Las tropas rusas ocupan la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania

Las tropas rusas ocupan la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania

Los niveles de radiación siguen estables tras el ataque. Moscú culpa a "saboteadores ucranianos" de lo sucedido mientras continúan los combates en el frente sur, además de en Kiev, Járkov y los alrededores de la capital.

Un fantasma recorre Europa. El fantasma de Chernóbil. Las tropas rusas han tomado la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, según ha informado el regulador nuclear estatal de Ucrania. No obstante, lo han hecho a sangre y fuego, después de feroces ataques en las inmediaciones y un bombardeo que ha llegado a provocar un incendio en las instalaciones. Una intervención que los principales líderes mundiales ya han condenado con severidad. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso culpa a “saboteadores ucranianos” de lo sucedido.

Con todo, el organismo ha confirmado que el personal de la planta controla el estado de los bloques y garantiza su correcto funcionamiento. Así, los reactores de la central permanecen intactos y no se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, según ha precisado el regulador. Especialistas de este organismo están en contacto con los ingenieros de la planta atómica. No se han contabilizado víctimas mortales durante los ataques, pero el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mariano Grossi, ha confirmado que dos responsables de la seguridad de la planta resultaron heridos.

“Los reactores de la central permanecen intactos, existen daños en el edificio del compartimiento del reactor de la unidad de potencia No. 1, que no afectan a la seguridad del reactor. Los sistemas y elementos importantes para la seguridad de la central nuclear están funcionando. No se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual”, se recoge en el informe.

Un incendio entre combates 

Esta madrugada, los bomberos han logrado sofocar un incendio en el centro de formación de la central nuclear, que se había declarado tras ser atacada por las tropas rusas, según ha informado el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS). El fuego, que ha abarcado una superficie de 2.000 metros cuadrados, ha sido apagado a la 06.20 horas (04.20 GMT), según ha precisado el DSNS en su página de Facebook.

El incidente se ha producido en un contexto en el que se estaban librando combates en los alrededores de la central nuclear. De hecho, los servicios de emergencia han tenido que esperar a que se detuviesen las hostilidades para poder acceder a las instalaciones de Zaporiyia. En los últimos días, un numeroso grupo de civiles había levantado barricadas y colocado vehículos pesados para impedir el avance de las tropas rusas.

El inmueble siniestrado se encuentra fuera de la planta, en la que según las autoridades ucranianas los niveles de radiactividad se encuentran dentro de los rangos normales. Las estructuras que se han visto afectadas se corresponden con un centro de entrenamiento técnico y un edificio administrativo.

La versión de lo ocurrido por parte de Moscú es totalmente distinta. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia y general Igor Konashenkov ha asegurado que el ataque a la central nuclear es responsabilidad de “saboteadores ucranianos”, según ha recogido Reuters. Según esta versión, el Ejército ruso controla esta zona desde el inicio de la invasión y “un terreno adyacente a la central fue atacado por las fuerzas nacionalistas de Kiev en una monstruosa provocación”. Konashenkov también ha culpado a estos “saboteadores ucranios” de usar “fuego pesado de armamento menor”, lo que provocó que las tropas rusas tuviesen que responder.

Por su parte, la Fiscalía ucraniana ha abierto un proceso para investigar el asalto como un “ataque terrorista”, en el marco de la Ley Antiterrorista. “Según las Convenciones de Ginebra, las instalaciones y estructuras que contienen fuerzas peligrosas, principalmente presas y centrales nucleares, no deben ser atacadas”, ha recordado, antes de incidir en que “el agresor no evita bombardear edificios gubernamentales, escuelas, guarderías, hospitales y objetivos de alto riesgo de forma casi diaria”, ha manifestado en un comunicado.

La situación de los reactores y el proceso de enfriamiento

No obstante, tal y como han confirmado desde TVE, uno de los misiles ha caído cerca de uno de los reactores sin que se produjesen daños. La Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania ha hecho balance de la situación, centrada en el proceso de enfriamiento para garantizar la seguridad.

Desde el organismo han explicado que el reactor uno “está apagado”, mientras que el dos y el tres han sido desconectados de la red y se está llevando a cabo el proceso de enfriamiento de las instalaciones nucleares. “La unidad cuatro está operativa a 690 megavatios, las unidades cinco y seis están siendo enfriadas”, ha detallado.

