Le preguntan a Ayuso si su café está 'aguado' y ella lo dice todo sin decir casi nada
Hay veces que hace falta poco para expresar mucho.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha visitado este jueves la nueva zona de restauración y hostelería del centro comercial Xanadú en la localidad madrileña de Arroyomolinos e incluso ha hecho una comparecencia con la pista de esquí del establecimiento de fondo.
Allí ha aprovechado para consumir en algunas tiendas y los periodistas no han perdido oportunidad para hacerle algún comentario. Uno de los más llamativos se ha producido cuando Ayuso estaba removiendo un café que se había pedido.
“Presidenta, el café no está aguado, ¿no?”, le ha preguntado un reportero del programa de Cuatro Todo es Mentira en clara referencia al que hasta hace poco era su vicepresidente en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado.
La dirigente del PP ha tardado un rato en reaccionar y lo ha hecho con risas. Luego, ha dirigido una mirada pícara a los reporteros antes de añadir: “No, este es intenso”.
Hace unos días, Ayuso admitió que su relación con Aguado no había sido buena en ningún momento: “Me da igual lo indignado que esté. Más indignada estoy yo. Nos hemos llevado mal siempre, pero eso lo sabe todo el mundo. No empezó bien la cosa”.
En declaraciones posteriores este jueves, Ayuso ha sostenido que no quiere dedicarle “un minuto” al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y ha trasladado que “Madrid será quien ponga punto y final” a su historia política.
“Yo creo que Pablo Iglesias está acabado y no le voy a dedicar ni un minuto”, ha contestado a los periodistas, preguntada por las críticas que ha vertido sobre su modelo el vicepresidente segundo del Gobierno.
″Él tiene que hacer su campaña. No seré yo la que alimente a un personaje, y a una candidatura, que sobre todo no representa en absoluto lo que yo quiero para Madrid”, ha remarcado.
Así, ha manifestado que ella no quiere para Madrid a los “socios del entorno de ETA o a los independentistas quieren, por ejemplo, en Cataluña”. En este sentido, ha dicho que ella no quiere que en la región “se quemen las calles, se destruya el empleo, ni las algaradas ni revoluciones que están provocando los socios de Iglesias”.
“Mi proyecto y el suyo no tienen absolutamente nada que ver. Yo estoy convencida de que Madrid será quien ponga punto y final a la historia política de Pablo Iglesias”, ha sentenciado.