Las sillas que van rotando en las secretarias de Estado y su efecto en la ciudadanía
Los últimos Gobiernos han mostrado desdén por la ciudadanía en el exterior.
Los ciudadanos de la provincia exterior, más de dos millones y setecientos mil emigrantes españoles en el mundo, seguimos en un bucle que no acaba de decisiones que nos afectan sin poder decidir sobre ellas. El eterno día de la marmota.
El Gobierno pone y quita virreyes según conviene. Como en el caso de Hana Jalloul, que deja la secretaria de Estado de Migraciones para volver como candidata a la Comunidad de Madrid. Jalloul ha hecho una gran labor en temas de inmigración, donde nadie discute su valía y su aporte durante las diferentes crisis, especialmente en Canarias, vividas durante su mandato. Pero como ya vaticinábamos, este nombramiento, que era fuerte en inmigración, fue como la manta corta que si te quieres cubrir los pies no te llega al ombligo, dejando a los emigrantes fuera de la visión del Gobierno y de los medios.
Muchas son las comparecencias donde no se nombraba nunca a los emigrantes, al Consejo General de la ciudadanía española en el exterior o a las elecciones de los Consejos de Residentes. Cuando se habla de nuestros intereses como en tema de nacionalidad o de voto rogado, se nos mantiene fuera de las discusiones. Esto es como las fotos de jornadas de lactancia con un panel de expertos lleno de señores y ni una sola experta. Algo parecido.
La ciudad de Valencia de repente se queda sin alcaldía o sin diputación y se decide desde Madrid no escucharlos y mandan un jefe “de la capital” a que regule todo lo que hacen. Un experto que nunca ha vivido en Valencia. Esto no es real, no se asusten, pero hay una provincia más grande que Valencia en número de habitantes que está pasando justo por esta situación.
Nuestro foro de decisiones y única vía de comunicación con el Estado lleva sin reunirse desde verano de 2018. Dos plenos anuales que no se cancelaron ya que ni si quiera se planearon y eso que el reglamento de esta institución dice que su celebración debe ser anual. “El Consejo General celebrará, al menos, una sesión ordinaria plenaria cada año, y las sesiones extraordinarias que considere pertinentes el presidente, bien por propia iniciativa o a solicitud de, al menos, el cincuenta por ciento de sus miembros”.
Pues ni se convocó de oficio, ni siquiera cuando se solicitó por parte de los consejeros, pero claro estos ciudadanos no se van a presentar en la Castellana a manifestarse. Si además no pueden casi ni votar, pues no hay razón por la que hacerles caso alguno. No hubo interés por explorar nuevas vías de comunicación con nosotros y ni siquiera escucharon la oferta de pleno vía telemática.
Hana Jalloul no ha tenido que vernos la cara ni una sola vez durante su mandato. Creo que se ha ahorrado el enfado considerable que estamos guardando para cuando se dignen a invitarnos a poder hacer nuestro trabajo de representación de la emigración. Incluso quizás se atrevan a consultarnos como órgano consultivo que somos, pero paso a paso, primero retomemos el pulso en el nuevo mandato que se iniciara esperemos en la segunda mitad de 2021.
Una vez la señora Jalloul deja su despacho, ahora hay que tener esperanza en el sucesor, por ganas que no quede, pero el sustituto es Jesús Perea Cortijo. Nos dicen que desde febrero de 2020 ha sido director del departamento de información autonómica de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno.
Su currículo no es desdeñable. Aparte de Licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha, fue diputado en las Cortes Generales (VII Legislatura), siendo miembro de las Comisiones de Administraciones Públicas, Agricultura y Cooperación Internacional al Desarrollo, además de portavoz adjunto en la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas.
A sus cargos en puestos importantes se une el de director general de administración local de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha (2004-2011) y asesor en el Congreso de los Diputados y en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno (2018-2020).
¿Emigración? ¿Migraciones? ¿quizás inmigración al menos como su predecesora? Yo releo su currículo y no encuentro nada de nada, cero, nil, nothing.
Capacitado está de sobra para aprender, adaptarse y llegar con muchas más ganas de las que llegaron sus predecesores. Quizás nos haga alguno guiño a la emigración nombrándonos en algún discurso o mandándonos alguna comunicación al Consejo General de la ciudadanía española en el exterior. Cual perro moviendo la cola agradeceremos cualquier señal que muestre una salida al desdén que este Gobierno, el anterior y el anterior, el que todos los partidos han mostrado hasta ahora.
Ojalá me confunda y dentro de unos meses se haya dado un volantazo y de repente se convoque a los consejeros al Congreso o al Senado para poder ayudar con nuestro conocimiento en temas que nos afecten. Con que nos den difusión o nos convoquen a un pleno inaugural del que será el VIII Mandato, irán mostrando que aún tienen nuestros contactos y saben que existimos.
La emigración de hecho está presentando candidaturas en países o demarcaciones donde antes no hubo Consejos de Residentes (CRE). En Chicago o Boston están creando listas, y en Reino Unido de uno pasaremos a tres Consejos con Londres y Manchester acompañando a Edimburgo. También habrá pleno de candidaturas en países como Suiza (con Berna presentando por primera vez candidatura en segunda convocatoria) y Austria y ciudades como Lisboa, Milán, Helsinki… También vuelven a Paris y a Alemania con listas en Frankfurt y, en seis meses, en Berlín. Podría doblarse el número de CRE en Europa manteniendo los tradicionales en América.
Las ganas de tener más voz por la emigración esta ahí y, a pesar de que la covid lo ha puesto difícil —imposible en Brasil—, se ha visto que podemos ser más creativos que las instituciones de nuestro país que nos exige pedir voto rogado por fax o correo postal. Hemos conseguido saltar los obstáculos para poder presentar listas usando nuevas tecnologías —sí, sí, eso nuevo del internet y los emails—.