Una situación así [de fallo en el enfriamiento] podría superar todos los accidentes previos en centrales nucleares, incluido el accidente de Chernóbil y el de Fukushima
Comunicado de la Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania

Desde el organismo ucraniano han informado que “la pérdida de la posibilidad de enfriar el combustible nuclear llevaría a una liberación significativa de radiación al medio ambiente”. Para comprender la situación, el desastre del accidente nuclear que tuvo lugar en Chernóbil se produjo por una avería en un solo reactor. Zaporiyia cuenta con seis.

“Una situación así podría superar todos los accidentes previos en centrales nucleares, incluido el accidente de Chernóbil y el de Fukushima Daiichi”, han alertado. “Debe recordarse que, además de las seis unidades, hay una instalación de almacenamiento de combustible nuclear utilizado que, de sufrir daños por los ataques, liberaría radiación”, ha detallado.

El ministro de Energía de Ucrania, Herman Galuschenko, ha advertido tras el ataque ruso que el mundo está al borde de la mayor catástrofe nuclear en la historia de uso pacífico de la energía atómica. Galuschenko ha denunciado que las tropas rusas han empleado fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central nuclear de Zaporiyia, “a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones”.

  Mapa con centrales nucleares en Ucrania.Europa PressEuropa Press

¿Cuál es la importancia de Zaporiyia?

La central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa en términos de capacidad instalada. Sus seis reactores VVER-1000 tienen una capacidad de 1000 MW. El primero se puso en funcionamiento en diciembre de 1984 y el sexto, en octubre de 1995.

La planta, ubicada a unos 550 kilómetros al sureste de la capital, Kiev, genera casi una cuarta parte de toda la electricidad en Ucrania. Se encuentra en el río Dnieper, al noreste de la ciudad de Jersón, la primera que ha caído bajo control de Rusia desde el inicio de la invasión rusa.

Su conquista y control por parte de Moscú es esencial, puesto que esta planta nuclear es la que suministra la mitad de la energía nuclear que consume Ucrania. En los últimos días, el Ejército ruso ha demostrado que las instalaciones de suministro eléctrico son un objetivo prioritario en la invasión. Prueba de ello es el bombardeo y asedio en la ciudad portuaria de Mariúpol, que resiste a pesar de llevar dos días sin electricidad.

Precisamente, una trabajadora de la central nuclear ha asegurado, en conversación telefónica con El País, que los rusos impiden abandonar las instalaciones a los empleados de la planta de Zaporiyia: “Llevan ahí 24 horas”. Además ha apuntado que en el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, se apagaron los reactores dos y tres, que son los que suministran energía a Rusia y a Bielorrusia.

  Gráfico con los últimos movimientos antes de la toma de Zaporiyia.EP Data

Aunque la toma de Zaporiyia constituye una gran victoria militar para Moscú, los combates no han cesado en las principales ciudades del país. Ni siquiera, tras la segunda ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia, celebrada ayer y en la que acordaron establecer corredores humanitarios para la población civil. Las reuniones se retomarán este fin de semana, adelantando los plazos marcados de inicio.

Mientras la vía diplomática intenta abrirse paso, sin demasiado éxito aún, continúan los bombardeos sobre la capital, que sigue bajo la amenaza de la llegada del gigantesco convoy militar que se situaría a cerca de 30 kilómetros de Kiev. También siguen los combates en las calles de Járkov, la segunda mayor ciudad del país, en el norte.

Los ataques aéreos han sido especialmente duros también en Chernígov, a 136 kilómetros de la capital de Ucrania. Esta madrugada se han registrado 47 muertos y desde el inicio del conflicto han fallecido 148 personas en esta urbe de 285.234 habitantes, la mayoría de ellos civiles. También ha sido destruida una escuela. No es la única zona cercana a la capital que ha sufrido bombardeos. Desde la pequeña localidad de Borodyanka llegan imágenes devastadoras.

