Una primera batalla ganada
La Ley del Clima de la UE permitirá desarrollar una estrategia clara para el futuro y una economía europea sostenible.
El pasado viernes 11 de septiembre, votamos en la Comisión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo la futura Ley del Clima de la Unión Europea, en lo que consideramos una victoria progresista que, aunque parcial, es crucial para toda Europa, y que está liderando el grupo de los socialdemócratas en la Eurocámara. El informe que logramos aprobar en el comité ENVI supone una mejora significativa de la propuesta de la Comisión Europea.
La Unión Europea se ha comprometido a convertirse en un espacio climáticamente neutro de aquí a 2050, lo que requerirá reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en un plazo de tres décadas. Para ello, hemos de contar con objetivos ambiciosos intermedios que guíen las actuaciones de la UE en su camino a la neutralidad.
Con el informe aprobado en ENVI, la mayoría progresista envía un claro mensaje a la Comisión Europea y al Consejo de la UE a la luz de las próximas negociaciones: esperamos que todos los Estados miembros alcancen la neutralidad climática para 2050 como muy tarde, y que se reduzcan en un 60% las emisiones para 2030 en comparación con los niveles de 1990, superando el compromiso actual del 40% y el previsto por la Comisión Europea del 55%. Los socialdemócratas hemos luchado mucho por un objetivo fuerte para 2030 y por un nuevo objetivo climático de la UE para 2040, que serán hitos intermedios cruciales para asegurar que la Unión y los Estados miembros estén en el camino de lograr la neutralidad climática para 2050.
Por otro lado, hemos conseguido introducir un presupuesto para los gases de efecto invernadero, que establece la cantidad total restante de emisiones en forma de equivalente de CO2 que podría emitirse hasta 2050 a más tardar, sin poner en peligro los compromisos de la Unión en virtud del Acuerdo de París. A su vez, hemos logrado adoptar las bases para la creación del Consejo Europeo del Cambio Climático (ECCC), formado por organismos consultivos de los Estados miembros, que evaluará conjuntamente si la UE está en vías de alcanzar el objetivo de neutralidad climática e identificará las oportunidades para seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el potencial de secuestro de carbono.
Son muchos más los logros socialistas de este informe. La eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles a más tardar en 2025, sin que ello repercuta en los esfuerzos por combatir la pobreza energética; el fortalecimiento de las disposiciones para la adaptación al clima, con una mayor consideración de los grupos, comunidades y ecosistemas vulnerables y afectados, así como la promoción de soluciones basadas en la naturaleza en las estrategias y planes de adaptación de los Estados miembros, son demandas de la sociedad, de los científicos y de los activistas medioambientales que hemos conseguido reflejar en el texto.
Por último, hay nuevas disposiciones relativas a las corrientes de financiación pública y privada, elementos más fuertes de justicia social y solidaridad como una referencia a las directrices de 2015 de la Organización Internacional del Trabajo para una transición justa y una nueva disposición que permitirá a los ciudadanos y a las organizaciones no gubernamentales acceder a la información ambiental e impugnar las decisiones en materia de medio ambiente, en consonancia con la Convención de Aarhus sobre el acceso de los ciudadanos a la justicia.
La Ley de Cambio Climático permitirá desarrollar una estrategia clara para el futuro y una economía europea sostenible. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer. Una vez la votación se confirme en el Pleno, pasaremos a las negociaciones con la Comisión y el Consejo de la UE. En este camino seguiremos defendiendo una postura progresista, sostenible y verde. Para los socialistas, alcanzar la neutralidad climática para 2050 es la gran prioridad de nuestro tiempo. Se lo debemos a los ciudadanos, a las generaciones futuras y al planeta.