Lobo alfa
Me asomo a la ventana y observo a los perros pelear. Un samoyedo blanco persigue a un barcino pardo que huye de miedo sin poder escapar de sus fauces. Le muerde entre la cadera y una pata trasera a la vez que lo alza en el aire por el impulso del ataque. Suena un aullido de dolor. Otro samoyedo más joven gime de terror escondido bajo una mesa de billar. Tras la agresión, entre gruñidos y lloriqueos, el can da nerviosas vueltas en círculo. Para y levanta la cabeza, percatándose de mi presencia. Desafiante clava sus ojos en mí. Es el macho alfa.
Si se priva de libertad a un rapero por cantar y se otorga la libertad a un violador condenado, la justicia no vale de nada.
Si se priva de libertad a políticos, aún no juzgados, por riesgo de fuga y se otorga la libertad a grupos de violadores, es que la justicia es ridícula.
Si se priva de libertad y derechos a las mujeres de este país, y se otorga la libertad al machismo, es que la justicia es una mierda.