora. A esto tenemos que sumarle la reforma del Salario Mínimo impuesta por el Gobierno socialista en los últimos meses.
No podemos irnos sin comentar el agravante de la temporalidad en los contratos. Según las cifras que arroja el último informe de Randstad Research, del millón y medio de contratos creados en febrero, únicamente el 10,7% de estos eran de carácter indefinido. Una clara evidencia del problema que representa la temporalidad de los contratos en España.
En resumen, estamos ante un mercado de trabajo que, aunque recupere un poco y continúe creciendo, lo hace de una forma muy lenta y muy paulatina. El mercado de trabajo en España sigue atravesando duras dificultades, ante las cuales, desde la CEOE, han insistido en la necesidad de una reforma laboral completa, con el fin de reducir la temporalidad del empleo y aumentar el ritmo de crecimiento en la contratación.
Para concluir, seguimos teniendo un sistema laboral muy rígido y con un grave problema en la contratación. La dificultad que tiene el país recae en la contratación y, sin embargo, pocas son las medidas por las que se ha optado para mejorar esto. El empleo es una clara evidencia de la mejora de la economía, por lo que, si su evolución sigue siendo tan lenta, los crecimientos de la economía española seguirán siendo irrisorios para nuestra economía.