  Edificio residencial bombardeo en Borodyanka, en la región de Kiev.MAKSIM LEVIN via REUTERS

No obstante, todos los ojos están puestos en el frente sur. Además de la conquista de la central nuclear, sigue el asedio de la localidad costera de Mariúpol, el último enclave que domina Ucrania antes de la parte del Donbás que controlan los separatistas prorrusos de Donetsk, y esencial por su puerto clave en el mar de Azov. El alcalde de la ciudad ha pedido incluso a la OTAN que intervenga, ante un número de civiles muertos que ya supera el centenar.

Comienza la batalla de Mikolaiv

El Ejército ruso ha realizado el siguiente movimiento más predecible después de la conquista de Jersón, en el sur del país. Las fuerzas de Rusia están combatiendo en Mikolaiv, una ciudad de medio millón de habitantes clave para el avance de las tropas hacia su gran objetivo, el mayor puerto de Ucrania, Odesa. Según el gobernador de la región de Mikolaiv, Vitaliy Kim, se están registrando enfrentamientos en la mayor parte de la ciudad. No obstante, desde el Gobierno ucraniano aseguran que han repelido el ataque.

Independientemente, todo apunta a que Moscú tratará de hacerse a toda costa con esta urbe que, al igual que Jersón, supone un enclave geoestratégico para controlar el mar Negro y la desembocadura del río Dniéper.

Odesa, en el punto de mira

Si Rusia logra hacerse con Mariúpol y con Mikolaiv no solo podría establecer una cadena de suministros por todo el sur de Ucrania. También lograría el control absoluto marítimo, tanto del mar de Azov -que ya asegura que controla- como del Negro. Esto supondría que la Armada rusa podría cortar todos los suministros que llegasen desde esta vía a territorio ucraniano, además de tener un acceso cómodo para seguir enviando tropas. Por eso hacerse con Odesa es el objetivo más codiciado en estos momentos.

El mayor puerto de Ucrania se prepara desde hace una semana para resistir la invasión rusa. Se han levantado barricadas mediante sacos de arena que los propios ciudadanos han recogido de la playa.

“No queremos ser parte del conflicto con Rusia en Ucrania”, así ha resuelto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la gran pregunta tras la reunión con los ministros de Exteriores de los miembros de la organización. La OTAN rechaza la petición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de establecer una zona de exclusión aérea en el cielo de Ucrania, con el fin de acabar con los bombardeos.

El máximo responsable de la Alianza Atlántica ha comunicado que ése ha sido el acuerdo de los países aliados, además de reiterar que tampoco se mandarán tropas de tierra a Ucrania. Esta decisión ha sido respondida de forma directa por el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitry Kuleba, quien tuvo que comparecer en ese encuentro mediante un video grabado previamente desde un búnker, dada la situación que se vive en el país. Ha asegurado que en caso de “no ayudar en el aire” con una zona de exclusión aérea, la OTAN “tendrá que compartir la responsabilidad por la muerte de ucranianos”.

Por otra parte, esta reunión ha estado marcada por las declaraciones previas del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, quien ha lanzado una clara advertencia al Gobierno ruso. “No buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”, ha asegurado, tras remarcar que la Alianza Atlántica es una organización defensiva.

Rusia niega ante la ONU el ataque a Zaporiya

El ataque sobre la central nuclear ya ha tenido su primera reacción internacional de Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad de la ONU mantiene este mismo viernes una reunión extraordinaria para abordar lo ocurrido. El encuentro ha sido fijado después que fuese solicitado por Estados Unidos, Albania, Reino Unido, Irlanda y Noruega.

En esa reunión, Rusia ha negado que sus tropas atacaran la centra nuclear y atribuyó los combates en la instalación a una operación de saboteadores ucranianos para tratar de culpar a Moscú.

“Esto es todo parte de una campaña de mentiras y desinformación sin precedentes contra Rusia”, ha señalado el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar el incidente en Zaporiyia.

Según Nebenzia, las tropas rusas controlan la instalación y sus alrededores desde el pasado 28 de febrero y anoche fueron atacadas por un “grupo de sabotaje ucraniano”, que tras ser repelido por efectivos del Kremlin habría incendiado antes de huir el edificio que se vio en llamas.

  Los bomberos ucranianos luchando contra las llamas en la planta nuclear de Zaporiyia.SERHII NUZHNENKO via REUTERS
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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es